Capítulo 15

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Estaba sentados en el porche de la casa de Matt, abaniqueandome con ambas manos para apaciguar por lo menos un poco el calor que hacia aquel día. Observé a Félix cruzar la calle con una bolsa de mandado sostenida con su mano derecha, la fecha para ir a la piscina había pasado y con ella varios días, casi una semana de nuestro caluroso verano.
—Ten— el rubio me extendió una paleta helada al llegar a mi lado, la tome con una media sonrisa, agradecida por algo refrescante. Felix sentó a mi lado sacando otra paleta igual a la mí
—Thomas vendrá más tarde— me informó, le asentí con la cabeza mientras le daba una pequeña mordida a la paleta, Matt se había enfermado de dengue aquel día que Felix recibió el mensaje y se fue casi corriendo, por lo que lo habíamos estado visitando estos últimos tres días.
—Pobre Matt— murmuré mientras comía de la paleta.
—Su madre dice que va bien, yo lo veo mejor que hace unos días— respondió Felix, volteandome a ver por un segundo por el rabillo del hombro, le asentí con la cabeza.
—¿Anne no se molestó?— pregunté curiosa.
—No tendría porqué— contestó sin mucho interés mientras comenzaba a comerse su paleta, le mire por unos segundos, recordando las palabras de Anne.

"Creo que intenta deshacerse de mi"

¿Qué tan cierto podría ser aquello? Nunca supe que Felix se compara de esa forma para alejar a alguien...

Vi a lo lejos como Thomas se acercaba en su bicicleta con tranquilidad, casi con lentitud, ¿Cómo es que no se caía?
 Lo saludé con la mano y poco después él hizo lo mismo dejando su bicicleta en el jardín de la casa de Matt y camino hasta nosotros.
—¿Cómo va?— preguntó el pelinegro, limpiándose el poco sudor que tenía.
—Mejor. En este momento se está duchando— le respondió Félix, Thomas asintió tomando asiento a su lado, para al final dejarse caer de espaldas en el suelo. Aquellos dos comenzaron a charlar un poco más, aunque a mi no me intereso mucho participar en este por lo que al final simplemente saque los audífonos y puse mi reproductor en aleatorio.  

[...]

—Marcie— abrí los ojos con lentitud volteando hacia Félix, un poco más y sin duda me quedo dormida. —Vamos a despedirnos de Matt— me dijo, quitándome con delicadeza uno de los audífonos,  le asentí con la cabeza mientras nos poníamos de pie, al parecer Thomas se había marchado hace un rato porque no lo veía ni a él ni a su bicicleta por ningún lado. 
La madre de Matt nos sonrió de oreja a oreja mientras nos dejaba pasar a la casa, Felix le regreso la sonrisa con seguridad, a comparación de la mía que era  más bien una mueca tímida. El rubio caminó poco después en dirección a las escaleras, moviéndose con tanta naturalidad por el lugar.
—¡Hey!— saludó Matt una vez que llegamos a su habitación.
—¡Hey!— dijimos ambos al unísono mientras nos acercábamos a él.
—¿Cómo te sientes?— le pregunté mientras me sentaba en la orilla de su cama, Matt estiró los brazos con una sonrisa.
—¿Bromeas? Mucho mejor, ya quiero ir a la piscina— respondió con entusiasmo, reí por lo bajo, ¿Qué tenía este chico con las piscinas?
—Ya habrá tiempo para eso— le contestó Felix, haciendo que el castaño le volteara a ver —Primero descansa todo lo que necesites, tonto— añadió arrojandole un cojín que estaba cerca. Al final nos quedamos platicando por un poco más de tiempo hasta que la madre de Matt nos dijo que debía dormir por un poco más, así que nos terminamos yendo de su casa más temprano de lo planeado. 

—Todavía es temprano, ¿Quieres ir a algún otro lugar?— preguntó el rubio cuando nos encontrábamos caminando de vuelta a casa.
—¿Uhm? No lo sé, ¿tú quieres ir a otro lugar?— le pregunté mientras lo volteaba a ver.
—Vamos al cine— contestó sonriente dándose la vuelta hacia la dirección del centro comercial, sonreí torpemente  mientras lo seguía. 
—Pero que sea una función que no dure nada, sino nos mataran nuestras madres— le advertí.
El camión había tardado un poco más de lo previsto, pero al final nos encontrábamos rumbo al dichoso centro comercial.
—Antes de entrar vamos por un helado— habló el rubio cuando llegamos al lugar, le asentí con la cabeza mientras nos acercábamos a la heladería más cercana. 

—Iré a buscar una mesa— le avisé antes de alejarme y observarlo asentir. Le eche una miradita al lugar, por lo menos en el interior del lugar no parecía haber una mesa vacía, lógico si afuera esta haciendo tremendo calor, así que al final tuve que elegir una de las que estaban afuera.
—¡Hey!— observé a un par de chicos que llegaban a mi lado.
—Hey...— respondí algo confundida, uno de los chicos me sonrió y se sentó frente a mi, haciendo aquello un poco más incomodo.
—¿Estás sola?— preguntó el que se había sentado.
—No— le respondí al instante mientras volteaba a buscar a Felix con la mirada, lo revise en el mostrador siendo atendido por una de las chicas del establecimiento.
—¿Vienes con ese chico?— preguntó el que estaba de pie, al ver que mi vista no se apartaba del rubio.
—Eh, si— respondí más incomoda.
—¿Es tu novio?— preguntó el que estaba frente a mi, fruncí el ceño.
—No, él es mi hermano— le respondí con rapidez, ¿Por qué tantas preguntas? ¿Por qué rayos no se iban? La mesa finalmente se quedó en silencio con los chicos sonriendo de manera ladina,, haciendo mirar por segunda ocasión hacia dónde se encontraba Felix y, afortunadamente,  él se encontraba caminando hacia mi con un helado en cada mano, solté un suspiro pesado mientras volvía a mirar al frente, aún con ambos chicos ahí. 

Al llegar, el rubio se detuvo frente a la mesa, observando al que estaba sentado.
—¿Amigos nuevos?— me preguntó con una sonrisa de lado y enarcando una ceja, lo miré con el ceño fruncido lanzándole una mirada sería. ¡Vamos, Lix, ayúdame con esto!
Le mire unos segundos, esperando que dijera algo más, pero al ver que era tonto esperar me he puesto de pie, molesta. 
—Vámonos— solté, tirando de la manga de Felix para dejar aquel lugar, el rubio me dio uno de los helados y comenzó a comer del suyo cuando dimos unos cuantos pasos.
—¡Oye!— escuchamos los dos deteniendo nuestra caminata, pero ninguno volteó hacía atrás —¿Me prestas a tu hermana?— detuve mi respiración por unos segundos y miré discretamente a Felix por unos instantes, el chico solo soltó una risilla para después guardar silencio, provocando que yo soltara su manga con brusquedad, no necesitaba de él para defenderme, di media vuelta para comenzar a caminar hacia los dos chicos de hace rato, con el entrecejo fruncido y mi mano libre hecha un puño. 

Me miró con una sonrisa ladina al llegar hasta ellos, así que hice lo mismo, apretando aún más mi puño derecho.
—Veras que te la vas a pasar mejor conmigo que con tu hermano— habló el chico cuando me acercaba más a él, le sonreí lo más tierno que pude y cuando llegue hasta él tome la bola de mi helado embarrandosela en la cara mientras le aventaba el cono vacío. 
—Apuesto que si— solté, caminando de regreso con las ganas a flor de piel de querer llorar en ese mismo momento. ¿Qué era lo que más me dolía? ¿Qué no me hubiera defendido Felix o la actitud tan estúpida de los otros? Tal vez, solo tal vez, era lo primero. Quizá fue por desperdiciar tan buen helado...
Caminé de largo, dejando a Felix unos cuantos pasos atrás de mi, ninguno de los dos dijo nada en todo el camino, ninguno de los dos volteo a ver al otro o preguntó si algo andaba mal.


Perdón si no había subido el capítulo, estaba en casa de mi madre  viendo los Billboard UsUr y pues allí no tengo internet T-T

En fin, ¿Qué tal su día? :3

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora