Capítulo 11

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—¡Día de chicas!— dijo mi madre desde mi habitación, quien se encontraba tirando de mis sábanas para que despertara.
—¡Mamá!— me queje sentándome de golpe para mirarla con el entrecejo fruncido.
—Día de chicas— volvió a repetir provocando que rodara los ojos ante su insistencia. 
¿Por qué hoy? ¿No podía tener una mañana en paz durmiendo hasta tarde?

Me encontraba con ambas señoras a mis costados en frente de la casa, Felix se encontraba parado en la puerta principal, despidiéndonos con una sonrisa y agitando su mano de izquierda a derecha mientras su sonrisa se tornaba en una burlona, solté un suspiro mirándolo suplicante para que me ayudara a librarme de aquellas dos, pero me lo negó con la cabeza terminando de cerrar la puerta.
—¿A dónde vamos exactamente?— pregunté sin ánimos y resignandome  de una buena vez.
—De compras, ¿No quieres ropa nueva, cariño?— me preguntó la señora Lee mientras andábamos por las calurosas calles de Australia.
—Bueno, pues...— murmuré, era una idea tentadora porque, de que quería nueva ropa, quería nueva ropa pero no quería un día de "chicas" y menos si fue tan repentinamente. Al final la señora Lee nos llevó a Westfield Sydney, donde terminamos entrando a varias tiendas, observando como el par de amigas se probaban una que otra prenda para al final no llevarse ninguna. 

Solté un Suspiro pesado dejándome caer en un sofá que, por fortuna, a alguien se le había ocurrido poner en la tienda de ropa en la que nos encontrábamos.
—¿Qué te parece este short?— me preguntó mi madre, quien traía un short en la mano derecha, lo observé unos segundos sin moverme de mi lugar.
—Está lindo— musite sin mucho interés.
—Lo tomaré como un ¡¿Me lo compras, mamá?!— respondió mi madre caminando hacia la ropa nuevamente, rodé los ojos con cansancio, dejando caer por completo la espalda en el respaldo del pequeño sofá en el que estaba. El día de compras se basó en "¿Quieres esto? ¿No te parece lindo? Es muy bonito, pruébate esto, seguro te queda perfecto" por parte de ambas señoras.
—¿Ya nos vamos?— les pregunté mientras salíamos de la última tienda de ropa que habíamos visto.
—No— respondieron al unísono.
—¿Qué falta?— dije entre quejidos mientras arrastraba las bolsas de las compras.
—Ir al salón de belleza— respondieron ambas con una sonrisa de cómplice entre sus rostros. ¿En serio? Esto comenzaba a ser tedioso, necesitaba volver a casa lo antes posible...

Mire con algo de fastidio las uñas de mis manos, perfectamente arregladas, podía observar por el espejo a la chica que arreglaba mi cabello con el mismo aburrimiento que yo. Todo estaba  tan aburrido el día de hoy.

>> Narra Félix <<

—Tu casa se siente rara sin Marcie— habló Matt quien traía una caja de Pizza hacia la sala, me encogí de hombros mientras me acercaba hambriento a la comida.
—Cálmate, Matt— habló Thomas con la boca llena de comida. —solo fue de compras— añadió sin mucha importancia tomando otra rebanada.
Solté un suspiro pesado dejando mi rebanada de pizza a un lado.
—¿Saben? Ella no estará aquí para siempre— les comenté con la voz más enojada de lo que tenía planeado, Thomas se encogió de hombros sin mucha importancia, algo que ya era normal en él.
—No, pero es suficiente tiempo para que sea mi amor de verano— respondió Matt completamente seguro de sus palabras, provocando que rodara los ojos con algo de fastidio.
—¿Quieres que te confiese algo? Ella no quiere un amor de verano, no esta aquí por eso, salió de la boca de la propia Marcie— solté, Matt y Thomas me observaron fijamente unos instante.
—Oye, ¿Estás celoso?— cuestionó Thomas soltando una risita, lo miré con el ceño fruncido pensándolo un poco. ¡Por supuesto que si!
—¡Si! es como si fuera mi hermana menor— le respondí aún con el ceño fruncido y sin apartar la mirada de ninguno de los dos, Matt soltó una risa.
—Félix, ¿Por qué nos hablaste acerca de ella hasta hace poco si la conoces de varios años?— volvió a preguntar Thomas con una mirada curiosa, dejando de lado la pizza.

—Porque no había necesidad— respondí sin más, Matt se disponía a hablar hasta que mi celular lo interrumpió y cielos, lo agradecí un montón mientras me apresuraba a tomarlo y responder.—¿Anne?— musite al escuchar la voz de la chica del otro lado de la linea. —Uhm, pues...— observé a los chicos escuchando con atención lo que la chica del otro lado del teléfono decía. —Bien, entonces vamos para allá— respondí colgando la llamada y guardando el celular en mi bolsillo trasero.
—¿Qué quería?— preguntó el castaño con algo de curiosidad.
—Preguntó que si no queríamos ir al cine.
Thomas y Matt se miraron con una sonrisilla entusiasmada.
—¡Por supuesto que si!— respondieron al unísono.

[...]

El día era caluroso, por lo menos podía agradecer que Anne escogiera ir al cine y no andar por algún parque, porque no hubiera soportado el calor, es más, ni siquiera hubiera pensado la idea de poner un pie fuera de la casa.
—Eh, Félix— escuche que Matt me llamaba al mismo tiempo que su codo golpeaba mi brazo para llamar mi atención. 
—¿Uhm?— musite mientras lo volteaba a ver vagamente.
—solo déjate llevar y disfruta el momento— respondió con una mirada pícara, rodeé los ojos volviendo la vista al frente escuchando como Matt comenzaba a reír. ¿Dejarme llevar? No había razón para tal cosa.
Al cabo de unos minutos hemos llegado al punto de reunión con Anne, la chica nos saludo a los tres de una forma linda y cortes cuando nos encontró con la mirada y se apresuro a caminar hacia nosotros.
—¿Cuál quieren ver?— preguntó la castaña con una sonrisa mientras ladeaba la cabeza.
—¡Infinity War!— dijeron Matt y Thomas al unísono, Anne acepto sin reproche alguno ante la sugerencia de los chicos así que no tardamos en ir a la taquilla y comprar los boletos y una que otra golosina para la función. 

En medio de la película podía notar el aburrimiento de la chica sentada a mi lado, ¿Si la película no le agradaba por qué accedió a ver esa? La miré por unos instantes, ni siquiera por segundos, su mano busco la mía por debajo de los asientos y después de pensarlo un poco más, no la detuve, tibias y lindas, ya estaba esperando toda la joda que me daría Matt de camino a casa si llegaba a ver aquella escenita entre Anne y yo, no me lo podría sacar de encima eso es seguro, pero ya no podía soltarla. 
—Por un momento creí que estabas molesto— la escuche murmurar mientras le daba un sorbo a su bebida. Sabía a qué se refería con ello, por lo que no le respondí y mantuve la mirada al frente. Tal vez si estaba molesto.

[...]

Al final Anne pareció estar más enfocada en acariciar mi mano que en ver la película, por lo que en un parpadeo la película había terminado y nosotros nos encontrábamos saliendo de la sala, escuchando como Matt comenzaba a alardear de lo grandiosa que había sido la película, haciendole unas cuantas preguntas a Anne de que las que, por supuesto, no supo qué responder por no poner atención, así que solo le sonrió con timidez a mi amigo. 

—¡Dios mío, fue sensacional!— se escuchó a unos metros adelante de nosotros, una chica que salía de la sala alzó los brazos con entusiasmo hacía el aire, solo por unos instantes, mientras se apresuraba a seguir hablando con la chica de a lado. Me bastó verla por un poco más y una vez que mi mirada viajó a sus pies para mirar el calzado, reconocí aquel par de sandalias con plataforma y ese short de mezclilla, imposible olvidarlo si aquella vestimenta estuvo en el desayuno. Si, sin duda alguna era mi Marcie. 

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora