Capítulo 21

8.6K 951 139
                                    


La miré confundida, ¿acaso no se iba a explicar? Entonces Felix se echó a reír tan fuerte que comenzó a retorcerse en su asiento. Ambas volteamos a verlo algo desconcertadas.
—¿En serio está insinuando algo así?— preguntó Lix, incrédulo y mirando fijamente a la señora frente a nosotros.
—¿A qué se refiere?— pregunté confundida, Felix me lo negó con la mano.
—Te lo explicaré después— respondió volteandome a ver por unos instantes para después volver a ver a la señora, le observe con los ojos entrecerrados, ¿por qué no me explicaba en ese momento? —Mire, no sucedió nada de lo que su mente retorcida este pensando en este momento— habló Felix.
—¿Entonces por qué no estaban en sus respectivas habitaciones?— preguntó aún desconfiada, lanzándome una miradita de desconfianza.
—Estuve todo el día de ayer buscando a mis amigos, cuando dieron el toque de queda encontré a Felix— murmuré ya que supuse que su mirada me decía que quería que yo respondiera está vez.
—¿Después?— preguntó sin expresión alguna.
—Fuimos por una Coca-Cola— respondió Felix, echando la espalda hacia atrás.
—¿Les tomo toda la noche ir por un Coca-Cola?— preguntó nuevamente con aquella sensación de desconfianza en su voz.
—¿Por qué no nos cree?— pregunté confundida y al mismo tiempo exasperada.
—Su historia no parece muy convincente, señorita— me miró por unos segundos. —¿Se rebajo a tener un revolcón en una cafetería?— preguntó con indiferencia, haciéndome abrir los ojos con desconcierto.
—¿Usted cree que...?— me interrumpí a mi misma, volteando a ver al rubio aún con la expresión de asombro en mi cara, Felix me asintió con la cabeza. —¡Pero no estábamos solos!— me queje y en cuanto me di cuenta de lo que había dicho me he tapado la boca con ambas manos.
—¡Señorita! ¿No le da pena?— dijo casi a gritos la señora. —Debería aprender a darse a respetar, ja, salir con dos chicos, Dios mío— me apresure a negarle con las manos.
—¡Señora!, ¿quiere escucharnos por una vez?— hable ya con la cara roja por la cólera. —Este chico es como mi hermano mayor, ¡Lo que está pensando está muy mal!— murmuré escondiendo el rostro en el escritorio frente a nosotros.
—Revisaremos las cámaras— respondió la señora después de un rato. —Esperen aquí— nos indico mientras salía por la puerta, dejándonos solos.
—¿Qué le pasa? ¿Está loca?— murmuré molesta aún con el rostro oculto, escuché la leve risa de Felix a mi lado.
—Es solo una confusión, irán a revisar las cámaras y tendrá que disculparse— respondió él, gire el rostro para poder observarlo, tenía el rostro mirando hacia el techo con los brazos cruzados por atrás de la nuca, ¿Cómo pudo imaginar algo así entre Felix y yo?, Me negué con la cabeza volviendo a ocultar mi cara ruborizada.
—En serio que quiero mi disculpa— musite molesta mientras pateaba el escritorio por lo bajo.

Al final habíamos esperado por lo menos una hora, cuando la señora del cabello castaño se digno a aparecer nuevamente por la oficina, entró sin decir las palabras que quería escuchar.
—Su castigo está listo, asegúrense de que los platos del desayuno, la comida y la cena estén relucientes— habló, la miré con el ceño fruncido mientras ambos nos poníamos de pie y comenzábamos a caminar hacia la salida del lugar.
—¿No se le está olvidando algo?—le pregunté tratando de que mi enojo no hablara por mi, la mujer me volteo a ver expectante.
—Oh, si. A la próxima no hagan cosas que se puedan malinterpretar— respondió regalándome una sonrisa arrogante, haciéndome salir de allí con un azotón de puerta.
Félix río por lo bajo, siguiendo mis pasos por detrás.
—Vamos, hay que desayunar para comenzar el castigo— comentó, lo miré con el rostro serio, el rubio extendió su mano hacia mi aún con esa sonrisa gatuna, rodeé los ojos con una sonrisa para después tomar su oferta y sujetar su mano. Que más da, el castigo ya lo teníamos. 

[...]

—¿Qué ustedes habían hecho qué?— preguntó Matt entre risas mientras estábamos en la mesa desayunando, lo miré con el ceño fruncido y señalándolo con un tenedor.
—No te rías. Ni siquiera se digno a darnos una disculpa esa vieja bruja— murmuré molesta mientras me llevaba un pedazo de comida a la boca, miré a Thomas fijamente, el chico no había dicho nada durante todo el rato que llevábamos ahí. Pobre Thomas. Toque su espalda en tres ocasiones, hasta que finalmente rodó el rostro para mirarme con el semblante serio, probablemente aburrido. parecía no haber dormido bien la noche anterior.
—Hey— le hable mientras despeinaba un poco su cabello. —Anímate un poco, ya estás aquí así que solo te queda disfrutar, ¿Sí?— lo anime,esperando su respuesta mientras le daba unas palmaditas en la espalda, el pelinegro me observó por unos segundos para después darme una sonrisa pequeña y débil que desapareció poco después, dirigía nuevamente mi mano a su cabello cuando Thomas la sujeto y la llevo a su mejilla, lo miré desconcertada por unos instantes pero no he tardado en acariciar con lentitud la mejilla del chico.
—¡Wa!— murmuró Matt dejando caer el trozo de carne que sostenía su tenedor. —¿Acaso ocurre algo entre ustedes dos de lo que no estemos enterados?— preguntó curioso, inclinándose más hacia nosotros.
—C- fui interrumpida cuando Hyunjin llegó a la mesa sentándose a mi lado.
—Escuche que los detuvieron por lo de anoche— habló volteandome a ver con una expresión curiosa, le asentí con la cabeza al igual que Felix, quien estaba del otro lado de la mesa. —¿Tienen idea de quién pudo decirle?— preguntó el pelinegro.
—Las chicas de mi cabaña, estoy casi segura— respondí sin mucho interés.
—¿Qué castigo les dieron?
—Lavaremos todos los trastes de hoy— respondió elrubio, encogiéndose de hombros mientras recogía su bandeja vacía y se ponía de pie.
—Así que aprovecha y come mucho el día de hoy, Hwang— respondió Matt recibiendo un golpe de parte de Felix. —Aún así comenté el triple— respondió el golpeado, recibiendo otra amenaza de parte del rubio hasta que finalmente se alejó de la mesa para llevar la bandeja, miré el reloj que se encontraba en la cafetería y, al igual que Felix, termine poniéndome de pie.
—Bien, yo también me voy, ya casi se acaba la hora del desayuno— respondí a la hora de tomar mi bandeja. —Adiós Hyunjin, Adiós Matt. Thomas, disfruta el día, por favor.

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora