Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!

Capítulo 25

—¡Esto está más aburrido que el campamento!— se quejó Matt echando la cabeza hacia atrás en el recargabrazos del  sofá, dejando el control de la consola botado en el otro sofá. Solté un suspiro largo y pesado colocando mi control a mi costado, echándole una miradita a la sala; Thomas estaba del otro lado del sofá, leyendo algún cómic; Matt se seguía quejando en la misma posición de hace unos instantes y Felix, lo miré con una ceja enarcada, el rubio tenía sobre la cara uno de los cómic que Thomas le había prestado, pero por su respiración lenta y serena supuse que se había quedado dormido en medio de su lectura.
—¿Se te ocurre algo interesante que hacer?— murmuró Thomas sin apartar la mirada de su cómic. Matt guardó silencio pensando seriamente y después de dos minutos el castaño chasqueó la lengua y se sentó de golpe en el sofá.
—¡Hay que ir al parque acuático!— intercambie miradas con Thomas para después fijarme en el radiante sol que había a fuera, esperándonos con aquellos rayos de sol calurosos, justo cuando me iba a negar la mano de Felix revivió, alzándose en el aire y habló:
—Estoy a favor, también quiero un chapuzón de agua para quitarme este calor.

Thomas y yo nos volvimos a mirar entre si, era obvio que ninguno de los dos quería dejar la comodidad del aire acondicionado que nos ofrecía su acogedora sala., así que me acerque a Lix con una sonrisilla. 
—¿Pasas por mi cuando regresen?— le pregunté picando su hombro, el rubio se apartó el cómic del rostro encontrándome con su mirada desaprovatoria, así que comencé a quejarme por unos minutos, pero Felix solo lo seguía negando una y otra vez.
—Hace mucho sol— se quejó Thomas, apoyándome. Le he señalado después de tronar los dedos.
—¡Eso! hace demasiado sol— repetí yo, Felix tiró de mi mano haciendo que me levantara del suelo y, sin soltar mi mano en ningún momento, me ha sonreído.
—El día perfecto para ir al parque acuático, ¿Cierto Matt?—soltó el rubio, este otro le asintió con la cabeza sonriendole de oreja a oreja. —Los vemos en la estación de autobuses en media hora— les aviso y Matt volvió a asentir poniéndose de pie de un solo brinco.
—No me obligues a dejar esta casa— le pedí cuando llegamos a la entrada de la casa de Thomas. 
—Vamos, Marcie, tú amas ir a los toboganes— soltó y yo deje escapar una risita sarcástica, ¡Si, cómo no! 

Al final Felix me obligó a salir de la comodidad de la casa de Thomas, hacia las calurosas calles de Australia. Mientras caminábamos hacia la casa trate de hacerlo cambiar de opinión, pero este no accedió en ningún momento.
— Felix— escuchamos a alguien llamarlo, volteando hacia nuestro costado para encontrarnos a Anne, le sonreí saludándola con la mano izquierda.
—¡Anne!— la llamé caminando hacia ella al igual que Felix.
—¿Qué hacen?— preguntó, mirándonos fijamente. Seguí su mirada hasta toparme con mi mano entrelazada con la del rubio.
—¡Ah!- musite soltando la mano de Felix, intentando que no fuera muy obvio. —Los chicos y yo vamos a ir al parque acuático, ¿Quieres venir?— pregunte, la chica pareció pensarlo un poco pero al final accedió con una sonrisa entre los labios. —En media hora nos veremos en la estación de autobuses— le informe, observando como Felix comenzaba a avanzar, me despedí de manera rápida para intentar alcanzar al chico.
—¡Hey!— lo llame alcanzando su paso, lo voltee a ver imitando sus facciones serías. —¿Estuvo mal que la haya invitado?— pregunte poco después, con el entrecejo levemente fruncido sin poder entender su comportamiento. 

»Narra Félix«

—Estuvo mal que hayas soltado mi mano, eso es lo que estuvo mal.— pensé, le negué con la cabeza sin detener mi andar, esperaba que dijera algo más, que siguiera insistiendo pero no lo hizo, solo guardó silencio y se enfocó en seguirme el paso

[...]

—Vuelvo más tarde— la escuche decirle a su madre cuando pase por el pasillo para bajar por las escaleras.
—Felix— observé a mi madre, quien me esperaba en los últimos escalones, le sonreí por lo bajo mientras me disponía hablar.
—Volv...- me interrumpió poniendo su mano en mi hombro, entonces supe que algo le preocupaba o le molestaba.
—Vayan con cuidado, cuida muy bien a Marcie y a Anne— le asentí con la cabeza volviendole a sonreír. 
Poco después escuche a Marcie bajando las escaleras hasta llegar a nosotros, la castaña miró a mi madre con una sonrisa tierna y terminó de bajar las escaleras por completo.
—Volvemos más tarde— dijimos al unísono cuando nos encontrábamos caminando hacia la puerta principal para salir de una buena vez.
—¿Traes todo lo que necesitarás?— le pregunte, observándola asentir con la cabeza mientras caminábamos por la calle.  —¿Bloqueador?—  insistí y volvió a asentir de la misma forma.
—Todo lo necesario— contestó, la vi agachar por unos segundos la mirada haciéndome hacer lo mismo. La miré de reojo con una sonrisa, ¿Estaba jugando a no pisar la raya?
Mire el reloj de en mi mano —Rayos— murmuré acomodándome la mochila en la espalda. —Se nos ha hecho tarde— le avise, aprovechando la oportunidad para volver a tomarla de la mano y salir corriendo rumbo a la estación de autobuses.

[...]

—¿Dónde estaban? El autobús está a punto de salir— se quejó Matt. —Marcie no te convenció de no ir, ¿Cierto?— le negué con la cabeza mientras trataba de recuperar el aliento al igual que la castaña junto a mi.
—No nos hemos fijado en la hora— habló ella mientras recargaba sus brazos en sus rodillas en intento por recuperar una respiración más normal.
—Chicos, ya tenemos que subir— habló la voz de Anne, Thomas asintió con desdén mientras comenzaba a subir los cortos escalones del autobús que estaba a unos metros de nosotros, deje pasar a Marcie primero para después seguirla hasta los asientos de en medio, pero este se había sentado con Anne, la miré pasando de largo sus asientos hasta llegar con los otros chicos. Matt reía por lo bajo burlándose de la situación.
—Te a cambiado por Anne— murmuró Thomas tratando de ocultar su tono burlesco y me fue imposible no rodar los ojos. Mire como ambas chicas hablaban animosamente entre, soltando risitas de vez en cuando y mostrándose alguna que otra cosa en el teléfono. 
—Cuando te imaginabas un día en el parque nunca creíste que estaría Anne, ¿Cierto?— preguntó Matt con diversión, rodé los ojos irritado. No importa, no voy a dejar que la presencia de Anne cambie mis planes, todo saldrá bien, estoy seguro.