Capítulo 40

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Sabía que era de mañana, no porque los rayos de luz me golpearan el rostro calidamente como solía suceder en las películas o en los libros. Sino más bien por los gritos de mi madre provenientes del primer piso, diciendo que fuéramos a desayunar. 
Me removí en la cama, sin recordar que Felix estaba a unos escasos centímetros de mi. Lo primero que pasó por mi mente fue; "Que te jodan, Marcie. Le has lastimado el brazo otra vez"
Pero al no escuchar ningún quejido de parte del rubio pude soltar el aire que había estado conteniendo.
—Buenos días— murmure en un bostezo mientras me volteaba hacia él. Felix estiro el único brazo bueno que le quedaba para después responder con las mismas palabras seguido de despeinar mi cabello.
—¿Qué tal dormiste?— me preguntó con una sonrisa risueña. —Creo que es la primera vez que duermo tan bien después de tanto tiempo— continuó él y yo reí por lo bajo.
—¿Con un brazo roto? Si, como no, Lix— le respondí. El rubio me sonrió de vuelta, estirándose para dejar un corto beso en mi mejilla. 
—¿Qué puedo decirte? Tu presencia me tranquiliza. 

[...]

—Mi brazo está bien, Marcie. Me has preguntado lo mismo desde hace dos días— se quejó el rubio, reí por lo bajo mientras le asentía. Miré por ambos costados en busca de alguna de nuestras madres, pero al ver su falta de presencia me he apresurado en besar la comisura de los labios del rubio.
—Solo quiero asegurarme de que no te duela en ningún momento— conteste mientras pasaba una mano por su mejilla izquierda.
—Me dolía hace un momento, pero con ese beso se me ha pasado, ¿Qué tal otro? El dolor comienza a volver— se quejó entre pucheros, le negué con la cabeza mientras me ponía de pie. —¿A dónde vas?— preguntó curioso, siguiéndome con la mirada en todo momento.
—Matt y Thomas no tardan en llegar— le respondí dirigiéndome a la sala para dejarme caer en el sillón individual.
—¿Para qué?— volvió a preguntar igual de curioso que antes, siguiéndome hasta la sala. Le mire con una sonrisilla de oreja a oreja, sacando de la manga de mi suéter distintos marcadores de colores y observando la expresión de pánico en el rostro de Felix, haciendo que todo se volviera más divertido. 

—¡No pongan cosas obscenas— se quejó el rubio tratando de mover el brazo, Matt y Thomas soltaron una risita de complicidad mirándose entre si.
—No lo haremos— le respondí concentrada en lo que escribía en el yeso.
—Lo digo por el par de idiotas que están a tu lado— murmuró de mala gana echándoles una mirada incriminatoria a los ya mencionados chicos.
—Vamos, Felix. Somos lo suficientemente maduros como para no hacer ese tipo de cosas—respondió Thomas con un toque de sarcasmo en su voz, Matt soltó una risa casi a soplidos.
—Yo no lo soy— respondió el castaño sin problema alguno mientras se apresuraba a dibujar en el yeso, haciendo que Felix se exaltara. Al final Matt solo bromeaba y terminó escribiendo una que otra frase de algún meme del momento.
—Por cierto...— alardeó Matt mientras inclinaba la cabeza unos milímetros. —¿El domingo les parece ir al cine? la monja ya se estreno— Thomas le asintió con la cabeza, indicándonos que estaba a favor de la propuesta de Matt. Pero al contrarió, Felix y yo nos miramos unos segundos, probablemente pensando lo mismo.
—No puedo— respondí un poco menos animada, mientras jugaba a seguir el estampado de la tela del sofá con mi dedo índice. Matt frunció el ceño confundido.
—Podemos invitar a Chris— agregó insistente, buscando una manera para que yo accediera, pero le volví a negar con la cabeza.
—En verdad no puedo, Matt— volví a repetir, Thomas miró a Felix en busca de alguna explicación, el rubio soltó un suspiro y se dispuso a explicar el porqué de mis palabras.
—El viernes por la noche Marcie debe tomar el vuelo de regreso a su país— la mirada de Matt fue hacia mi, después a Lix, para volver a mirarme nuevamente y decir un rotundo "qué" totalmente desconcertado.

Recosté la cabeza en el recargabrazos mirando hacia algún punto muerto de la sala.
—El verano acaba en cuatro días—  dije, soltando todo el aire que mis pulmones me permitieron —Tengo que ir a la escuela y hacer maletas— expliqué. Desde hace dos días, cuando ocurrió el incidente con el brazo de Felix no me había puesto a pensar en aquello. En que, cuando volviera a casa, tendría que hacer maletas. Irme con mi padre e ingresar a una nueva escuela.
—¡La han puesto triste, estúpidos!— se quejó Felix poniéndose de pie para dirigirse a mi y rodearme en un abrazo con su único brazo decente, reí por lo bajo mientras correspondía a su abrazo.
—Está bien, no pasa nada— le asegure.
—¿Vendrás el siguiente verano?— esta vez quien preguntó Thomas y sentí que Felix casi se volteaba a a golpearlo.
—Sigan con sus preguntas inoportunas y los correré de la casa— los amenazó, le golpee el brazo sano ante su actitud para después responderle a Thomas.
—Tratare, insistiré tanto que no les quedará de otra que traerme de vacaciones a Australia, para poder verlos y pasar las tardes con los cuatro.— volví a asegurar, creyendo en ello.
Matt hundió su rostro en sus rodillas llevándose la mirada de los tres.
—Ignorenme— balbuceó —Todavía no es la despedida y ya siento las ganas de llorar— continuó mientras sorbía su nariz, me acerque a él dándole suaves palmaditas en la espalda.
—No llores, Matt— le pedí con voz dulce, sintiendo el nudo en mi garganta al verlo así.
—Llorar no va con tu actitud— habló Felix, llevándose mirada amenazante de mi parte para después volver a centrarme en Matt.
—Yo tampoco quisiera que te fueras sin asegurarnos a la perfección que volverás—  soltó Thomas algo apenado.
Mire un segundo algún punto muerto del suelo soltando un suspiro, yo tampoco quería irme sin asegurarnos aquello, pero no me quedaba de otra, iba a tener que marcharme dejando aquella promesa media abierta y tratar de cumplirla desde allá.
—Lo siento, chicos— murmuré cuando Thomas se acercó hasta mi para abrazarme.
—Está bien, no tienes de que disculparte. No te preocupes—  respondió Thomas en un tono delicado y amable.
—T-Tenemos que hacer un día de campo antes de irte, será tu despedida— se apresuró a hablar Matt, quién se incorporaba de su deprimente posición. Felix asintió con la cabeza apoyando la idea que había dado el castaño.
—En la colina que te encanta— sugirió Lix mientras una sonrisa de lado se posaba en sus labios.
 —Eso sería sin duda lo mejor del mundo— respondí con sinceridad, sin apartar la sonrisa de mi rostro —Me encantaría. 



Se supone que en el Fanfic es día 18, y basándome en el calendario de México, verano acaba el 22 de este mes, por eso escribí que quedaban cuatro días uwu ❤

Espero les haya gustado la actualización

Por cierto, antes de que se acabe la historia quería preguntar, ¿Quieren que haga un último Q&A? Respondería cualquier cosas, sus más pequeñas dudas, o un imagina de algún personaje en tal situación uwu

Recuerden que pueden preguntar más de una vez, ya sea acerca de la historia o de mi, acepto preguntas personas uwu soy un libro abierto para ustedes

Si quieren el Q&A déjenme sus preguntas aquí mismo :3 para responderlas lo antes posible y continuar con los tres últimos capítulos

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora