Capítulo 32

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—Siempre lo supe— habló la voz desinteresada de Thomas, quien nos observaba de cabeza desde el sofá. Matt seguía con el ceño fruncido, observándonos en silencio.
—¿Cómo es posible?— se quejó cuando finalmente decidió hablar, Felix lo miro con una ceja enarcada y Thomas soltó una risilla burlesca.
¿Cómo es posible? ¿En serio Matt? Llevan conociéndose desde hace tiempo, era obvio que algún día uno de los dos daría el siguiente paso— Le explicó Thomas algo cansado del repentino comportamiento de su amigo.
—Mi propósito era conseguir un amor se verano— lloriqueo Matt pataleando en el suelo en tres ocasiones.
—¿Y yo iba a serlo?— pregunté entre risas, Matt detuvo su acción para mirarme con el rostro lleno de seriedad.
—No te rías, Marcie. Es realmente difícil acercarse a ti cuando este astuto gato siempre está rondando a tu alrededor— respondió Matt señalando a Felix de manera acusatoria con los ojos entrecerrados, el rubio se rasco la nuca soltando una risilla. —Es tu guardaespaldas— añadió Matt
—Soy su novio— lo corrigió Felix sujetando mi mano con delicadeza. Matt bufó exasperante volviendo a patalear.
—Pues bien por ustedes, espero que su felicidad vaya muy bien hasta que se acabe el verano y se dejen de ver.
Thomas lo miro con el entrecejo fruncido, pero aquello no hizo que Matt se retractara de sus palabras o se relajara.
—Y después vendrá el próximo verano— le respondió Lix con la voz tranquila y estrechando mi mano.
—¿Y cuántos veranos más serán así? ¿Tres, cuatro? ¿Cuánta gente nueva conocerán ambos durante el trayecto hacia el inicio del verano? Marcie tarde o temprano dejará de venir a Australia de vacaciones, Lee.
—¡Matt!— se quejó Thomas sentándose de manera correcta y lanzándole una mirada molesta a Matt.
—Cuando Marcie ya no venga de vacaciones aquí, será para ir a un lugar diferente. Ambos, y no precisamente para ir de vacaciones.— respondió Felix con un tono burlesco al responderle al castaño.
—¡Hey! ¿Van a comenzar a discutir por una chica?— les dijo Thomas incrédulo al ver aquella situación.
—No— respondieron ambos al unísono sin apartar la mirada del otro.
—De todas formas Marcie no es mi tipo— respondió Matt haciendo sonreír a Felix.
—Tú tampoco eres su tipo— le respondió el rubio recargando la espalda en el sofá.
Solté un suspiro frustrada, ¿En serio estaban discutiendo? Me lleve la mano desocupada a la frente, tratando de relajarme.
—Son un caso perdido— murmuré, Thomas negó con la cabeza mientras se ponía de pie.
—Su amor de verano no va a durar para siempre, ya lo verán— habló Matt haciendo que Felix se pusiera de pie aún sujetando mi mano, haciéndome repetir su acción.
—Nos vemos luego Thomas— se despidió el rubio de mala gana arrastrándome hacia la salida con él.

[...]

—Estás enojado— murmuré observando a Felix con la cabeza gacha. Hace rato que habíamos llegado a casa, habíamos jugado un rato, pero de un momento a otro el rubio detuvo la partida y guardó silencio. —Felix— lo llame pero por segunda ocasión no recibí respuesta.
Me baje de su cama y me dirigí a dónde él estaba, sentado en el suelo.
—Ey, si es por lo que dijo Matt solo tienes que ignorarlo...— ¿Cómo lo iba a ignorar? Se suponía que era su amigo... ¿Quién espera que uno de sus mejores amigos le diga aquellas cosas?
—¿Todo lo que dijo es verdad, no es así?— lo escuché murmurar, solté un suspiro bajando la mirada.
—Gato bobo— le susurré con una sonrisa de lado, sentí el peso de Felix en mi hombro cuando su cabeza se recargo contra este. —Puede que sea verdad— respondí mientras acariciaba su cabello con lentitud. —Pero también puede que no. Quién sabe, solo llevamos unos cuantos días en esta relación— lo escuché soltar un suspiro por lo bajo —Apenas empezamos, no dejemos que un futuro lejano, imaginario y frustrante arruine nuestro presente— proseguí,  aunque para ser sincera, aquel futuro imaginario y frustrante también me estaba taladrando la cabeza desde que Matt se atrevió a decirnos la verdad que no queríamos oír.
—¿De qué libro has sacado esa frase?— preguntó por lo bajo con aquel tono de voz bromista, sonreí de lado.
—Amores fugaces del verano— le respondí con grandeza.
El rubio giro el rostro unos centímetros para verme, encontrándome con una sonrisa divertida en su rostro.
—¿Y de qué va?— preguntó curioso, fruncí el ceño fingiendo tratar de recordarlo.
—Un australiano y una extranjera intentando tener un amor contra el caluroso reloj del verano— le respondí, Felix soltó una risita apartando la mirada de mi.
—Suena bastante cursi— respondió negándome con la cabeza.
—Todo el mundo tiene su lado cursi— le respondí.
—concuerdo contigo— dijo asintiendo con la cabeza, rodé los ojos sonriendole. —Como sea, ¿Cuál es el final de la historia?— preguntó volviéndome a mirar, observé sus pecas y se me fue imposible no llevar mi mano hasta su mejilla derecha, pasando mi dedo pulgar sobre aquellas adorables pecas.
—Aún no lo sé— confesé.
—¿Y cuál quieres que sea el final?— preguntó, lo miré a los ojos por unos instantes.
El menos triste— pensé cuando sentí formarse el nudo en mi garganta, le sonreí amargamente. —Quiero que no haya un final— le respondí mientras lo abrazaba con fuerzas e intentaba no soltar el llanto.
—Marcie— me llamó.
—¿Uhm?— murmuré sin apartarme de él.
—¿Estás llorando?— preguntó, le negué con la cabeza mientras ocultaba el rostro en su cuello.
—Es que la historia es muy conmovedora— me queje golpeando su hombro y apartándome de él. Felix soltó una risa. 
—¿Te han dicho que eres una llorona?—

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora