El saltarín conejito cruzo a toda velocidad, el tramo que lo alejaba del Alfa Zorro. Agitado, salto la valla alta, desobedeciendo a su hermano al encontrase en el jardín de aquella casona deteriorada. Dejo el pequeño bulto de ropa en el césped, para después sacudirse cual perro, agrandándose en el proceso, hasta que sus extremidades volvieron a ser humanas.
Viendo que había agarrado cualquier prenda, se lamentó al ver una de sus viejas camisas, esas que usaba para el trabajo. Sin oportunidad para volver porque podría ser descubierto, y malhumorado por su pésima apariencia, siguió su camino hasta la puerta principal. Estaba algo nervioso, después de todo no dejaban de ser depredadores y extraños, por lo que la opción de ser usado como alfombrilla para los pies, aunque exagerada, no era imposible.
Se removió incomodo, juntando el valor para cruzar un caminito descuidado, con hierbajos sobresaliendo descuidados por las fracturas en el piso de piedra. La maleza alta, las paredes descoloridas, donde las plantas no trepaban de forma amistosa, por el contrario, parecían estar comiéndose la estructura, en un aspecto deplorable e inseguro. ¿De verdad una persona enferma estaría bien allí?
Jimin arrugo su nariz y se dijo a si mismo que no. Necesitaba arreglos, que alguien limpiara el jardín, porque una caminata tranquila, aire fresco y un lindo paisaje eran cruciales para sentirse bien. Cuando él estaba enfermo, no había nada mejor que acostarse en el césped suave, o cuando estaba triste, nada lo animaba más que las fragancias, formas y colores de todas las plantas alrededor. ¡Eso es! Podía llenar de hermosos adornos aquel pasto desolado, aquello sanaría las dolencias del zorro. Aun mejor, él iba a proponer la idea y llevarla a cabo, así podría tener una excusa para seguir viniendo a la propiedad.
Con sus ánimos por los cielos, y aunque estuviera en su forma bípeda, se elevó en animados saltos, que hicieron crujir la madera de los peldaños al subirlos. Su avasalladora energía golpeo contra la decrepita madera, astillada ya sin el usual barniz de una puerta, con la cerradura oxidada y la manija para tocar pegada por una capa de sarro al lugar. Muy asqueado llamo con leves golpes de su pie, sobresaltándose al punto de sufrir un pequeño infarto, cuando el marco chirrió como una persona agonizando, abriéndose ante el aterrorizado Omega.
Al otro lado se encontraba Namjoon, quien miro al tembloroso conejito, quien dé la impresión dejo salir sus dos largas orejas, que temblaron agachadas en la esponjosa cabecita. Negó levemente divertido ante la escena -¿Qué haces acá cachorro?
Jimin se recompuso lo suficiente para cuadrar sus hombros, los cuales se habían encogido en una pose de defensa; enderezar tanto su espalda como sus orejas, mostrando la seguridad que no sentía ni tenía. A los ojos del Zorro era más como una terquedad caprichosa, típico de un niño curioso, buscando alguna clase de emoción fuerte al involucrarse con su depredador natural.
-¿Esta Yoongi en casa?- Nam se sorprendió por dos razones; la primera que el niño se refiriera a un mayor de forma irrespetuosa, y la otra por el tono igualmente informal, como si estuviera buscando a un amiguito de su edad.
-Niño, creo que tu hermano te dio una orden, deberías cumplirla y alejarte de los Zorros como se te dijo. No queremos problemas, Yoongi es un adulto retirado, no está en edad para jugar o cuidarte pequeño ¿Lo entiendes?- El Omega arrugo su nariz, dedicándole una mirada fija, donde sus ojitos negros se estrecharon en rendijas amenazantes, a la par que soltaba un leve gruñido, nada muy llamativo.
-Yo quiero verlo, por favor, no para jugar o que me cuide– Aunque esa posibilidad ponía ansioso a su animal interno, que deseaba empujar su cabeza entre los largos y cálidos dedos del Alfa, para recibir una sesión de mimos –Quiero proponerle los servicios de la jardinería Jumper.
-Como si te fuera a creer, ya hemos tratado de contratar personal para hacer remodelaciones, por lo que sé que ningún roedor o lepórido quiere acercarse a esta propiedad. Tu pequeño, eres el único loco- Jimin conocía las leyendas, como el miedo que generarían dos Zorros, pero no creyó que afectaría tanto a los amables habitantes, tanto así para negar un trabajo y por consecuencia, la ayuda a un cambia-forma vulnerable, era terrible.
-Con mayor razón deberían aceptar mi ayuda. Un hermoso jardín da una mejor apariencia, es agradable, los vecinos querrían acercarse. Pero si siguen con esta fachada de terror, no esperen que las cosas vayan a cambiar- El Alfa se negó, provocando un mohín en el Conejo, quien estaba convencido que sus palabras fueron muy convincentes. En definitiva solo un tonto rechazaría su maravillosa idea.
-Hey Nam ¿con quién estás hablando tanto?- La expresión del conejito se ilumino, tratando de encontrar una abertura entre la puerta y el gran cuerpo del Zorro.
Namjoon se guardó la maldición que bailaba en su lengua, no esperaba que su hermano terminara tan rápido de bañarse. Esos dos no debían cruzarse, solo sería problemático –Con el jefe de seguridad del pueblo. Estamos discutiendo sobre las inquietudes de los habitantes, así que no te preocupes- El Conejito miro totalmente enfurruñado al Zorro, no solo por mentir, sino por traicionar al otro Zorro. La afirmación tranquila de Yoongi, quien confiaba ciegamente en su hermano, sumado al hecho de que sus sensibles orejas captaban el sonido de pasos alejándose, lo hicieron saltar, literalmente.
Se elevó al único espacio que Namjoon no ocupaba, por encima de su cabeza -¡Soy yo!- Grito cuando la trayectoria de su salto lo posiciono en lo alto, ante la mirada estupefacta del Alfa en la puerta. Cuando sus pies tocaron de nuevo la madera, esta crujió hasta el punto de hundirse levemente, lo cual no le importo, volviéndose a impulsar en la misma acción, captando los ojos anaranjados de Yoongi, mirando en su dirección -¡Bolita de!...algodón- Jimin fue atrapado en mitad de su travesura, enfrentado a la enfurecida mirada de un depredador. Sus orejita bajaron a la par que su cuerpito temblaba por la amenaza, pero se contuvo, no chillo para llamar a sus familiares, lo cual era sorpresivo, porque su conejo confiaba en que el Zorro mayor lo iba a proteger.
CONTINUARÁ
(La piel de conejito de Jimin usada como alfombrilla)
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¡Que te seduce el zorro![1] /Yoonmin (Omegaverse)
FanfictionLos hermanos Jumper son muy conocidos por todos, por ser los tres conejitos más adorables que pudieras conocer en la pradera. Escandalosos al jugar, demasiado curiosos al saltar de aquí para allá, se meten en problemas con la misma facilidad que en...