House of Hades: "Negotiated"

2.9K 297 22
                                    






House of Hades: "Negotiated"

—Negociamos lo mejor que pudimos, pero el tipo no estuvo muy feliz de enterarse que eran hijos de Hades. De un momento para otro, me encontraba solo con un dios de la agricultura fuera de sus cabales, una chica medio muerta y de color verde, y un hijo de Hades transformado en una planta de maíz —contó Frank.

Si no hubiera estado tan enfadada aún, me hubiera reído de la situación. Sin embargo, seguía de malhumor.

Estábamos todos reunidos en la sala de encuentro. Como es usual, no estaba prestando atención a la conversación. Me encontraba sentada detrás de Leo, acariciando su cabello, y trenzando algunas partes.

El chico amaba que jugaran con su cabello, y estaba disfrutando mis masajes mientras escuchaba la historia del hijo de Marte.

Nico se había sentado lo más alejado posible de mí, y yo estaba perfectamente de acuerdo con esa decisión. Di Angelo tenía demasiados problemas de bipolaridad, que cada vez me molestaban más.

Por otro lado, los dos primeros días de relación con Leo habían sido maravillosos. Congeniábamos muy bien, y disfrutábamos de largas horas en la sala de máquinas charlando sobre objetos que estábamos diseñando.

—Decidí que lo mejor que podría hacer sería llevarlos todos hacia un puente, para así enfrentarlos a todos, pero en combates de uno a uno —Siguió Frank con su historia unos minutos después.

Debía admitir que la experiencia había sido interesante, pero no me resultaba divertida. Nico podría haber salido muy herido, y aun así no había querido que lo acompañase. Incluso luego de contarme que lo habían vuelto a transformar en una planta (no es que no le hubiera pasado antes: discutía bastante con su madrastra), no se acercó a pedirme perdón, sino que se limitó a ignorarme.

En cuanto Zhang terminó de relatar sus aventuras en la ciudad italiana, me excusé diciendo que tenía sueño, y que iría a dormir. Ya había estado de guardia la noche anterior, por lo que esta era mi noche libre.

Fui hasta mi cabina y me coloqué el pijama. Me preparé para acostarme, lavándome los dientes y cepillando mi cabello. Cuando volvía a mi habitación desde el baño, me encontré con Nico entrando.

Bufé al recordar que ambos compartíamos la habitación de huéspedes, pero me adentré en el camarote de todas formas.

Di Angelo me dedicó una mirada indiferente mientras esperaba a que yo cerrara la puerta para quitarse su camiseta. No se molestó en reemplazarla con nada, y aún sin nada cubriendo su torso, se dirigió hacia la puerta con su cepillo de dientes en la mano.

Carraspeé antes de que llegara a su destino. Él se volvió.

—¿Sí? ¿Puedo ayudarte en algo? —dijo con un deje de burla.

—Podrías empezar con disculparte.

Alzó una ceja.

—No tengo que pedir perdón por nada.

—Ah, ¿no? —repliqué—. Creo que tengo algunas cosas que recomendarte. Empezando por el haberme dejado una marca en mi muñeca que aún sigue allí, el hablarme mal, el no dejarme ir contigo... ¿Quieres que siga?

Rodó los ojos.

—¿Qué acaso no piensas que quizá prefiero cuidarme solo para no arriesgarte más a ti?

—Seguro, cualquier excusa te sirve —discutí—. Yo puedo cuidarme sola.

Soltó una carcajada sarcástica.

—Claro, por eso tuve que ayudarte a huir del Inframundo, y salvarte así de que te secuestraran, ¿no?

Fruncí el ceño.

—Ya sabes que no me gustó que hicieras eso. No quiero que nadie más se sacrifique por mi seguridad.

Bufó.

—Creo que es un poco tarde para decirlo —contestó enojado—. La próxima dímelo antes de permitir que me encerraran en una maldita vasija.

Le lancé una mirada de odio.

Tomé una manta de los pies de la cama y me dirigí a la puerta, pasando junto a él.

—Espera —Me giré. Su expresión ya no era de enfado, sino más bien de confusión—. ¿Adónde vas?

—Como si te importara —dije—. Dormiré con Leo. Le molesta que lo destape por las noches, pero por lo demás, no se queja tanto de mí.

Nico abrió la boca para contestar, pero se decidió por guardar lo que tenía para decir. Apretó los puños, y se acercó a mí.

—Vamos —habló—. Déjame abrirte la puerta.

how we met;; di angelo [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora