The Titan's Curse: "Battled"

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The Titan's Curse: "Battled"

Debo admitir que solo me llevé bien con Nico durante los primeros veinte minutos.

Luego de entender cómo funcionaba el juego, y de haberme dado cuenta de que a ninguno nos gustaba perder, decidimos dejar de jugar. Terminamos enfadados el uno con el otro, aunque el chico pálido de llevó la peor parte.

¿Quién hace enojar a una hija de Poseidón que se encuentra justo al lado del agua?

Nico terminó mojado completamente, y yo me llevé una buena reprimenda por parte de mi hermano y Bianca.

Es por eso que no estaba muy feliz cuando me enteré de que estábamos en el mismo equipo en el juego de Captura la Bandera. Como casi siempre, mi puesto estaba cerca de nuestra base. Me encargaba de cortarles el paso a los campistas que quisieran llegar a nuestra última línea de defensa. Al chico nuevo le dieron el mismo trabajo, y se encontraba parado a tan solo unos cinco metros a mi derecha. Llevaba una espada demasiado grande para él, al igual que su armadura. Sin embargo, se las arreglaba bastante bien para aguantar el peso que ambas cosas suponían.

Cuando pasaron unos diez minutos desde que el juego había empezado, y nosotros seguíamos sin divisar a alguna cazadora, empezó a tirar mandobles al aire. Al parecer, quería practicar un poco antes de la acción.

Obviamente estaba haciéndolo mal.

Habiendo tomado clases de espada durante casi dos años, y siendo una perfeccionista sin arreglo, decidí acercarme.

—No se hace así.

Él alzó la mirada, y me miró con rencor. Yo alcé mis hombros.

—No te necesito —dijo.

—Solo me ofrecí a enseñarte cómo se hace. ¿Quieres que lo haga o no?

Suspiró.

—Bien.

Sonreí de costado, y me puse junto a él.

Comencé por enseñarle cómo atacar. Le mostré los puntos en donde la gente tendía a ser más débil, y le dije cómo aprovechar la diferencia de altura entre los campistas más grandes y nosotros.

Cuando consideré que atacaba lo suficientemente bien, me coloqué frente a él, y empecé a mostrarle cómo defenderse.

Pasamos unos diez minutos en ello, y luego nos enfrascamos en una batalla de verdad.

Claro que yo hacía movimientos lentos, intentando no aprovechar el hecho de que Nico recién aprendía. De todas formas, lo hacía bastante bien, y para cuando escuchamos que el juego había terminado, ambos estábamos sentados junto a un árbol, exhaustos.

—¿Qué fue eso? —preguntó.

—El juego terminó —Me levanté y le ofrecí mis dos manos. Él las miró con curiosidad—. Ven.

Lo ayudé a levantarse y él murmuró un "gracias".

Me había disculpado por lo de antes, y habíamos decidido empezar de nuevo.

—Estuviste genial.

Me sorprendió su cumplido.

—Gracias, tú también.

Ambos sonreímos, y caminamos hacia el grupo de gente juntos.

how we met;; di angelo [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora