Epílogo

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-¿Acabó? ¿Realmente lo hizo? -pregunta Adren.

Todos asienten, en ese momento Adren comenzó a llorar mientras Elías observa su mano.

-Está bien, ya puedes sacar todo lo que tenías guardado -dice Karkemish.

-¡Padre! -exclama el Merlin.

En ese instante se acerca Biná mirando de reojo a Agalariept.

-Te lo agradecemos -dice la Sephirot.

-Aún si dices eso ¿Qué es lo que harán ahora? -cuestiona Elías.

-Buscar un nuevo rey. Tal y como hemos demostrado, las tres facciones hemos fracasado -dice Jojmá.

Biná mira a su discípulo, dedicándole una sonrisa.

-¿No quisieras serlo tú? -pregunta la mujer demonio.

-¿Y-Yo? -El peliazul se señala a sí mismo.

Una cierta demonio que no había aparecido hasta ahora se acerca a Kéter quién abre los ojos sorprendiendo a todos.

-....lo siento -Fueron sus palabras.

-¿Podrían dejarlo marchar? -pregunta Asmodeus.

Elías asiente mientras todos lo ven sorprendidos, excepto Zavebe.

-Con esas heridas no sobrevivirá más allá de éste día -explica la niña.

-En todo caso, ¿Qué dices? -pregunta Biná a Agalariept

El peliazul se rasca la cabeza, Zavebe le da un codazo y mueve la cabeza en señal de aprobación.

-Hazlo -dice Karkemish-. Seguramente contigo al mando será una grandiosa nación, quién sabe, quizás logremos la paz.

Agalariept suspira mientras Behemoth se acerca a su lado.

-Veré con mis propios ojos la gloriosa nación que crearás -comenta el no tan antiguo demonio de clase alta.

Todos ríen, Agalariept se despide junto con Behemoth mientras todos marchan.

-¿Volvemos? -pregunta Elías.

Todos asienten.

Zavebe sonríe mientras se mantiene quieta.

-Supongo que puedo quedarme un poco más -dice la albina.

-¿Un poco? -pregunta Elías.

-Lamentablemente, aún si Lucifer murió, no permanecerá así por mucho tiempo -dice Zavebe asustando a todos-. Tranquilos no reaparecerá aquí y aún si lo hace sería como un recién nacido.

Todos sueltan un suspiro aliviados por esa información.

Con eso en mente todos volvieron mientras Elías hacía una sonrisa complicada.

Al regresar todos hacen una gran fiesta por la victoria frente al verdadero demonio.

Una fiesta que duró desde la noche hasta el amanecer. Todos se sentían relajados por primera vez en lo que parecía ser mucho tiempo.

Al día siguiente empezaron las reparaciones de los reinos, siendo Elam recontruido nuevamente.

Aquellos seis que lucharon pasaron a la historia como grandes héroes, pero a medida que pasaban los días, Elías se muestra más y más desgastada.

-Ven -dice Zavebe.

La pelinegra la sigue tropezando numerosas veces en el camino.

Las dos se toman de la mano hasta llegar a la cima de un edificio.

-¿No te parece hermoso? -pregunta la albina.

-Te tienes que ir, ¿Verdad? -cuestiona Elías.

Zavebe cierra los ojos y al voltear hacia Elías los abre.

-Pues sí.

Ambas se quedaron en silencio, pero, Zavebe se acerca y se levanta de puntillas dando un beso en la frente de Elías.

-Cuídate hijo -dice sonriendo.

Unas partículas de luz se despegan desde la albina, quién al decir eso, recordó a Elías a aquél hombre al que admiró, sonrió.

-Me gustaría volver a verte -dice la pelinegra.

-Una cosa más -Zavebe se acerca a Elías con su mano cubierta de energía roja.

Zavebe apuñaló a Elías en su pecho.

-....cuida bien de esa niña, ¿Sí, mocoso? -Fue lo último que dijo antes de desaparecer.

Elías revisa su pecho sin encontrar ninguna herida.

-......

La pelinegra sólo sonrió.

-Ahora que lo recuerdo. Sin ella aquí ¿Quién me volverá hombre?

Elías jamás lo supo, pero, lo que Zavebe hizo fue extender su tiempo de vida a cambio de parte de su poder.

El tiempo pasó y los tres reinos se hicieron más grandes e influyentes que nunca.

Los demonios formaron una alianza bajo el mandato de Agalariept.

La familia real de Soleil, adoptó un nuevo miembro ahora conocido como Alisson de Soleil.

Todo siguió mejorando año tras año.

Todos crecieron, se casaron y tuvieron hijos.

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Una luz voló hacia el cielo, llamando la atención de alguien que permanece sentado mientras lee un libro.

Aquél sujeto pudo ver la luz desde un lejano continente.

-¿Finalmente se fueron? -preguntó aquel hombre.

Fin.

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