Gran Cambio

Extra 2.-Misterios

—De seguro que es un lugar extraño —dice Katherine.

Elías salta al agujero, le da su mano a la reina de Elam y la ayuda a bajar.

Todo esto ocurrió unas semanas después de la derrota de Lucifer.

—Gracias por acompañarme —dice la pelinegra.

—Tranquilo. Aunque me sorprende ser la única —dice la chica—. Entonces, ¿Qué venimos a hacer aquí?

—A investigar. Quizás nadie se percató de ello, pero, la corriente bestial se ha detenido casi totalmente —dice Elías.

—No lo recuerdo —dice la reina de Elam.

—Es como si algo nos hubiera estado reteniendo mucho tiempo aquí —dice la pelinegra.

Al avanzar observan una biblioteca llena de pergaminos.

—Conque ustedes son los que vencieron a Lucifer —dice una tercer voz.

Ambos voltean pero no hay nadie.

—Descuiden —dice la voz claramente de mujer—. Me conocen por Fleix, soy la encargada de vigilar a Zavebe.

—¿Y qué se te ofrece? —pregunta Elías.

Ambos no bajan la guardia en ningún momento.

En un simple momento, Elías y Katherine se encontraban flotando por encima de las nubes.

Pudieron ver un gran contienente, rodeado por una ahora débil corriente de agua.

En el sur de dicho continente se encuentra un pequeño archipiélago que forman juntos una estrella de cinco picos.

—¿Qué es eso? —pregunta la reina.

—Su hogar —responde la voz.
Al girar su vista, observaron otro cuatro continentes, sólo que estos se encontraban totalmente carentes de vida y color, con excepción de uno al otro lado del globo.

Más, éste tenía su propio problema. La radiación despedida impedía que cualquier forma de vida se desarrollara.

—¿Q-Qué se supone que es todo esto? —cuestiona Katherine.

—Su mundo. Cómo pueden ver, dado lo aislado de su continente es el único dónde la vida pudo seguir existiendo —explica la voz.

Entonces, regresaron al mismo lugar de antes.

Al regresar, aquella voz pareció desvanecerse, pues nunca se les volvió a escuchar.

Un pergamino cae. Al abrirlo se quedan impactados.

—Los Homunculos no fueron preparados contra Lucifer, sino contra una amenaza casi igual de peligrosa —susurro Katherine.

—Esto, simplemente es demasiado —dice Elías.

—...supongo —murmura Katherine recostandose en el hombro de Elías.

El mundo, es mucho más grande de lo que creían.

Simplemente no podían haberse imaginado en sus vidas aquellos.

Más la interrogante permaneció abierta, ¿Por qué la corriente se detuvo?

"No hay nada" Fue una respuesta que resonó en la mente de ambos cuando pensaron en que habría en los otros continentes.

Ciertamente, eran los seres vivos en ese continente eran los únicos en todo el mundo.

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[Mucho tiempo atrás]

Un sujeto cierra un libro mientras una tormenta se acerca hacia él.

—Los "humanos" son muy interesantes —dice el sujeto.

Con una túnica blanca larga que cubre todo su cuerpo se puso de pie.

El sujeto es calvo, tampoco tienen ningún vello en todo el cuerpo. Sus dientes se han caído, su piel es de un tono gris y sus ojos rojos.

—¿Tú eres...? —El hombre mira a un albino delante de él.

—¿Tú eres un humano? —cuestiona Zavebe.

El joven que vino siglos antes de que todo comenzara.

—En eso te equivocas, en éste planeta ya no hay ningún sólo humano —dice el sujeto.

—Ninguno, excepto tú. Responde ¿Cómo un humano pudo haber sobrevivido? —cuestiona Zavebe—. Vamos, dime. Paeias.

El sujeto sonríe.

—No lo sé, pero, ¿Llamas a esto estar vivo? —pregunta—. Si tan sólo me hubiera convertido en un homunculo como el resto.

Zavebe se puso en guardia.

—No haré nada, no hay forma de que pueda ganar ¿Verdad? —dice mientras vuelve a tomar asiento y continúa ojeando un libro.

Sí, aquél sujeto que esperó durante mucho tiempo, y aquél cuya existencia fue olvidada.

—Pero, antes te voy a sellar —comenta Zavebe.

Cierto, no importó cuanto tiempo pasase, el sello nunca se debilitó.

—Algún día.....Algún día......

Fin.