Gran Cambio

Capítulo 4.- Rumbo al reino de plata.

—¿Por qué tengo que volver al reino? —Se queja Elías tambaleándose.

—Deja de quejarte pareces una chica —dice Jesús para luego comenzar a reír.

—¡¿De qué te burlas?! Te mataré —reclama la pelinegra.

La Asmoth amenaza al príncipe con su puño, quién comienza a correr siendo seguido por la chica.

—¡Vuel- —Elías se choca con la espalda del rubio—. ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué te detienes?!

Frente a ellos, los tres vándalos miran a un perro malherido. Los tres hombres están cerca de un árbol al lado derecho del camino de tierra.

—'ye herman' ¿Qué hecemo'? —cuestiona el vándalo del pañuelo.

—Supongo que habrá qu-

—¡Alejense! —exclama Jesús cargando contra el vándalo rubio.

Elías recuerda lo último que pasó y se cuelga del príncipe evitando que siguiera atacando al vándalo. El hombre rubio mira al príncipe con sus ojos verdes.

—Yo. ¿Cómo están pareja? —pregunta el vándalo haciendo una pose de rap.

—Moisés, el cachorro —comenta el vándalo corpulento.

El cachorro comienza a cerrar los ojos mientras que el vándalo del pañuelo se quita su pañuelo y lo usa de camilla para después empezar a correr en dirección al pueblo.

—¿Qué fue eso? —cuestiona la pelinegra.

—Ni idea —responde Jesús.

El dúo observa como los tres corren desesperadamente al pueblo. Moisés muestra un rostro de preocupación.

Durante unos momentos, a Elías le pareció ver la viva imagen de Jesús en Moisés, descartandola inmediatamente ya que de seguro sólo es una coincidencia.

El príncipe mira seriamente al vándalo rubio, como si le hubiera conocido de antes.

—¿Jesús? —musita la pelinegra.

—N-No es nada —contesta el príncipe.

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—¡Jajajajajajaja! Que historia la que te has montado —exclama Evan.

Frente al trono del rey Elías está junto a Jesús, la pelinegra no muestra alguna emoción a diferencia de la rabia del príncipe por no poder hacer que su padre crean en sus palabras.

—Entonces jovencita ¿Cuál es su nombre? —pregunta amablemente el rey.

—Ya se lo he dicho, majestad —responde la ahora chica.

—No tienes por qué seguir con esto —comenta Evan.

—Si duda de mi palabra ¿Por qué no me pone a prueba? —cuestiona la Asmoth.

Un brillo es reflejado en la pupila de ambos. El rey de Soleil sonríe mientras se pone de pie haciendo que Elías le mire hacia arriba para después deprimirse.

—Ah~ No es como si me importara ser alto, para nada —balbucea Elías mientras hace círculos invisibles en el suelo con su dedo.

—Definitivamente lo es, pero, ¿Cómo fue que te convertiste en chica? —pregunta el rey.

—Fue una poción mágica, pero, quién lo hizo al parecer no sabe si siquiera hay una forma de revertirlo —contesta Jesús.

—Hm. En todo caso ¿Por qué no van a dormir? Después de todo ya es algo tarde —propone Evan.