"Verbatim" | Avengers | Peter Parker

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❝Cualquiera puede mirarte, pero muy pocas veces encuentras a alguien que ve el mismo mundo que estás viendo tú.❞
—Mil veces hasta siempre, John Green.

Selena revolvía su café constantemente mientras miraba cada alrededor de su habitación pensativa. Habían restaurado la electricidad hace unos minutos (con su ayuda) y recién había tenido el tiempo de poder descansar y simplemente pensar en lo ocurrido.

Ese chispazo, ella nunca había logrado ejecutar algo como eso; su poder nunca había adoptado tal intensidad. Era casi increíble que todo el problema lo hubiera originado ella.

Quizás ni siquiera la llamen de nuevo para estudiarla con todo el desastre que había provocado, no le sorprendería que en dos días la echaran de la institución y tuviera que volverse una vagabunda.

Probablemente tendría un perro llamado Toby y rondaría por las calles sin rumbo alguno buscando comida entre los basureros.

El millonario ni siquiera le había soltado una palabra en el trayecto a la zona de control, lo único que le había dicho eran instrucciones de como ayudar para que la energía regresara.

Él no podía enojarse ya que todo esto lo provocó él, él quiso que lo hiciera; no puede culparla. Él provocó todos esos sentimientos en ella, él provocó la ira.

En medio de sus pensamientos la puerta fue tocada, ella se levantó a abrirla preguntándose quién sería. Quizás era Pepper o el mismo señor Stark para anunciarle su expulsión, o quizáz era el capitan para venir a reprocharle.

Pero al otro lado solo estaba el único chico de su edad en el edificio; ni siquiera había tenido algún tiempo de pensar en él.

—¿Estás bien?— le preguntó con timidez, no sabía si la chica estaría dispuesta a recibir visitas en ese momento.

Se encogió de hombros con una media sonrisa y le dejó pasar, era la primera vez que él entraba a su cuarto; a la vez que era la primera vez en toda su vida que un chico entraba a su habitación. Y a pesar de que su cuarto anterior era mucho más desastroso, la vergüenza aún no desaparecía.

Su cuarto estaba decorado por algunas pequeñas luces blancas y en las paredes dibujos que ella había hecho, nada de cuadros ni nada de recuerdos; ya que no tenía con quién compartirlos.

Selena se sentó en su cama mientras Peter se quedó parado justo al lado de la puerta con ambas manos en los bolsillos.

—Puedes sentarte si quieres.— le ofreció Selena dándole pequeños golpecitos a la cama justo enfrente de ella.— Es decir hemos dormido juntos en la misma cama, no es la gran cosa.

Peter asintió y le hizo caso, colocándose justo enfrente de la castaña, la colcha era suave y el colchón era bastante blando; lo único que tenía de distinto a la suya es que era un poco más pequeña y que era de color crema.