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Todo el mundo tiene el poder,
no lo ven porque no lo entienden,
dan vueltas y vueltas durante horas,
tú y yo, tenemos el mundo en nuestras manos

—Alesso - Heroes.

A penas Selena entró a la sala de entrenamiento, todas las luces del lugar se prendieron, dejando ver un montón de máquinas de ejercicio vacías

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A penas Selena entró a la sala de entrenamiento, todas las luces del lugar se prendieron, dejando ver un montón de máquinas de ejercicio vacías. Claramente no habría nadie debido a la hora, y es que la castaña creyó buena idea ir a ejercitarse a las 5 de la mañana debido a que no podía dormir y estaba dando vueltas en la cama hace ya unas horas.

Así habían sido los últimos cuatro días, no había hablado con casi nadie y estuvo entrenando por su cuenta. A pesar de haber perdonado al señor Stark seguía sintiéndose extraña y molesta, aunque ni ella sabía exactamente qué era lo que más le molestaba.

No había hablado con nadie más que con Pepper en sus clases particulares, ni siquiera con Peter y es que había hecho de todo para evitar a la mayoría de sus conocidos de aquél lugar. Comía a deshoras para no ver a nadie y se saltaba los entrenamientos colectivos, se sentía como una adolescente con una rabieta pero era mucho más que eso para ella.

No lo hacía necesariamente porque estaba molesta con ellos, y es que aún lo estaba, pero tampoco quería soportar todas esas miradas de compasión y lástima que el entregaban, miradas de "Te mentimos pero lo sentimos al ver tu cara de perro triste". Se sentía triste y frágil, y vaya que odiaba ese sentimiento con toda su alma. 

Fue directamente a su objetivo de aquella sala, uno de los cuatro sacos de boxeo blancos que se encontraban en el fondo. Se puso los guantes con su nombre que tenía en su casillero y comenzó a golpear con fuerza aquél instrumento. 

Recordó la cara de Stark y cuales creía que eran sus verdaderas intenciones: "No eres demasiado buena para esto, Selena, mejor te quedas aquí y así no nos estorbas". Claramente no había usado esas palabras nunca, pero la inseguridad de la castaña le hacía creer de que de eso se trataba todo realmente.

Golpeó con más fuerza el saco, increíblemente sus manos comenzaron a dolerle a pesar de usar los guantes, pero no le importó.  

Ella era Selena Stonem, había descubierto siendo tan solo una niña que podía hacer cosas que otros no, fue tratada de loca, de demonio y obligada a ocultarse por años; intentando controlarse y aprender por sí misma aquella faceta suya tan peculiar. 

Ella era Selena Stonem, capaz de quemar un edificio entero ¿Y le creían así de débil? 

No se dio cuenta de que otra persona había entrado a la sala y que estaba presenciando como la chica se desquitaba agresivamente con el saco, si no fueran tan resistentes, aquél hubiera salido disparado hace ya un rato. 

—Niña ¿Estás bien? 

Estaba tan concentrada que aquella interrupción le asustó, provocando que soltara una pequeña electrocución a aquella persona. Algo que aún no podía controlar, era su poder cuando la asustaban y que, con lo distraída que era la chica, sucedía demasiado. 

"Verbatim" | Avengers | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora