Capítulo XIII

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Preparativos


La sensación amarga aún se deslizaba filosa en su garganta, un sentimiento de frustración que envolvía cada fibra de su ser, cómo pudo ser tan estúpido para pensar siquiera en enfrentar al hombre que en su ser lleva el olor a sangre impregnado como un perfume funesto de su falta de compasión. Sólo a un completo idiota se le ocurriría tal insensatez. Aunque no lo pudó evitar, imaginar que aquel hombre deplorable le había hecho algo malo a la joven rubia que se hallabá en frente suyo lo desquicio por completo.

De hecho aún podía apreciar los tenues vestigios que mancillaron la delicada piel blanquecina de la joven rubia. Aquella se había encargado de aclarar el terrible episodio del cual fue victima y que con todo el dolor de su orgullo tuvó que admitir la milagrosa intervención de Castiel. Bufó mientras posó su mirada color jade sobre ella, quien se encontraba con la mirada turbada mientras Felicity la habría cubierto con una manta y Annet se había encargado de no apartarse de ella ni por un segundo.

Él permanecía de pie, frente a las tres recriminandose internamente por no tener la fortaleza para cuidarlas y protegerlas de alguien tan siniestro como Castiel o aquel hombre que había lastimado a Uranía.

-Lo siento no debí irme así. -La suave voz de Uranía lleno la estancia. A su lado la pequeña Annet la mantenia abrazada con cálides intentando reconfortarla.

-Descuida, no fue para menos tu reacción. -Felicity quien había tomado asiento junto a Annet y Uranía, mantenía entre sus dedos una húmeante taza de té observó a Uranía fijamente. - Sin embargo, fue muy imprudente.

La rubia cabizbaja exhaló desanimada, era cierto. Si tan sólo no hubiese huído hacía la nada tal vez se habría evitado la terrible experiencia provocada por aquel humano repugnante; aunque a pesar de ello seguía en su corazón una especie de angustía por presenciar como el Dross le arrancase la vida de un sólo golpe.

Tragó grueso para luego perderse en el perfil de Felicity, por un instante deseó ser aquella elfa contar con ese gesto imperturbable y valentía para enfrentar a Castiel.

«Deberas resistir y casarte con Castiel. Soportar hasta que pueda volver ¿podrás Uranía?»

Aquellas palabras dichas por Felicity al mostrarle el viejo libro de la familia Veron retornaron a su mente y no la dejaban pensar con claridad ¿Sería capaz de resistir? O peor aún ¿podría sobrevivir a Castiel?

Ella una estrella sin poderes y sin idea de como regresar al cielo junto a sus hermanas contra un hechicero oscura cuya maldad rebasaba la de un humano cualquiera. Sin duda estaba en una clara desventaja, con la única posibilidad de estar dispuesta a aceptar el compromiso aún sin saber de que se trataba hasta que Felicity lo mencionó a detalle ¿Podría Uranía resistir el peso de aquel castigo? Porque según Jacob los compromisos se hacían por amor, pero Castiel Dross no tenía una intención amorosa. Aquel ansiaba algo de Uranía, su luz, su poder. Era algo que la joven estrella tenía más que claro.

Moriría en manos de Castiel.

Pero había de aceptar que Felicity le ofreció una oportunidad de escapar que a pesar de requerir paciencia era un foco de luz entre las tinieblas. Cerró los parpados y estrecho entre sus dedos el contenido de la cajita encontrada por Felicity sintiendo un vacío enorme.

« -Esa roca fría y negra en algún momento fue la fuente de vida de una estrella caída hace 15 años en Scarleth. - Felicity mostraba una hoja suelta del libro, provocando que el corazón de Uranía se retorciera de dolor al comprender la dura realidad. Aquella roca oscura había sido el corazón de su hermana Aliter. - Según lo escrito aquí, el padre de ustedes dos. - Señalando a los Veron. -Presencio la escena cuando inicio su investigación en las cordilleras. Pudó ver como el monarca Roch al asesinar a la estrella caída se deshizoó del cristal cuando la energía que estaba dentro suyo se desvaneció junto al cuerpo y la vida de la estrella. El señor Veron la buscó y resguardo consigo.

UraníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora