Capítulo XXX

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Caos en Scarleth

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Caos en Scarleth

Fue inminente el caos desatado en aquel salón.

Los invitados comenzaron a correr despavoridos en cuanto un grupo de hombres de armaduras color negro y rojo invadieron cada rincón. Algunos guarda espaldas y soldados de Scarleth alzarón petulantes sus espadas y demás armas dispuestos a luchar ante el arremetido ataque contra el reino, buscar defenderse de la amenaza de aquella mujer que con una sonrisa macabra recorría la estancia con un caminar pausado deleitandose con el escenario.

El corazón y la mente de Uranía se encontraban distante, concentrada en encontrar a Castiel desde que vió la cabeza de Roch en aquel charco de sangre. Porque si el rey cayó entonces ¿qué podría esperarle a su mano derecha? ¿Cuál era el destino que le deparaba a Castiel?

Nada más y nada menos que la muerte.

Una dolorosa y terrible muerte. Aquello sólo acrecentó la angustia que se apoderó de su ser mientras intentaba percibir algo más a través del anillo, esperando anhelante que Castiel se percatará de su miedo y apareciera frente a ella sano y salvo.

Pero no era así.

Por ello cruzó el salón sorteando el caos de la batalla con dificultad, agradecida de que Nevra se hubiese desvanecido en medio de todo aquello, quizás ocultandose de la amenaza ante la caída del rey. La joven estrella alcanzó a ocultarse detrás de una de las ornamentadas colunmas del salón y cuando asomó su cabeza unos segundos su mirada se llenó de sorpresa, Kassia sujetaba una espada y luchaba cómo una fiera su mirada color jade resplandeció con emoción mientras en sus mejillas y frente se vislumbraban marcas de color violeta en forma de espirales y rayas. En su frente un resplandor rubí se intensificó.

«¿Qué es ella?»Se preguntó.

Estaba tan ensimismada en la pelirroja que había descuidado su propia seguridad. Para cuando se dió cuenta de su error su delgado y delicado cuerpo fue embestido con brutalidad, sacándola de su escondite y siendo arrojada por una ventana inmensa hacía afuera del salón directo contra el piso.

Por un instante sintió que algo crugió con fuerza dentro de ella y un quejido brotó de sus labios. La joven estrella actuó rápido y rodó sobre su propio cuerpo justo antes de que un objeto de hoja filosa se estrellará a escasos centímetros de su rostro. Horrorizada sus ojos siguierón el camino de aquella arma.

Un hombre de gran tamaño se alzó ante ella. Su armadura de color negro y rojo lo cubría de pies a cabeza y sostenía en su mano izquierda la filosa lanza que casí la traspasa. El hombre apenas le dio unos segundos para reincorporarse a medias antes de volver a atacarla con su arma. Fue todo un logró para Uranía moverse y esquivarlo con el dolor en las costillas y la rapidez de su atacante. Estaba segura que no duraría mucho.

Tragó grueso cuando fue derribada por el enorme brazo tan duro cómo roca de aquel soldado.

La máscara rojiza que había ocultado sus facciones ahora yacía agrietada en el piso a una gran distancia de ella. El sabor metálico llegó a su boca mientras la sangre emanaba en un delgado hilillo por la comisura de sus labios. Se mantuvo milagrosamente de pie, quejandose por el dolor. Cerró los párpados cuando vió la punta de la lanza acercarse y no encontró escapatoria.

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2019 ⏰

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