No me olvides (Harry Styles) (TERMINADA)

CAPÍTULO 3: Un despertar extraño

CAPÍTULO 3 (Parte 1): Un despertar extraño

Kiara podía oír a Paul llamando a Harry para que fuera a hacerse unas fotos con los invitados. Ella ya sabía que a Paul no le gustaba que Harry y ella pasaran tanto tiempo juntos, Kiara era una "distracción" según él, pero Harry nunca le hacía caso. Notó como Harry se alejaba y como ya no podía notar su respiración sobre sus labios. Abrió los ojos y le vio mirando hacia al suelo algo avergonzado. Luego se giró mirando hacia Paul aproximándose a ellos.

HARRY: ¿Qué pasa? — preguntó con un toque de molestia en la voz.

PAUL: Tus invitados quieren hacerse fotos contigo y los demás. Ah, hola Kiara — dijo percatándose de su presencia.

KIARA: Hola Paul.

PAUL: Harry vamos, que los demás ya están ahí esperándote.

HARRY: Ahora voy. Kiara, vuelvo enseguida, ¿me esperas?

Ella se acababa de acordar del regalo que había dejado en el coche.

KIARA: Por supuesto. Además, tengo que ir al coche a por tu regalo. Lo dejé ahí por si se perdía.

HARRY: Te dije que no hacía falta.

KIARA :¿De verdad creías que te iba a hacer caso?

Se rieron y Harry la miró una última vez antes de irse con Paul. La joven se quedó sola en mitad de la pista durante unos segundos. Luego se dirigió hacia la puerta para bajar al parking a por el regalo. Lo que Kiara no sabía era que Harry la vio bajar al parking y segundos después a un hombre que no había visto en su vida ir detrás. Algo no iba bien.

Kiara llegó al coche y lo abrió con la llave para adentrarse en él, pero mientras cogía el regalo del asiento del copiloto notó una mano fría en su hombro. Se dio la vuelta rápidamente para ver quién era. Un hombre medianamente joven, de unos 30 años la miraba fijamente, poniéndola los pelos de punta

– : Hola — dijo con voz escalofriante.

KIARA: Hola ¿Te puedo ayudar en algo?

– : Sí, puedes estarte quieta y dejar que yo haga el resto.

KIARA: ¡¿Qué?!

– : Que no te muevas.

De repente la agarró del brazo empujándola contra el coche. Ella intentó soltarse de su agarre, pero era demasiado fuerte y la empezó a apretar más y más el brazo. No podía hacer más que retorcerse de dolor, provocando que se agachara ligeramente. Soltó un grito de dolor cuando le torció el brazo. 

– : Cállate, te dije que no te movieras.

La volvió a coger del brazo, esta vez apretando aún más fuerte y agarrándola de tal manera que se lo rompió. Kiara pegó un grito de dolor, pero él rápidamente la tapo la boca para que nadie la oyera. Aprovechó para morderlo, causando que apartara la mano quejándose pero aun sin soltarla. La miró enfadado y la empujó contra el suelo. 

Kiara oyó a alguien aproximándose rápidamente hacia vosotros, pero el hombre no quería haber perdido el tiempo y la empujó contra la pared. La chica sintió un fuerte golpe, llevándose la mano a la cabeza, y mirándosela solo para descubrir que la tenía cubierta de sangre. Le costaba moverse y se le empezó a nublar la vista hasta el punto en el que veía borroso. Lo último que vio fue a una figura pararse delante suya después de llegar corriendo. La figura giró la cabeza hacia donde ella estaba y rápidamente le propinó un puñetazo en la cara a su atacante, se cayó, y en esto la figura le pegó una patada en el estómago. Mientras el otro se retorcía de dolor, oyó a la figura decir su nombre. Reconoció su voz, era inconfundible. Mientras se agachaba para ayudarla, ella dijo su nombre antes de quedarse inconsciente.

KIARA: Harry.

CAPÍTULO 3 (Parte 2): Un despertar extraño

Kiara empezó a abrir los ojos lentamente, veía las cosas un poco borrosas. Los abrió del todo en un intento por aclararse la vista, recuperando buena parte de la misma. Se encontraba en una habitación blanca iluminada por una ventana a su izquierda. Estaba tumbada en una cama con un brazo escayolado. Por la puerta de la derecha entró un hombre con bata blanca y gafas, pelo castaño claro y corto. Se acercó a donde ella estaba mientras le miraba algo asustada, cogió la ficha que estaba colgada al final de la cama y se presentó.

MÉDICO: Hola, soy el Doctor Pérez. Estás en el hospital Santiago Ferian.

Miró la ficha antes de continuar.

MÉDICO: Y tú te llamas Kiara por lo que veo, ¿Cómo te encuentras?

KIARA: No sé  — dijo ligeramente preocupada.

MÉDICO: ¿No sabes cómo te encuentras?

KIARA: No, que no sé si me llamo Kiara.

Se la quedó mirando alucinado, pero esa era la verdad, no se acordaba de cómo se llamaba. La joven se quedó pensando en nombres que la sonaran de algo, pero ninguno coincidía con el que había mencionado el médico. Salió corriendo de la habitación para al rato volver diciendo:

MÉDICO: Ya veo lo que pasa, acabo de revisar tu archivo y parece ser que todo coincide.

KIARA:¿De qué está usted hablando?

De repente entró alguien corriendo en la habitación, no llevaba uniforme ni bata así que no podía ser nadie del hospital. Le miró por un momento asustada ya que vino corriendo posicionándose a su lado para abrazarla. El chico era realmente hermoso, pelo castaño rizado, ojos verdes, y unos labios rojos preciosos.

– : Kiara, cuanto me alegro de que estés bien — dijo aliviado.

KIARA: Perdona, ¿Te conozco?

La miró extrañado. Se volvió hacia el médico rápidamente con la intención de que le explicara qué estaba pasando. El médico le miró y abrió la boca queriendo aclarar sus dudas; pero el chico se volvió hacia ella de nuevo sin dejarle contestar.

– :¿Cómo que quién soy? Soy Harry, tu mejor amigo.

KIARA: Yo no conozco a ningún Harry.

La volvió a mirar horrorizado, ahora sí dejando hablar al médico.

MÉDICO: Parece ser que el golpe que recibió en la cabeza al darse contra la pared pudo haber provocado más lesiones de las que pensábamos.

KIARA: ¿Qué golpe? Yo no recuerdo haberme golpeado la cabeza en ningún momento.

El médico la miró pero no la llegó a contestar. Volvió a mirar al chico que se llamaba Harry, quien se encontraba realmente nervioso a la espera de una explicación por parte del médico.

MÉDICO: Padece amnesia.

Al oír esto, el chico se derrumbó, cayendo al suelo. 

Por eso por mucho que lo intentara no podía acordarse de nada sobre sí misma. Padecía amnesia. Lo único que estaba claro era que ese chico, Harry, sabía mucho, al parecer era su mejor amigo. Él la podía ayudar a saber más sobre su vida, y sobre sus relaciones. Kiara no estaba segura, pero sentía algo especial cada vez que le veía. No le conocía, pero, inexplicablemente, su presencia la reconfortaba.

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