Nevenka.
Mi mente ha estado en otro lado todo el día, me han regañado en todas mis clases y casi me gano un castigo en Matemáticas. No he prestado atención a nada más que a Bruce y su acto de anoche.
Estaba bastante confundida sobre lo que sentía ahora, y una de las cosas que más odiaba en la vida era sentirme confundida. Estaba saliendo todo bien con Thomas y viene Bruce y me besa sin previo aviso, lo peor es que apenas lo conozco.
Ni siquiera habíamos dado ese paso con Thomas, con suerte nos tomábamos de las manos y solo besos en las mejillas. Lento pero seguro.
El problema era que ahora no sabía si era segura nuestra relación. Maldito Bruce.
-Tierra llamando a Galliano- una mano paso por mi cara despertándome de mi trance.
-¿Ah?, perdona ¿qué me decías?- estaba sentada en las mesas de picnic con Mariah una Andy de mejor humor.
-Te estaba contando lo de mi noche con Chris- dijo Mary rodando los ojos, creo que era como quinta vez que lo relataba.
-Creo que de tanto repetirla, ya me sé la historia de memoria Gómez- le dije cansada.
-¿Pero qué les pasa? Deberían apoyar mi emoción, no tratar de hundirla- creo que se estaba enojando.
-Nadie está tratando de hundirla, solo es que la recargas mucho cuando fue una noche bastante… novedosa para las cuatro Mariah, no solo para ti- Andy estaba apoyada en su brazo.
Mariah enojada se levantó tomando su bolso y se fue. Creo que nos estamos tomando las cosas demasiado personales.
-Al parecer la hiciste enojar- le dije a Andy.
-Ya se le pasará, pero debe aprender que no todos deben estar felices al mismo tiempo que ella.
Tomé un libro de mi mochila y comencé a leer con música de mis audífonos. Strauss colocó su mochila debajo de su cabeza y al igual que yo, escuchaba música pero con los ojos cerrados.
Un largo rato paso cuando sentí movimiento en la mesa. Me quite un audífono y Andy me respondió antes de que preguntara.
-Maureen está mal, ha peleado con León.- se colgó su bolso- ¿vienes?
-Yo creo que paso, tú eres más… eres como la psicóloga del grupo, creo que con tu compañía es suficiente.- Asintió, se despidió con un beso en la mejilla y se alejó.
-¡Hola Newman!- escuche la voz de la pelo liso. Creo que me estaba avisando o molestando.
Solo ella sabía que algo había pasado con Bruce y eso que no le había dicho qué. En verdad creía a veces que era una bruja o algo, siempre lo sabía todo cuando se trataba de nosotras.
-Hola Strauss, luces bien- le respondió.
-Gracias, tú también.
Mi madre me enseño que espiar es malo, pero un poco no hacía daño. Más si se trataba de las acciones de mis amigas con chicos.
-Emm... tengo que hacer algo, ¿hablamos luego?- Andy corto su conversación. Bien.
-Ok, nos vemos.
No escuche más palabras, por lo que tranquilamente coloque mi audífono en su lugar y seguí con mi lectura. Lo pensé un momento y mi cerebro volvió a funcionar.
Andy me había dado una señal de que Newman estaba cerca, así que tenía dos opciones:
O corría en este momento, O me quedaba para hablar con él si es que se acercaba.
Tomé mis cosas con una velocidad impresionante y a paso rápido, bueno más bien trotando, Salí en dirección al edificio de habitaciones. No podía verlo a la cara todavía.
Toque tres veces en la puerta de Mau, me gritaron que pasara. Andy tenía abrazada a Maureen y le acariciaba el cabello. Tenía los ojos un poco hinchados y la nariz rojiza.
Se había plantado un llanto más o menos grande.
-¿Cómo estas pequeña?- me acuclille enfrente de ella y tome su mano.
-Mejor, es solo el momento, ya sabes- se encogió de hombros. Tenía la voz un poco rasposa todavía.
-¿Y por qué pelearon? Eran como la pareja perfecta. No me digas que por una estupidez- enarqué una ceja.
Andy paró de hacerle cariño y Maureen se sentó derecha. Ambas se miraron.
-Llama a Mary, tenemos que contarles algo- mandó Andy.
A los minutos llego agitada nuestra última amiga. Sus rulos estaban alborotados por haber venido corriendo.
-Ya. Estoy. Aquí- respiro hondo.
Nos acomodamos en forma circular en el piso de la habitación. Me hacía recordar a nuestras pijamadas en Australia.
-Mamá me llamó el otro día para decirme que al final de la semana tenía que viajar a casa. Y en ese viaje también viene Maureen.
-¿Y nosotras qué?- aún estaba enfadada con Andy, lo notaba en su dura mirada.
-No vienen, solo nosotras dos.
-Ahora viene la parte más intensa.- Mau jugó con sus manos- Puede que yo no regrese con ustedes.
-¿QUÉ?- gritamos yo y Mary al mismo tiempo.
-Mis padres están buscando cupos en Canadá. Y quieren que estudie allá si se mudan.
-Pero tienes que decirles que te quieres quedar con nosotras. Somos tus mejores amigas- dije incrédula.
-Estoy tratando de ver la forma de convencerlos, pero hasta ahora sigue todo en sus manos.
-Por eso pelearon con León, no quiere que te vayas- dijo Mary entendiendo- bueno es lógico que se molestara, pero no tiene derecho a tratarte mal por algo de lo que no es directamente la culpa.
Todas asentimos dando la razón a lo dicho.
-No me veo siendo solo tres, ¿Qué pasará con la Harley?
-Cassie puede correr por mí.
-No será lo mismo Foster- lo dije en forma de regaño.
-Como sea, debemos ser fuertes como siempre y seguir siendo ganadoras- sonrió Andy.
Nos levantamos y cada una fue a hacer sus deberes.
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Locuras Adolescentes
Teen Fiction¡Sinopsis! Cuatro amigas adolescentes totalmente diferentes, viven en la ciudad de Sídney, Australia. Su vida es bastante particular, ya que en el día son adolescentes que se aburren de su escuela, hablan de cosas triviales y son comunes; no son pop...