Prólogo: Conociéndonos
Era un caluroso viernes en la tarde, las escuelas estaban teniendo sus últimas clases y todos ya querían salir a realizar sus típicos planes de fin de semana, ir a fiestas para tomar hasta borrarse, achucharse con alguien, típico de fiestas de adolescentes descontrolados. Pero esto no formaba para nada parte de los planes de Mau, Neve, Andy o Mariah.
Ellas tenían que pasar la tarde acomodando tuercas y arreglando sus preciadas motos, las cuales les proporcionaba mucho dinero, que ocupaban en caprichos sin que sus padres supieran. Sus padres no tenían idea de que sus hijas realizaban tales hazañas, ya que ellas siempre utilizaban la escusa de dormir en la casa de la otra para salir de casa tranquilamente. Cuando sus clases terminaron fueron a casa de Mariah a planear estrategias y pasar la tarde.
-¿Hoy correremos con los de siempre? – Preguntó Neve, una chica delgada y morena de ojos marrón.
-Sí, la cosa no cambia para nada-contesto la chica de pelo crespo, Mariah- Siguen siendo nombradas como las “chicas superpoderosas” son tan estúpidos para inventar nombres-rodó los ojos.
Las cuatro chicas rieron por la expresión.
-En todo caso hay que agradecer que gracias a lo lentos que son, ganamos nuestras cosas- Se encogió de hombros Mau, una chica de contextura normal y estatura baja, cabello liso, ojos cafés al igual que todas sus amigas.
-Es verdad-dijo Andy, que es la más alta de las cuatro, cabello liso y cuerpo normal- Si no hiciéramos esto, con suerte nos alcanzaría para comprar algo en el almuerzo, las mesadas de nuestros padres son algo poco al lado de nuestro “sueldo”-Hizo comillas.
Todas estuvieron de acuerdo al comentario y comenzaron a preparar sus motos para las competiciones. Guardaban sus motos en el garaje de la casa de Mariah porque sus padres nunca preguntaban detalles, tenían a su hija fichada como una niña buena, por lo que no colocaban problema.
-¿Recuerdan como obtuvimos nuestras motos? Me encanta esa historia- Sonrió Andy, mientras limpiaba la cadena de su moto Yamaha color verde oscuro.
-Siempre que me acuerdo me rio- carcajeo Maureen- como no recordar la historia de mi bebé- abrazo su Harley burdeo.
Se oían rumores en la escuela de que por las noches se realizaban carreras de motocicletas, pero eran ilegales, nadie sabía quien participaba, pero se decía que se ganaba mucho dinero si tenías talento. Esto cautivo al grupo de amigas, que de inmediato se colocaron a pensar como conseguirían una moto hasta que los padres de Neve viajaron a Inglaterra en un viaje de negocios y le dejaron una tarjeta por emergencias… ellas lo consideraron una emergencia y compraron las motos sin que los padres de la chica se enteraran. Mariah era la única que se opuso a correr, pero dijo que las apoyaría en lo que necesitaran. Cuando comenzaron a correr, todos se dieron cuenta de que eran buenas en el rubro, por lo que las apuestas a su favor llegaron rápidamente y con el rellenaban el gasto de las motos en la tarjeta para cubrir todo rastro de la compra.
-Ni me lo recuerdes, si bien me siento genial arriba de mi Ducati- acaricio el vehículo azul oscuro- estaba como loca pensando como tapar el dinero- hizo una mueca Neve.
Mariah interrumpió la conversación con una risa y luego se coloco seria
-Ya, mucha conversación y muy poco trabajo, a las 8 esas cosas deben estar listas para volar traseros, y ustedes deben arreglarse y avisar de que “dormirán en mi casa”.
ESTÁS LEYENDO
Locuras Adolescentes
Novela Juvenil¡Sinopsis! Cuatro amigas adolescentes totalmente diferentes, viven en la ciudad de Sídney, Australia. Su vida es bastante particular, ya que en el día son adolescentes que se aburren de su escuela, hablan de cosas triviales y son comunes; no son pop...