Maureen.
He estado demasiado distraída con León, tanto que ahora he llegado tercera. Me sentía muy frustrada conmigo misma; tendría que entrenar y ordenar mis tareas.
Se me habían quitado todas las ganas de festejar con las chicas. León me había pedido disculpas luego de nuestra pelea y habíamos estado recuperando el par de días perdidos ahora. Me iría mañana junto con Andy, y para ser sincera mis ganas de irme eran cero.
-¿Qué hay?- Andy se sentó conmigo en el sillón del garaje.
-Nada, solo estaba pensando en el viaje de mañana- suspire.
-Yo no sé si quiero irme ¿sabes?, digo, no está mal volver a ver mi casa y a mis padres, pero disfruto de la belleza de Londres- sonrió levemente.
-¿A que le tienes miedo Andy?
Su cara expresaba preocupación por algo.
-A no volver a ser la misma, a no volver aquí- bebió de su cerveza.
-Pero si me dijiste que estabas bien, que todo estaba normal- me estaba preocupando.
Ella miraba un punto fijo. Sus ojos brillaron por un momento, como si se le hubieran asomado lágrimas.
-He estado muy estresada y ocupada estudiando Maureen. He sido una maldita irresponsable- se secó una lagrima, intentando ser dura.
Me acerqué a abrazarla. Mierda, su madre se volvería paranoica y la internaría si había bajado mucho de peso.
-¿Cuánto?- susurre.
-Dos días sin comer, un vaso de agua- lloriqueo.
Cerré mis ojos aliviada. Podía haber sido peor, pero para ella lo era.
-No es tan malo Ann. No morirás por eso- la mire tierna.
Ella asintió con la cabeza y en sus ojos vi esperanza. Sabía que ella no recaería en manos de sus demonios. Así como yo le prometí que yo no lo haría en los míos.
Se fue luego de estar acompañándome un rato, me dio ánimo para la siguiente competición y se fue a conversar con unos chicos de afuera.
Me levante del sofá destartalado y me fui a dormir, no quería que llegara el día siguiente, pero no podía detener el tiempo.
En mi cama se encontraba acostado un sonriente León. Le sonreí devuelta pero con la mirada confundida, se supone que se había ido a dormir hace bastante.
-Hoy es tu último día aquí- logro pronunciar.
-Posiblemente.
Se levantó y camino a paso lento hacia mí.
-Quiero disfrutarlo al máximo.
Tomó mi cintura y me beso salvajemente. Respondí el beso gustosa. Él tenía razón, debía aprovechar al máximo mis últimas horas con él.
Caminamos a ciegas por la habitación hasta que mis piernas toparon con la orilla de la cama. El aire me estaba faltando, pero León se separó de mí para besar mi cuello. Creo que sé para donde iba esto.
Sonreí interiormente.
Comencé a tirar de su camisa, por lo que me miro a los ojos, como si me preguntara si de verdad iba a pasar. Solo hice un asentimiento con la cabeza y el quito su camisa dejando ver su torso desnudo.
Lo admire hasta que me interrumpió con un beso. Me tiro a la cama y se posicionó encima de mí, sin dejar de besarnos.
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Locuras Adolescentes
Fiksi Remaja¡Sinopsis! Cuatro amigas adolescentes totalmente diferentes, viven en la ciudad de Sídney, Australia. Su vida es bastante particular, ya que en el día son adolescentes que se aburren de su escuela, hablan de cosas triviales y son comunes; no son pop...