Cap. 40: Descubierta

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Nevenka.

La temperatura del cuarto estaba al límite. Bruce era lo mejor para relajarme. Mientras dibujaba por milésima vez la cara de la chica muerta, el vino a mi puerta y sin hablarme ni nada, se abalanzo contra mí y la verdad es que no opuse resistencia. Lo necesitaba.

-Bruce- gemí ante su contacto.

Cada vez me gustaba más estar con él. Era demasiado excitante. Pero todo el rollo se cortó cuando la puerta se abrió de golpe.

-¡Nevenka te mueres por saber que…!- grito Maureen, pero paró en seco- ¡Dios mío perdón!- con una sonrisa entre avergonzada y divertida cerró la puerta.

Creo que ha sido lo más vergonzoso que me ha podido pasar.

-Dijiste que la puerta estaba con seguro- dije en su pecho.

-Pensé que nadie nos interrumpiría- se mordió el labio. Mierda, era muy sexy.

-Pues creo que ese fue el problema, pensaste- reí.

-¡Hey! Eres mala- hizo un puchero muy tierno. Luego comenzó a hacerme cosquillas.

-¡Ya basta!- me faltaba el aire.

Como no paraba, enrede mis piernas a su cadera y en una maniobra, lo volteé quedando encima de él. Tome sus manos para que no siguiera.

-Bien, ya paré- calmo su risa- ahora dame mi beso de despedida, debo ir a estudiar- estiro los labios haciendo una mucha chistosa.

-No te daré nada, me has metido en un lío inmenso con Maureen- fingí enojo.

-Tarde o temprano se iba a enterar Nevenka. Yo pensaba que ya lo sabía- frunció el ceño.

-Bueno, ahora lo sabe. Pero me quería ahorrar la zona de detalles. Ahora tendré que contar TODO- rodé los ojos.

-Te lo ahorras diciendo que soy el mejor en la cama- cerró un ojo.

-Ya quisieras Newman.

-Sabes que lo soy, ahora mi beso- me acerco a él.

Junte mis labios con los suyos y nos dimos un beso lento. No quería que se fuera, porque cuando lo hiciera, volvería a dibujar lo mismo una y otra vez.

-Adiós- abrió la puerta y en silencio se retiró por el pasillo.

Suspire con una sonrisa en mis labios. Este chico era muy especial para mí.

Hice la cama y ordene mi habitación, tarde o temprano vendría Maureen con su interrogatorio. Me tendría que ordenar mentalmente para contarle todo lo que ha sido mi “relación” con Bruce. Pero tenía miedo a una pregunta.

¿Qué somos en realidad?

No podría contestar a esa pregunta por qué no lo sabía. Eso era algo que me daba constantes vueltas por la cabeza. ¿Y si para él era solo diversión? Para mí no lo era en absoluto. ¿Y si encuentra otra chica y me deja? Me sentiría vacía y probablemente engañada. El amor me había puesto bastante idiota.

Entiendo que Andy no quiera involucrarse con nadie. El amor es un problema que te retuerce la mente y te martiriza a cada momento.

-Toc-toc –una voz cantarina sonó en el umbral de la puerta.

-¿En serio? ¿Ahora tocas la puerta?- dije en tono acusador.

-¡Perdóname amiga! ¿No me digas que he jodido el momento?

-Joder, lo has hecho- rodé los ojos frustrada.

-Mierda, la he cagado- murmuro Maureen- pero eso te pasa por no contarme, perra- cerró la puerta tras de sí.

-No había encontrado la oportunidad, pero te lo iba a decir- deje mis cuadernos ordenados y me senté en la cama con Mau.

-Ahora me tendrás que contar todo- hizo énfasis en todo.

Asentí y comencé a relatar mi historia. Hasta yo misma me emocionaba al contar cada detalle, cada frase. Ella solo me miraba con una sonrisa, pero no decía nada. Reservaba sus comentarios para el final.

-Y su última visita fue cortada por una pequeña interrupción- dije sarcástica.

-¿Me perdonaras? Soy una de tus mejores amigas y no me habías contado de tu ligue… creo que estamos a mano.

-Está bien. Ahora, dime que es lo que no me podría creer- antes de cortar la pasión, recordé que Maureen vendría a contarme algo.

-He hablado con Mariah, y ha hecho una muy buena propuesta. Pero no sé si creerle, por lo que debemos pensarlo todas juntas.

Me hablo de su conversación sin omitir frases. La verdad es que estoy como ella. No sé si creer.

-Andy la odia más que ninguna. Dirá que es una trampa, y probablemente ira a encararla. Y golpearla.

-Pero… ¿y si nos consigue buena información?- insistió.

-Yo soy imparcial. Fue mi amiga por mucho tiempo, por lo que la sigo queriendo. Sé que es una estúpida por dejarnos, pero ahora que lo veo y con todo esto de poder conseguir información… no estaría nada mal enterarnos de un par de cosillas- fruncí mis labios reflexiva.

-Podríamos guardar el secreto entre nosotras, no decírselo a Andy- dijo mi amiga.

-Si se llegara a enterar moriríamos Maureen, y no quiero morir joven- inquirí.

-Cierto… como sea. Deberá aceptar que son dos contra uno, por lo que hablare con Mary y le diré que aceptamos la propuesta. Pero si nos traiciona… sabe que somos chicas sin límites ni piedad- guiño un ojo.

-¡Chicas malas!- levante mi puño y ella lo choco con el suyo.

Por lo menos podríamos descifrar que tipo de chica era en realidad Teresa. Sus amigas no cooperaron en nada, es más, se cambiaron de internado para no seguir con los recuerdos. La policía viene cada día por medio.

Necesitábamos saber quién mato a esta chica, y en caso de algo más peligroso, evitar otro asesinato.

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