Cap. 31: Linda Vuelta A Clases

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Maureen.

Sigilosamente corrí hacia Andy y salté encima de ella, haciéndola tambalear.

-Joder, que casi nos matas- se quejó.

-Pero que felicidad… ¿Y a ti qué te pasa?

-¿De verdad quieres saberlo?

Su cara estaba sombría, daba escalofríos tan solo verla.

-Dilo rápido que me estas matando.

-Mariah se ha cambiado de bando.

En mi cabeza trataba de procesar la idea pero no la comprendía.

-¿A qué te refieres con que se ha cambiado de bando?- mi voz estaba llena de confusión.

-Esta de mejor amiga con Danielle Prior y las simias de sus amigas, eso es cambio de bando.

Mis ojos se abrieron automáticamente como platos. No podía creer que después de tantos años juntas alguna de nosotras se cambiara, más todavía con ese tipo de gente y sin motivo alguno.

-¿Le han hecho algo? No creo que se haya ido por nada Andy.

-Mierda, que he llegado, deje mis cosas en mi habitación y baje a esperarlas. Pero ya había sido recibida…- paso una mano por su pelo con frustración- perra maldita. ¿Y si se vuelve tan zorra como ellas? ¿Y si cuenta nuestras cosas?

-Cálmate niña, que conocemos a Mariah y no es tan estúpida. Bueno, eso espero. Mira- la tomé por los hombros- si cuenta algo de nosotras, o llega a ser tan perra; te prometo que entre las dos la hacemos mierda.

Con una sonrisa de alivio Andy asintió y me abrazo fuertemente.

-Te extrañe zorrilla.

-Yo también perrilla- le respondí.

Llevamos mis cosas a mi habitación. Este año nos tocaba a todas en el mismo piso, algo positivo.

-¿Ya viste el uniforme?- le pregunte mientras tiraba el bolso encima de la cama.

-Sí. No esta tan mal, pero ugh… odio vestirme como el resto.

Abrí mi armario y lo examiné rápidamente. Tenía razón, no estaba tan mal. Podría vivir usando eso. Ordene mi ropa mientras comentábamos las vacaciones, pero nos interrumpió un toque en la puerta.

-Yo abro- Andy se levantó de la cama- León.

De inmediato mi corazón se aceleró. Mi sonrisa paso por toda mi cara.

Andy se hizo a un lado y lo dejó pasar, pero dejó la puerta abierta.

-Yo… voy a buscar… una cosa- señalo algo hacia fuera- te veo luego.

Se fue dejándonos solos. Él cerró la puerta y yo me acerque a él abrazándolo. Puse mis manos alrededor de su cuello y lo atraje hacia mí para besarlo.

Sus labios seguían siendo tan suaves como la última vez que seguíamos juntos. Sus manos igual de cálidas permanecían en mi espalda, acariciándola. Y su cabello era increíblemente sedoso.

-Al parecer me extrañaste- pegó su frente a la mía.

-No te imaginas cuánto.

-Lamento no haberte llamado, pero mis vacaciones fueron un caos y me quitaron mi teléfono…-lo callé con un beso.

-Ya estamos juntos, te perdono. Mi vida también ha sido un caos estos meses de vacaciones-bese su mejilla-Mañana comienzan las clases…- recordé.

-Contigo, creo que será una linda vuelta a clases.

-Eres todo un tierno ¿lo sabías?

-Sí, si lo sabía- rio.

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