Capítulo 7

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Jimin se hizo a un lado dejando entrar a su hyung aún sin creerse lo que éste dijo hace unos momentos.

Cuando por fin salió de su trance se giró hacia Yoongi y lo miró con duda.

-Hyung, no se lo tome a mal, pero no creo que usted me pueda ayudar con mi resfriado - habló con timidez, sonándose la nariz al sentir los mocos querer salir.

Yoongi miró a Jimin ofendido por sus palabras.

-¿Qué quieres decir con eso? - preguntó con escepticismo, entrecerrando los ojos, analizando las siguientes acciones del rubio, el cual se comenzó a sentir más nervioso.

Jimin no quería sonar grosero, pero no podía estar cerca de su hyung tanto tiempo y a solas sin hacer algo. Sin exagerar, el rubio podía decir que Yoongi le había hablado más en esos precisos momentos que desde que llegó a la escuela hace unas semanas.

-Para tu información, mocoso - habló de nuevo el pelinegro al no recibir respuesta por parte del menor -. Mi mamá es enfermera y sé perfectamente cómo tratar un simple resfriado.

Jimin lo miró por unos segundos como para comprobar que no mentía y tras estornudar de nuevo le indicó a Yoongi que estaría en su habitación y que él podría subir cuando le avisara.

Al ver a Jimin desaparecer por el pasillo, Yoongi se apresuró a sacar su celular y buscar en su navegador "Como tratar un resfriado".

Porque si, su madre era enfermera, en eso no mentía. Lo hizo al decir que sabía como curar el resfriado, pues cada vez que su madre se acercaba a él para hablarle sobre medicina, Yoongi huía diciendo que debía hacer tu tarea o que tenía que ordenar su habitación.

De entre tantas opciones optó por una que se veía sencilla, la cual consistía en colocar en la frente de Jimin una toalla pequeña mojada con agua tibia.

Olvidando que esa no era su casa, dejó el celular en la mesa del comedor y entró a la cocina, sacando una olla y llenándola de agua a la mitad, para después pasarla a la estufa y prender un quemador en donde la colocó. Le puso la tapa y se encaminó al piso de arriba, subiendo los escalones de dos en dos. Debía de preguntarle algo a Jimin.

Vio como la puerta de la izquierda estaba semi abierta y se aproximó a ella. Sin siquiera tocar primero, Yoongi empujó la puerta para que pudiera ver mejor el cuarto.

La imagen que presenció era digna de ser fotografiada.

Atrapó a Jimin in fraganti. El rubio se estaba paseando de un lado a otro de la habitación escondiendo y acomodando cosas con rapidez. Cuando se percató del ruido giró hacia la puerta mientras estaba a punto de tirar una caja de pizza vacía a la basura.

Sus mejillas se tiñeron de rosa a causa de la vergüenza y apartó la mirada con rapidez para que no notara su sonrojo.

Yoongi quiso reírse, pero para poner más incómodo al rubio decidió quedarse serio.

-Solo he venido a preguntarte si tienes alguna toalla pequeña que me puedas prestar - pidió sin inmutarse.

Jimin parpadeó confundido pero al cabo de unos segundos reaccionó y dejó de lado la caja para revisar entre sus cajones de ropa lo pedido por el pelinegro.

Cuando encontró una toalla pequeña se la entregó a Yoongi y este se dispuso a salir de la habitación, pero antes de que atravesara por completo la puerta se detuvo sin voltearse y habló.

-Deberías de quitar todos esos restos de frituras de tu cama, cuando vuelva con el remedio ocupo que estés recostado en ella - informó con simpleza. Jimin se sonrojó de la vergüenza al escuchar a su hyung.

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