Capítulo 22

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Su vista no se despegaba del suelo, y jugaba con sus pequeños dedos a causa de los nervios.

Yoongi hyung se encontraba a su lado, estaban tan cerca que podía escuchar su respiración claramente, a pesar del ruido que hacían las demás personas.

¿Estaba escuchando bien? ¿Acaso el pelinegro se sentía de la misma manera que él? No podía estar seguro, pero era lo que percibía por su respiración. Agitada y pesada.

Tan rápido como esos pensamientos inundaron su mente trató de apartarlos, recordando cómo se comportó con él cuando le confesó su sexualidad. Lo más probable era que estaba así a causa de su incomodidad.

Tal vez le disgustaba estar a su lado al descubrir que le gustaban los chicos.

En Corea del Sur el tema de la homosexualidad seguía siendo un tabú y algo muy mal visto a pesar de ser un país muy moderno. Él pensó que Yoongi no era parte de la mayoría en ese país, pero uno nunca sabe. En realidad, no conocía muy bien a su hyung como para estar seguro.

De todas maneras, iba a esperar a ver qué le diría al respecto antes de sacar conclusiones. Iban a pasar mucho tiempo a solas en la canoa y podrían hablar bien.

Aunque quería estar tranquilo en todo momento, la sola idea de que Yoongi sea homofóbico y tengan que pasar el paseo en canoa juntos lo ponía de los nervios, y se desanimaba.

Pero se seguía diciendo a sí mismo que todo estaría bien, que su hyung no era de esa manera y que solo había estado muy sorprendido por su confesión.

Esperó pacientemente a que todos los alumnos fueran asignados a sus respectivas canoas.

Fue entonces que escuchó una fuerte carcajada de su lado, proveniente de Yoongi. El pelinegro señalaba divertido hacia unas personas y él siguió la dirección de su dedo para saber quiénes eran y en qué situación se encontraban como para hacer reír a su hyung.

La causa de su repentino ataque de risa fue haber visto a Seokjin hyung junto al chico moreno que éste había tratado a toda costa evitar cuando llegaron.

Jin hyung mantenía la vista baja y sus mejillas estaban sonrojadas a más no poder, y Jimin se dio cuenta de que era a causa de la vergüenza que sentía. Lo sabía porque le sucedía muchas veces.

La curiosidad lo llenó cuando se dio cuenta de que el chico miraba a Jin hyung divertido, muy contrario a como el mayor les había explicado que reaccionaría si lo viera ahí y descubriera que todo lo que le dijo era una farsa.

Quería saber qué sucedía con ellos, y se recordó a sí mismo que le preguntara a su hyung más tarde.

─ Atención todos. Ya los reuní por parejas para que puedan dar un paseo a canoa. Durará alrededor de 30 o 40 minutos. Yo también iré en canoa y los seguiré de cerca en caso de que algo suceda. Como el lugar no es muy grande no creo que nadie se pueda perder, pero si pasa una hora y alguien no ha llegado, los iré a buscar, así que no se sientan nerviosos si no logran regresar. En sus canoas encontrarán dos chalecos salvavidas, es obligatorio que se los pongan, no importa que sepan nadar o no, es el protocolo, ¿entendido? ─ se escuchó una afirmación de parte de todos los alumnos ─. Muy bien, solo me queda pedirles que disfruten el paseo, nos vemos en unos minutos.

Se inclinó levemente de forma respetuosa y se dirigió a su canoa, que era un poco más grande que las suyas. Todos le regresaron la reverencia murmurando un gracias.

Jimin miró a su hyung esperando que él hiciera el primer movimiento. Yoongi esquivó su mirada y caminó hacia su canoa. Se agachó para recoger los chalecos y le entregó uno a Jimin, quien lo aceptó gustoso.

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