I (don't) like you

Capítulo 14

Había llegado el momento que Yoongi menos deseaba.

La hora del almuerzo.

A pesar de tener éxito con ignorar a Jimin en las demás clases y los pequeños tiempos entre ellas, iba a ser imposible pasar de él en la mesa.

Yoongi casi no le dirigía la palabra, pero con sus amigos presentes Jimin haría lo posible para que él le hablara, aunque sea con oraciones cortas.

Había llegado al comedor listo para lo peor, pero al fijar su vista en su mesa solo vio a Taehyung y Jin. Eso pareció animarle, al menos no sería incómodo llegar con ellos. Creía que Jimin ya estaría ahí ya que la clase que le tocaba antes quedaba cerca de la cafetería, pero agradeció que no fuera el caso, ya que no sabía cómo actuar.

Sin rastros del rubio, Yoongi pudo avanzar con más confianza a su mesa, no sin antes pasar por su bandeja de comida.

Cuando llegó y tomó asiento frente a ambos no se sorprendió al escuchar a Jin contarle a Taehyung sobre otro cliente que lo flechó.

Lo que si no se esperaba era que hablara del mismo chico que la vez pasada.

— En serio Tae, fue otra vez, ¿puedes creerlo? Parece universitario, ¿qué universitario iría a un café cerca del metro? Ellos usualmente van a restaurantes de comida rápida, pero él no, es especial — habló el mayor con emoción.

Seokjin nunca hablaba del mismo cliente dos veces.

Siempre era lo mismo, desde que fue contratado en una pequeña cafetería cerca de su casa. Al ser el encargado de la caja veía a los comensales de frente e interactuaba directamente con ellos y gracias a eso Jin no dejaba de fantasear con los clientes guapísimos y amables que se encontraba cada día. Y ellos, como buenos amigos, lo escuchaban.

Bueno, Taehyung escuchaba y él fingía hacerlo asintiendo de vez en cuando y dándole la razón cada vez que Jin le preguntaba su opinión.

Pero a pesar de eso, Seokjin nunca les contaba dos veces de la misma persona, ya que no era muy común que los chicos de su edad fueran a los locales cerca del metro, y menos si eran cafeterías, lugares tranquilos.

Y contra todo pronóstico, él había hablado de nuevo sobre el chico de la otra vez.

Yoongi creyó que eso era digno de escuchar, por lo cual agudizó su audición, sin despegar la vista de su platillo para que Jin no pensara que le importaba.

—  Al principio me sorprendió que fuera de nuevo, ya sabes lo que pienso sobre eso. Pero él llegó a eso de las tres de la tarde, y como te dije, no me lo esperaba, así que mi reacción fue un tanto vergonzosa. Aunque trató de evitar reírse, no pudo contenerse pero tuvo la prudencia de taparse con una mano. Me di cuenta de que llevaba un maletín, y cuando terminó de hacer su pedido se sentó. Ya después supe que estaba haciendo trabajos escolares. ¿Pueden creerlo? Se ve que es dedicado para la escuela, se le veía muy concentrado en sus papeles, ya saben que eso entra en mi tipo ideal — les narró Jin emocionado.

Yoongi rodó los ojos al escuchar eso último.

Para Jin todos los clientes meramente atractivos y cordiales entraban en su “tipo ideal”.

— Yah, ¿y tú cómo sabes eso? Tal vez es de esos chicos que se la pasan holgazaneando durante todo el semestre y se ponen a hacer sus tareas los últimos días para pasar la materia — se burló con sorna. Molestar a su hyung le entretenía, y eso era lo que necesitaba en ese momento, una distracción.

— ¡Joonnie no es así! — se quejó Jin, elevando un poco su voz provocando que las miradas de los demás cayeran en ellos. El pelinegro se sonrojó de la vergüenza y bajó la mirada para pasar desapercibido.