BOTHER

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Al terminar de comer me dirigí a hacer rondas y terminar de ver a mis pacientes. Ahí fue cuando lo vi, estaba parado viendo algo en la computadora. Se veía molesto así que decidí ignorarlo por ahora, pase por un lado sin siquiera rozarle.—¡Oye!— Exclamó llamando mi atención haciendo que me detuviera para mirarlo.—Los padres de Jack llegaron, esperan noticias—Afirmó seco sin siquiera mirarme. "¿Quería que yo diera las noticias?". Me pregunté sin entender bien qué era lo que esperaba de mi—Bien, supongo que les daré la noticia. ¿Vienes?—Pregunté solo para despejarme de dudas. Esperando que se hiciera responsable y que no solo me dejara a mi con toda la carga.—¡Sí!—Exclamó con molestia contestando a mi pregunta. Caminando junto a mí partimos a la sala de espera. 

Me congelé al verlo, estaba ahí parado junto al ascensor. La única persona que nunca creí volver a ver.—¡Derek Shepherd!—Exclamé con alegría mientras corría para abrazarlo. Él se giró para ver quien era la persona que exclamaba alegre su nombre. Sonriendo me recibió con un gran abrazo levantándome del suelo.—¿Qué haces aquí?—Preguntó confundido pero con alegría.—Creí que trabajabas en Londres—Aseguró aún con confusión apretándome más entre sus brazos.—¡Miranda Bailey! Ella me ha traído desde Londres para presumir mi talento a toda América—Afirme riendo con ironía y nervios mientras él me dejaba ir para quedar frente a frente. No podía creer estar frente a esos ojos azules una vez más.—Me da mucho gusto verte. Estas igual de hermosa que la última vez—Afirmó con melancolía mientras suavemente tocaba mi mejilla con su mano. Una caricia que reconocía y extrañaba. Solté un suspiro, ya que el verlo me traía muchos recuerdos.

***Flashback de 10 años***

—No quiero dejarte. ¡Ven conmigo! Casémonos—Exclamaba Derek haciendo un millón de propuestas para seguir juntos. Pero ambos sabíamos que eso no era para lo que estábamos destinados. Esto era simplemente una relación que desde el primer día tuvo fecha de caducidad. Él regresaría a Nueva York después de su aventura lejos de casa por causa del despecho y yo me quedaría aquí. Tomé su mano y la hice pasar por mis hombros para después  descansar en su pecho desnudo.—Derek— Reproché soltando un suspiro para que supiese que la razón estaba a punto de salir a la luz.—Acabas de dejar a Addison. Estas confundido y dolido.—Afirme mientras me levantaba para ir al baño.—Llevamos juntos 5 meses y han sido muy buenos. Pero es tiempo, tienes que regresar a casa.—Afirme mientras me ponía su camisa para cubrir mi cuerpo.—¡Vamos Freya! Yo te amo, como nunca he amado antes y como nunca lo haré jamás—Afirmó con sinceridad mientras me tomaba de la cintura por detrás y besaba mi cuello intentando regresar a la cama.

—No puedo Derek— Afirme con dolor mientras me giraba para quedar frente a él—Tengo que quedarme aquí para seguir mi carrera. Tu tienes una carrera y una vida en Nueva York... ¡Yo no!— Exclamé intentando que comprendiera, pero su mirada solo reflejaba tristeza.—Algún día nos volveremos a encontrar y no habrá ninguna excusa para no volverlo a intentar—Afirme aferrando mis esperanzas y las de él  a que eso ocurriría en algún punto. Lo bese como si fuera la última vez que lo haría. Y lo fue, ya que él ocultó que su vuelo salía al día siguiente. Nunca más lo volví a ver.

***Fin del flashback***

—¿Qué haces en Seattle? No sabia que trabajabas aquí. ¿Qué pasó con Nueva York?—Pregunté con curiosidad por saber cómo fue que terminó en Seattle, ya que lo último que supe fue que su vuelo iba a Nueva York.—Yo—Él soltó un suspiro he hizo una pausa, como si le costara hablar del tema.—Vine a firmar los papeles de divorcio—Afirmó con profunda tristeza en sus ojos. Karev tosió haciendo una seña de que me diera prisa o me dejaría atrás.—Tengo que irme Derek, pero hagamos lo siguiente. Vamos por un trago al terminar mi turno, tú eliges.—Afirme con una sonrisa invitándole a que me contara bien todo con calma. Rogando que contestara que lo haría retrocedí un poco.—¡Claro!, te veo en el bar de Joe. Esta a unas cuantas cuadras de aquí, no puedes perderte.— Contestó con una sonrisa que opaco la tristeza mientras me daba una ubicación.—Nos vemos en la noche—Le aseguré con felicidad acercándome para darle un beso en la mejilla, pero que por accidente terminó en la comisura de sus labios. Al despedirme fui por un abrazo y por alguna razón su mano llegó a mi trasero.

Alex's POV

Increíble lo que estaba viendo. Derek acababa de firmar los papeles de divorcio y ya le estaba tocando el trasero de Andersen. Que ellos se conocieran era extraño y para nada de mi agrado.—¡Muévete Andersen!, los padres no esperaran toda la vida—Exclamé molesto de manera grosera ya que estaba terminando con mi paciencia. Venía hacía mí con cara de querer asesinarme por el comentario que acababa de hacer.—¿Cómo es que conoces a Derek Shepherd?— Pregunté con un serio tono de molestia ya que el hecho de que se conocieran me causaba conflicto. Además, el modo en el que el tocó su trasero. Eso me molestaba a niveles inimaginables.—Nos conocimos en Londres, trabajamos en el mismo hospital por un caso—Contestó como si fuera algo simple. Dudaba sobre si era adecuado preguntarle si habían tenido una relación, no lo hice.

Me perdí en el mar inmenso de probabilidades que mi cerebro estaba generando por causa de todas las dudas. El ascensor se abrió regresando mi mente al presente. Caminamos hasta los padres y ella se dispuso a hablar.-¿Señor y señora Hutson?—Ella preguntó mientras una pareja algo joven se acercaba a nosotros con un aire de esperanza y profunda preocupación en sus ojos.—Soy la doctora Andersen, el es el doctor Karev. Ambos atendimos a su hijo Jack.—Afirmó presentándose. Ambos estrecharon nuestras manos.—Lamentamos informarles que su hijo ha fallecido en el quirófano. El daño que tenía en uno de sus riñones fue fatal e irreparable.—Afirmó para después quedarse callada. Observamos como aquella pareja se desmoronaba ante nosotros. El como sus sueños y esperanzas quedaban en el suelo del hospital.

Voltee en buca de Freya, pero había desaparecido. Había salido casi corriendo de la sala de espera. La seguí hasta alcanzarla, tomé su brazo y la metí en un almacén de suministros.—¿Qué es lo que te pasa? Dejaste a los padres ahí solos.—pregunté frenéticamente. No comprendía lo que le pasaba, no parecía triste o apunto de llorar.—Sabes Karev, no quería enfurecer con ellos enfrente. ¡No me gusta fallar! Y el día de hoy gracias a ti yo ¡FALLE!—Me gritó enfurecida mientras se giraba para poderse marchar. Me quede dentro y golpeé un anaquel tirando parte de lo que tenía encima. Estaba tan furioso, sabía que era mi culpa pero no tenía porque restregarmelo en la cara.

Salí de ahí y me dirigí con el resto de mis amigos.—¡Pero que cara Karev!—Exclamó Meredith burlona con sorpresa en su mirada.—No la soporto es tan ¡SABIONDA!—Exclamé molesto y harto. "¿Cómo era posible que la odiara tanto pero no pudiera encontrar una palabra ofensiva para describirla?" me pregunté aún más molesto por mi falta de insultos hacia ella.—¿Acaso... acaso la acabas de "ofender" diciendole sabionda?— Preguntó Mer soltando una carcajada por mi intento patético de insulto. Cuando terminó de burlarse de mí, sintió culpa e intentó remediar el daño de su burla.—Sabes... ¿Por qué no vamos con Joe en la noche? Así olvidas todas tus penas de la mejor manera. ¡CON TEQUILA!—Exclamó Meredith con una sonrisa intentando animarme. Y justo era eso lo que necesitaba, una noche de tequila con mis amigos para olvidar todo lo que había pasado hoy.

Let me fix youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora