El insistente zumbido de un teléfono celular sobre la mesa de noche provocó que el sueño de Elena se evaporase. Por lo visto tenían la urgencia de llamarle a las seis de la mañana de aquel miércoles.
Sus ojos permanecían cerrados, pero tanteó con su mano alrededor del buró que reposaba a un lado de la cama. Con un quejido atendió la llamada esperando que escuchar la voz de Lilian o Meghan, pero no fue así, ya que estaba tan acostumbra a hablar con sus amigas por llamada que no dudaba en escuchar la voz de alguna de las dos jóvenes, pero esa vez no escuchó ninguna voz. Abrió instantáneamente sus ojos y con rapidez tomó asiento sobre el colchón cuando escuchó aquellas notas musicales provenientes de un piano. Se trataba nuevamente de la tonada de Bethoveen, Moonlight Sonata.
Frunció el ceño. Era la tercera vez en aquellas semanas, la segunda había sido el lunes en la noche, minutos antes de acostarse a dormir. La canción siempre transcurría nuevamente desde el lugar en donde acababa la llamada. Como si la persona al otro lado de la línea llevase un control.
—Por favor, quien quiera que sea, ¡deténgase! Esto no es divertido —quería escucharse severa, pero fue todo lo contrario, su voz había salido como una tímida súplica, molestándola a sobremanera. Trancó la llamada y se quedó observando la pantalla de su celular.
Los últimos cuatro días habían sido todo un abismo de pensamientos para ella. Por más que insistía no podía dejar de pensar en Oliver, pero no el verdadero, sino el impostor. Luego de que su padre le mostrase la foto en donde se encontraba con sus compañeros de aula, a Elena se le había complicado mucho conciliar el sueño aquella noche. Si ese hombre estaba tomando la identidad del profesor de fotografía ¿en dónde estaba el verdadero Oliver Taylor? ¿Y para qué querría él hacerse pasar por otra persona? ¿En qué le beneficiaba aquello? Pensó por unos momentos... Tal vez era su hijo, o algún sobrino que se llamase igual, eso era muy común; pero luego rechazó esa teoría cuando recordó como su padre le había dado una pequeña explicación de la vida de Taylor, y entre ella no había ni una mujer, ni algún hijo.
El lunes no se presentó a clases de fotografía, no quería verle el rostro a aquel hombre del cual ya no sabía nada salvo su edad, «al menos que de igual modo haya mentido en eso» pensó. Le mintió a Anne cuando ésta se adentró preocupada al cuarto de su hija al no verla bajar por las escaleras, le dijo que comenzaba a tener su ciclo menstrual y que por ello sentía algo de dolor en su vientre, aunque no era falso del todo. Su madre no quiso hacerle mucho hincapié al tema, por lo cual solo dejó un casto beso en su frente y bajó para dejar a Andrew en su escuela.
Estos últimos días se había vuelto toda una experta en las mentiras. A pesar de que la mayoría de estas solo se podían denominar como pequeñas mentiritas blancas, no soportaba la idea de vivir mintiendo por el resto de su vida, pero no quería preocupar a sus padres por algo que probablemente sería un mal entendido, ellos estaban muy ocupados ahora como para andar con distracciones.
Suspiró con pesadez mientras frotaba sus ojos, encendiendo nuevamente su teléfono. Tan solo habían transcurrido cinco minutos después de la llamada; miró la fecha que se marcaba justamente debajo de la hora: once de noviembre.
Tres leves golpes retumbaron del otro lado de su blanca puerta, la cual segundos después fue abierta, dejando al descubierto a Anne, Edward y Andrew, estos dos últimos vestidos y arreglados para ir al museo y la escuela. Los tres sonreían en dirección a Elena, la cual se frotaba los ojos para visualizar mejor a su familia. Los tres se adentraron al cuarto, Anne tenía sobre sus dos manos un pequeño pastelillo de lo que parecía ser fresa, desde donde Elena se encontraba, estaba cubierto por crema color rosa y decorado con escarcha comestible de color plateado, también traía en el tope una vela en forma del número diecisiete.
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DEREK © #1 [✓]
Mystery / ThrillerEsa sensación que hacía estremecer a Elena McFly no era para nada un juego de su imaginación. Cuando el joven y apuesto Derek Phelps conoce a la pequeña Elena en la boda de su madre, sabe de inmediato que esa inocente niña vulnerable debe ser suya c...