Elena jamás había tenido la necesidad de describirse a sí misma como una persona entrometida, porque realmente no lo era, pero había algo en su profesor de fotografía que le emitía ascendente inquietud; no por el hecho de que le gustase o agradece, porque realmente no había algún vínculo amistoso entre ambos, sino por el de querer saber quién era realmente.
Lo poco que sabía sobre él era lo básico contado el primer día de clases. Cosas como que su edad que era de veintiséis años, algo joven y especializado llenándola de asombro por su capacidad. Había notado que le gustaba portar anillos en los dedos, y que sus manos al igual su cuello solían tensarse cuando algo no le agradaba. El miércoles pasado le había pillado fumando un cigarrillo a las afueras del museo, antes de tomar el bus hacia Grosvenor, aquello no le sorprendió de un modo descomunal, pero si le había cogido por sorpresa. Se daba cuenta que con otros alumnos reía a carcajadas, pero cuando se trataba de ella era callado, selectivo y observador, aunque luego de lo sucedido esa mañana al topar con Trenton sospechaba que también se tratase de alguien severo y dominante.
Oliver Taylor no le había preguntado a qué lugar le hubiese gustado ir, en realidad ni siquiera le había mencionado a que restaurante se dirigirían, solo rogaba por ir a un sitio cercano, no estaría allí por mucho tiempo.
Suspiró al percatarse de que realmente el restaurante si quedaba a unas dos cuadras del Museo Británico, y para su buena suerte dentro de este se encontraban al menos unas veinte personas. Se trataba de un restaurante especializado en comida gourmet, llamado Antalya.
Elena debía admitir que el lugar era excepcionalmente exquisito. Los diferentes olores entraban de un modo fantástico a sus fosas nasales, provocando que sus papilas gustativas despertasen. El hermoso techo pintado con suaves tonos de azules creaban un afecto como si del cielo se tratase, y el cual brindaba mucha majestuosidad al lugar, las columnas estaban pintadas de color dorado que se complementaban con detalles fucsias, y en alguno de estos colgaban televisores de grandes proporciones que cubrían el canal de noticias. Oliver Taylor al entrar con paso decidido había tomado una mesa solo para dos que se ubicaba al fondo del recinto. A Elena no le había agradado en absoluto aquella colocación, eso solo le hacía pensar que ese almuerzo se basaba en algo más íntimo, pero al final decidió callar.
La atención era inmediata, ya que al tomar asiento, una joven camarera se acercó a la mesa con una dulce sonrisa en su rostro, utilizando un fino delantal blanco y llevando una pequeña libreta junto con un bolígrafo en la mano. Oliver Taylor no lo dudó ni un segundo para realizar su pedido, y de hecho, tomarse la molestia de hacerlo por Elena. Ordenó dos terneras de Wellington, ambas acompañadas con puré de papas y vegetales al vapor. Al menos quince minutos pasaron hasta que la joven se acercó a la mesa con la bandeja de comida y dos grandes vasos de cristal llenos con jugo de fresa. La espera había sido realmente incomoda y silenciosa. Con un Taylor un tanto empeñado en sacarle información personal, y con una Elena que se resistía a hablar de más.
Oliver Taylor cortaba con profunda calma su ternera, juntando la porción con un poco de puré para llevársela a la boca. Elena, por otro lado, se concentraba en revolver sus vegetales, de vez en cuando pinchaba alguna que otra zanahoria para comerla, pero aún no tocaba el jugoso solomillo sobre su plato. Sintió la verdosa mirada de Taylor en ella, aquello solo le hizo pinchar un poco el ternero.
—Cómelo.
—No estoy tan hambrienta como creía —dijo Elena con suavidad.
—Sé que tienes hambre. Come —estaba rígido, y aquello solo seguía incomodando a Elena. Pero cuando McFly insistió en que su hambre había cesado un poco, él notó como la joven se retraía, y eso no le convenía, por lo cual hizo su mayor esfuerzo en relajarse. Oliver, cerró los ojos por un momento, contando del uno al diez mentalmente; los ejercicios de relajación como aquel le habían sacado muchas veces de aprietos de los cuales no debió adentrarse en ciertos momentos del pasado—. Es preocupante, Elena, por favor, intenta al menos comer dos bocados, ¿qué piensas? No podría dejar que salieras sin al menos haberte alimentado como debe ser, podrías desmayarte.
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DEREK © #1 [✓]
Mystery / ThrillerEsa sensación que hacía estremecer a Elena McFly no era para nada un juego de su imaginación. Cuando el joven y apuesto Derek Phelps conoce a la pequeña Elena en la boda de su madre, sabe de inmediato que esa inocente niña vulnerable debe ser suya c...