Vendedora de Caricias - Camren G!P

Capítulo 3

"¿Y que tal?" 

La mirada curiosa de Verónica era un chiste, en especial por la manera en que subía y bajaba sus cejas en un gesto pícaro. Pero Lauren estaba demasiado sumergida en sus pensamientos, el tema para ella era cosa seria. 

"Fue... distinto." Dijo sin ahondar demasiado. No encontrando las palabras para describir su experiencia con Karla. 

"Obviamente fue distinto, Karla es mucho mejor que Keana." Dijo Verónica cruzándose de brazos. "¿O no?"

"Karla es extraordinaria." Afirmó Lauren. "Tu elección fue perfecta Verónica, te debo una botella de whiskey por eso."

"¡Yas!" Expresó Verónica cerrando su mano en un puño como gesto victorioso. Sin embargo bajó la mano al ver la expresión de tristeza en el rostro de su amiga.

"Pero no es Keana..." Agregó en un suspiro. Verónica rodó los ojos. "No dudo que Karla sea la mejor en lo que hace... Y créeme que me sacó a Keana de la mente por un buen rato, pero simplemente amo a Keana y ahora que estoy sola lo siento más fuerte y también duele más su traición..." 

"Nunca me cayó bien." Dijo Verónica con honestidad y fastidio mientras se cruzaba de brazos. "Pero tú te convertiste en una imbécil por ella ni bien la conociste." 

"¡Y ella por mí!" Afirmó la ojiverde. "Estoy segura que ella de verdad me quiso en algún momento de nuestra relación... Ella pudo haberse enamorado de mi sinceramente si no fuera porque soy un jodido monstruo." Dijo con enfado hacia sí misma. Verónica frunció el ceño e intentó cortar la tensión de la forma que mejor sabía... Con humor. 

"Espero que lo de monstruo lo digas por el tamaño Lo." E hizo un gesto con sus dedos índices mientras se mordía el labio inferior. Lauren se sonrojó y se removió incómoda en su asiento, pero luego su mirada mostró una tristeza que consiguió que su amiga soltara un suspiro y recuperara la seriedad. "Por favor Lauren, no eres un monstruo... Sólo eres diferente. Pero no es algo negativo... Lo verdaderamente importante aquí es que entiendas que si Keana te dejó es porque era una interesada de mierda y no te amaba. Nunca te amó sinceramente." 

"Eso me duele más de lo que me ayuda, Verónica." Dijo Lauren echando su espalda hacia atrás en su asiento, al igual que su cabeza. 

Se esforzaba para no llorar, pero aquel abandono le había herido el corazón y el orgullo muy profundamente. Y mientras tenía la vista hacia el techo de su oficina, Verónica tenía una vista perfecta de su cuello, encontrando en él un par de marcas rojizas, prueba de la presencia de Karla en el cuerpo de su amiga. 

"Hay que darle tiempo al tiempo Lo. Necesitas relajarte, concentrarte en otras cosas, divertirte... Al principio no me convencía tu alocada idea de pagar por una puta ¿Pero sabes qué? Está bien, lo que sea que te ayude a sacar a Keana de tu mente un rato está bien. Pero todo con medida ¿De acuerdo?" 

A Lauren le agradó el cambio de tema, no deseaba seguir hablando de Keana a pesar de que ella misma la había sacado a relucir. Ya no más. 

"¿Puedo preguntarte algo?" Cuestionó la ojiverde.

"¿Además de eso?" Lauren asintió ante la respuesta de su amiga. "Claro, dispara Jauregui." 

"¿Cómo conociste a Karla?" Preguntó. "¿Fuiste su cliente?" 

Verónica soltó una carcajada. 

"No, para nada. No." Negó sonriendo. 

"¿Entonces?" Preguntó Lauren con aún más curiosidad.

"Es una historia graciosa en realidad." Dijo Verónica y Lauren la animó a continuar haciendo un gesto con su mano. "Traté de abordarla en un bar pero me rechazó porque estaba en horas de trabajo. Su cliente estaba en el baño en ese momento. Era un hombre mayor que nosotras pero tampoco era un viejo...."