Capítulo 14

18.8K 1.1K 408
                                    

Lauren's POV

Camila dormía plácidamente recargada en mi hombro y con sus manos aferradas a mi brazo.

Se veía linda.

Llegaríamos a Pisa al ocaso y pasaríamos ahí dos noches y un día, para después viajar a Montalcino, un pequeño pueblo de Siena donde rodaríamos el comercial.

Había viajado a Italia antes, con mis papás y mis hermanos, pero sólo visitamos Roma y Venecia, lo típico y turístico, nunca había visitado una verdadera provincia italiana, la verdad era que estaba emocionada. Por lo que sabía, perdería un poco la señal en Montalcino, así que estaría en parte desconectada del trabajo y de la empresa.

Sin embargo confiaba en Verónica, le confiaría mi vida si fuera necesario, sabía que podía hacerse cargo de todo en mi ausencia, y además, yo me pondría al corriente en cuanto llegaramos a México y volviera a tener acceso a internet.

Mientras tanto el hueco que se formaba en mi estómago estaba lleno de expectativa, tener a Camila conmigo le había añadido muchísimo más interés al viaje, tenía un buen presentimiento de esto.

Miré por la ventana por un instante, siempre que viajaba en avión me gustaba admirar el paisaje, la vista panorámica era impresionante, sin embargo, por primera vez no pude mantener mi atención en el cristal por mucho tiempo, la cabellera castaña que se extendía en mi hombro parecía mucho más interesante.

Camila dormía profundamente y yo no pude hacer más que agacharme un poco para dejar un beso en la cima de su cabeza, luego aspiré su aroma y recargué suavemente mi mentón en ella. Mi brazo estaba entumido pero no importaba. Tras unos minutos de tranquilas respiraciones yo también me quedé dormida.

[...]

Cuando abrí los ojos estaba envuelta en un cálido abrazo. Sus femeninas manos me acariciaban la espalda y podía sentir su nariz hundida en mi cuello haciéndome cosquillas.

Al separarme de ella me dedicaba una sonrisa radiante, una mirada alucinante, sus hermosos ojos cafés claros se fundían en mis verdes.

Keana estaba frente a mí, otra vez.

Iba a lanzarme a besarla. Extrañaba sus besos, sus manos sobre mi piel, ella cerró los ojos esperando mi contacto, pero cuando estuve a punto de conseguirlo, el llanto del bebé comenzó a resonar en la habitación.

Me detuve, quise ir con él, reconfortarlo en mis brazos... Su llanto me angustiaba, pero Keana tomó mi mano antes.

"Déjalo." Me dijo.

"No puedo... Me necesita, nos necesita." Le respondí e hice un segundo intento por ir a la cuna. Otra vez ella me detuvo.

"Déjalo Lauren... Yo estoy aquí. Yo soy lo único que necesitas."

El llanto del bebé aumentaba.

"¿Por qué haces esto?" La cuestioné. "Es nuestro hijo ¿Cómo lo dejas así?" Insistí sin poder entenderla. Ella no respondió mis preguntas.

"Si vas por el, cuando voltees no estaré Lauren..." Me dijo. Sentí miedo. Miedo de perderla, miedo de no verla. "Ven conmigo."

"No te vayas.... Keana." Le pedí. "No te vayas, otra vez..."

"Lauren."

Abrí los ojos de forma repentina. Gracias a Dios, esa angustia estaba matándome, Camila estaba frente a mí, me miraba consternada.

"¿Estás bien?" Me preguntó acariciando mi mejilla. "Estás sudando."

"Tuve una pesadilla." Le dije. "Gracias por despertarme."

Vendedora de Caricias - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora