Capítulo 21

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Lauren's POV

"¡Lauren! ¡Lauren, no!" 

"¿Por qué no? ¡Es divertido!" 

Camila se quejaba entre risas mientras yo corría por la playa cargándola en mi espalda. 

Era de noche y habíamos llegado a Playa del Carmen ese día por la mañana, sin embargo habíamos pasado varias horas durmiendo en el hotel a consecuencia del jetlag luego de haber viajado de Italia a México. 

La filmación del comercial del vino terminó con éxito y todo el equipo volvió a Pisa a pasar un último día ahí para luego volver a Vancouver y continuar con el proceso de post-producción. Camila y yo sin embargo tomamos un vuelo hacia México para que yo pudiera tener mi reunión con algunos de los directivos del Consejo de Promoción Turística de ese país, para la realización de una serie de productos publicitarios para la Riviera Maya y otros destinos turísticos en toda la nación. 

Sin embargo, eso sería mañana. 

Por ahora Camila y yo estábamos disfrutando un poco de la fina y blanca arena de la playa. No mucho tiempo atrás habíamos salido del hotel a echar un vistazo al lugar ya que no tendríamos mucho tiempo para estar ahí, lo cual era una lástima porque toda la zona era preciosa. 

Si todo iba bien esperaba que pudiéramos volver pronto. 

"¡Lauren, bájame!" Gritó Camila, pero no había forma alguna de que pudiera negar que estaba contenta. Yo también lo estaba. 

No podía explicar el sentimiento de felicidad que tenía al estar con Camila. No era algo que hubiera experimentado antes y eso me sorprendía mucho, pues meses atrás había estado completamente segura de casarme con Keana. 


¿Cómo había podido siquiera considerar esa posibilidad cuando con ella mi corazón jamás se regocijó como lo hacía ahora? 

Camila era un ser de otro mundo. 

Luego de "hacerla enfadar" por un rato finalmente bajé a Camila y ella abrazó su estómago riendo a un alto volumen, un par de lágrimas caían por su mejilla pero sabía que eran porque ella no podía parar, y al verla me causaba gracia también. 

"¡No te rías!" Me pidió y apartó la vista para no verme, mientras seguía riendo sin parar.

"Tú eres la que se está riendo, no yo." Le respondí, aunque esa era una verdad a medias. 

Lo gracioso del asunto era que no había nada realmente gracioso en él. 

Ella simplemente no dejaba de reír y yo no podía dejar de hacerlo con ella. 

Estuvimos así hasta que nuestros pulmones y estómagos no pudieron más y tuvimos que tumbarnos en la arena para recuperar el aire. 

Nos encontrábamos relajadas, viendo al cielo apenas iluminado por las pequeñas estrellas esparcidas en su manto, cuando mi bolsillo comenzó a vibrar. Saqué mi teléfono y vi el nombre de Verónica. 

Decidí ignorar la llamada y guardar el celular. 

"No puedes evadirla para siempre." Dijo Camila. 

"No tengo ganas de que me arruine el momento." Respondí encogiéndome de hombros. 

"Sabes que solo está preocupada por ti." Me contestó ella.

Respiré profundamente y solté un suspiro mientas me levantaba para quedar sentada en la arena, viendo hacia el mar. Ella no tardó en imitarme y sentarse a mi lado en la misma posición. 

Vendedora de Caricias - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora