Narrador Omnisciente
Las miradas sorprendidas e intrigadas de los empleados de la empresa seguían disimuladamente, aunque sin perder detalle, los pasos de la mujer que caminaba con un inusual porte por los pasillos de aquel lugar.
La mayoría la había visto antes, pero la presencia de aquella mujer era tan imponente que parecía que fuera la primera vez que la veían.
Camila Cabello estaba ahí, en la empresa de Lauren, decidida a hacer lo que fuera necesario para encontrar ese algo que hacía falta en su vida para poder sentirse completamente feliz.
Dado que no tenía idea de por donde empezar, decidió aceptar el ofrecimiento de Lauren de conocer la empresa, ver lo que se hacía ahí y, en caso de que encontrase algo que le gustara, quedarse a trabajar formalmente en aquel creciente imperio audiovisual.
Claro que Lauren no le había mencionado nada sobre aquella visita a sus empleados, y lo único que ellos sabían de Camila era que había estado ahí previamente, cuando la mujer que casi se casa con su jefa salió echa un mar de lágrimas de la oficina de presidencia.
Qué escándalo.
Por tal motivo, que Camila se apareciera de nuevo por allí, los intrigaba.
No era que tuvieran algo en contra de Lauren, o que especularan sobre su vida privada con intenciones de hacerle daño, al contrario, Lauren era adorada por todos sus empleados y colaboradores, quienes se sentían satisfechos con la forma de trabajar de la empresaria y sobre todo, su manera afable de tratarlos.
Pero bueno, dentro de la empresa no era que sucedieran cosas interesantes más allá del trabajo al que todos estaban acostumbrados, así que, no venía nada mal para ellos tener un chismecillo de oficina que le añadiera sabor a la jornada laboral.
Camila por su parte, quien cada vez era más ajena a esa aura seductora y empoderada que emanaba de sí desde que se había convertido en Karla, andaba con toda tranquilidad hacia la oficina de Lauren, quien le había dicho que le daría un recorrido por las instalaciones y una breve explicación de las actividades de cada departamento de la empresa.
Se dirigió al escritorio de la secretaria de Lauren quien se sintió nerviosa, sabía que la empresaria era una noble persona pero no estaba segura de cuánto le pasaría por alto que cualquier persona se apareciera en su oficina a la hora que se le diera la gana sin cita previa.
"Hola" Saludó Camila con amabilidad. "La Señora Jauregui me está esperando." Comentó.
La secretaria revisó la agenda de la empresaria y confirmó lo que ella ya sabía.
"Disculpe señorita, pero la Señora Jauregui no tiene ninguna cita agendada a esta hora." Respondió también con cordialidad, esperando que a diferencia de la vez anterior la mujer comprendiera y no se metiera a la fuerza a la oficina.
"Por favor sólo anuncie que Camila Cabello está aquí." Pidió con una sonrisa. "Estoy completamente segura de que no tendrá problema en recibirme, ella y yo acordamos vernos a esta hora."
Habría sido mucho más sencillo si la propia Lauren hubiera llevado a Camila a la empresa por la mañana, pero justamente aquel día había tenido una reunión muy temprano para hacer revisión de proyectos con su equipo y no quería tener a su novia esperando por mucho tiempo o no poder prestarle toda su atención, por lo que prefirió dejar a la castaña descansando y desayunando tranquilamente en casa para encontrarse un poco más tarde en la empresa.
La secretaria tomó un profundo respiro, tomó el teléfono y anunció la presencia de Camila en aquel lugar.
Claro que Lauren le pidió que la hiciera pasar de inmediato, por lo que la empleada se levantó de su asiento y escoltó a Camila hasta la oficina.

ESTÁS LEYENDO
Vendedora de Caricias - Camren G!P
Fanfic- Te pagaré el triple de tu tarifa normal. -¿Y cómo voy a corresponder tu generosidad? La pregunta salió de sus labios acompañada de una pequeña sonrisa. ¿Qué podría necesitar esa mujer en la cama como para pagar tanto dinero así sin más? - Debes fi...