Karla abrió los ojos.
Estaba envuelta en una sábana blanca y Lauren estaba con ella, abrazándola mientras dormía.
Con cuidado, tomó el brazo de Lauren y lo puso a un lado, no quería despertarla, pero tenía ganas de besarla.
Qué dilema.
Era fin de semana, y esa escena ya se había repetido varias veces, y cada vez le gustaba más.
Era delicioso poder quedarse en esa cómoda cama después de haber tenido tanta actividad física. Poder estirar todos sus músculos, relajarse por completo y recibir caricias hasta quedarse dormida. Y a la mañana siguiente poder tomar un buen baño, ponerse ropa limpia, desayunar...
Nada era así con sus otros clientes, con ellos tenía que cumplir con su servicio y marcharse de inmediato, aún con la sensación pegajosa entre sus piernas y el aroma de esos hombres.
Aunque, en teoría, eso fuera lo correcto.
Con Lauren en cambio, era literalmente un placer servirle, y no sólo en cuanto a lo sexual. Sino en todo lo demás también.
Salir con ella, conocerla, disfrutar de los sitios a los que iban juntas, salir a bailar, a comer, al cine. Era sumamente divertido, y culminar esos placeres con el más carnal de todos ellos, era simplemente una experiencia increíble.
Sin embargo, Karla sabía que eso era parte del trato. Lauren estaba herida, estaba decepcionada y encontraba en ella una forma de volcar todo el amor que aún sentía por Keana. En pocas palabras, ella era su reemplazo. Así que, no era difícil pensar que cada cosa que hacía con ella, los sitios que le mostraba, sus detalles y palabras, antes fueron dirigidos a esa mujer. Y quizás todavía lo eran.
Igual que el anillo que llevaba en su dedo.
Ella era en la vida de Lauren, sólo una especie de maniquí que funcionaba para cubrir el vacío que Keana había dejado. Y pensar en eso, le daba una sensación de incomodidad, una desagradable presión en el pecho y también algo de enojo. Aunque no sabía exactamente bien qué era lo que la molestaba.
No obstante, esas sensaciones provocaban que Karla no quisiera pasar demasiado tiempo pensando en el tema. Era afortunada de que Lauren fuera su clienta, y ella estaba decidida a disfrutarlo mientras durara y a servirle en todo lo que ella solicitara.
Si la empresaria quería sentirse amada, aun sabiendo que era fingido, Karla se encargaría a hacerla sentir de esa manera, a llenarla de elogios, palabras dulces, besos, caricias, sonrisas, placer... Hasta que Lauren llegara a pensar que eso que Karla le mostraba, era verdadero amor.
Pasados unos minutos de admirar la belleza del rostro de su clienta, Karla se arrodilló en el suave colchón y avanzó poco a poco para poder quedar encima del cuerpo de Lauren, con una pierna a cada lado de los muslos de la empresaria.
Karla estaba desnuda y Lauren también y debido a la condición de la segunda, una carpa se formaba en su entrepierna, generada a causa de las erecciones matutinas que inevitablemente tenía que sufrir. A Karla sin embargo, no le molestaba en lo más mínimo sentir el miembro de su clienta rozando suavemente la piel de su monte de venus, además estaba cubierto por la tela de la sábana así que no había ningún problema.
Aunque si estuviera descubierto, tampoco lo habría.
Con una sonrisa divertida, se inclinó un poco hacia abajo, con su centro empujando por la inercia al pene de Lauren, de manera que este quedó pegado a la piel del abdomen de su dueña y presionado por el centro de Karla en un delicioso y cálido sándwich. Mientras que la castaña se sostenía con las palmas de sus manos totalmente extendidas sobre el colchón, para poder llenar de besos la cara de la empresaria.
![](https://img.wattpad.com/cover/146473046-288-k551765.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Vendedora de Caricias - Camren G!P
Fanfic- Te pagaré el triple de tu tarifa normal. -¿Y cómo voy a corresponder tu generosidad? La pregunta salió de sus labios acompañada de una pequeña sonrisa. ¿Qué podría necesitar esa mujer en la cama como para pagar tanto dinero así sin más? - Debes fi...