Vendedora de Caricias - Camren G!P

Capítulo 26

Camila's POV

"Camz..." 

Traté de abrir mis ojos en cuanto escuché la suave voz de Lauren sobre mi oreja. Estaba demasiado relajada en la cama, eso era lo difícil de cada día.

No es que no sea una persona de mañanas, pero salir de la cama cuando no la compartes con nadie es mucho más sencillo que cuando te acuestas con la persona que amas. Si por mi fuera no saldríamos nunca de aquí. 

Escucho la pequeña risa de Lauren cuando me aferro a la sábana y me enrrollo en ella. Su mano viaja desde mi brazo a mi cintura, luego a mi vientre y me abraza. 

"Quédate un rato más." Le pido en voz baja y la siento acomodarse mejor detrás de mí. Aparta el cabello que cubre mi cuello y deja un par de besos en esa zona de mi piel. 

"Sólo un momento. Debo trabajar." Me responde. "Pero pensaba que por la tarde puedo pasar por ti y salir. A menos que tengas otro plan." Me dice mientras da constantes caricias a mi abdomen y su boca reposa en la cima de mi cabeza. 

"Voy a ver a Dinah." Le contesto y luego estiro mi cuerpo entre sus brazos, mi puño casi golpea su mandíbula pero ella casi alcanza a esquivarlo mientras mis piernas completamente extendidas a penas alcanzan a rozar sus pies. Gimo un poco por el placer de mis músculos reactivándose y escucho a Lauren suspirar. 

"Eso es bueno, si quieres me llamas cuando te desocupes y me dices donde podemos vernos."

Asiento con la cabeza estando de acuerdo con ella y luego giro sobre la cama para quedar frente a frente. Oculto mi rostro en su pecho y ella coloca sus palmas en mi espalda, estrechándome de forma cariñosa. 

Me encanta esto. 

Realmente me encanta ella. 

Y aún no puedo creer que esto esté pasando. 

La vida con Lauren es fácil hasta ahora, nos llevamos bien en casa, es paciente conmigo y finalmente está accediendo un poco más a repartirnos las tareas. Sé que su esencia es naturalmente atenta, pero he conseguido hacerle entender poco a poco que yo también puedo ayudarla en lo que necesite.

Mi plan es que sepa que puede contar conmigo para todo. Que estaré para ella tanto cómo sé que ella estará para mí.

Es extraño pensarlo, pero finalmente me siento segura con alguien. 

Da muchísimo miedo, pero está sucediendo. Lauren se ha encargado de ganarse a pulso mi confianza y sinceramente, estaría actuando como una completa idiota si no le diera al menos la oportunidad. Si no nos diera a ambas la oportunidad de estar bien, de tenernos la una a la otra y de finalmente dejarme ser yo misma. 

O descubrirme. 

He pasado la mayor parte de mi vida encerrada en un mundo del que pensaba que era mejor no salir. Para ser sincera, me habían lastimado mucho más las personas que se suponía que debían quererme, que aquellas que pagaban por usarme y que se creería, serían los villanos de mi historia. 

Esperaba que el fin de este cuento fuera diferente. 

Las probabilidades, por supuesto, apuntaban a que no, tomando en cuenta como había acabado cada ocasión que ponía mi confianza y mi afecto en otra persona. 

Cualquiera podría pensar que, dados los eventos de mi vida, no tenía mucho que perder por volverlo a intentar, de cualquier modo, el mundo en el que me había instalado era la perdición en estado puro. Un lugar donde no se podía caer más bajo. 

Sin embargo, no era volver lo que me preocupaba. No me inquietaba volver a ser Karla, la prostituta. Conocía todo lo que tenía que conocer. Sabía cuidarme ahí. Sabía mandar ahí.