CAPÍTULO 10

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-¡Lucy!- Escucho el fuerte sonido de los golpes en la puerta.- ¿Estás ahí?- Creo que reconozco esa voz ¡Sting!- ¿Lucy?- Los sonidos de su mano contra la puerta continúan. Decido salir de la cama y abrirle a Sting quien parece preocupado. Doy un rápido salto y me levanto; me percato de que Natsu no se encuentra a mi lado, no me preocupo pues debe de estar bien, sano y salvo.

Camino rápidamente por la habitación, no es mucho lo que debo de cruzar pero aún así los ruidos de la puerta comienzan a molestarme y pienso detenerlos lo antes posible. Me doy una mirada rápida en el espejo del baño pues no quiero que Sting se dé cuenta de qué tan mal me siento. Tomo el pomo de la puerta y lentamente la abro, no mucho, lo suficiente para asomar mi cabeza y hablar con él.

-Hola Sting.- Noto como mi voz es un poco ronca, supongo que es lógico pues ayer grité como loca cuando... Muevo la cabeza de lado a lado evitando que esos recuerdos vuelvan. Sting me mira, escanea mi cuerpo rápidamente tratando de encontrar alguna herida, luego mira mi rostro y se detiene unos segundos en mis labios. Él relame los suyos.

- Me enteré de lo que sucedió ayer, ¿estás bien?- Me pregunta. Es una pregunta muy sincera, lo veo en su rostro y en sus ojos preocupados. Lo miro unos segundos, no sé qué tanto sabe sobre el tema y no quiero contarle lo que sucedió.

-¿De qué te enteraste?- Pregunto, toma un tiempo para pensar su respuesta y se queda unos segundos viendo a la nada. Lo miro con curiosidad y preocupación. No quiero que nadie sepa, quiero que todo siga igual y nadie se preocupe más por mí.

-Bueno.- Juguetea con sus dedos.- Me encontré con Levy y me dijo que...- ¿Qué? ¿Se encontró con Levy? ¿Qué hora es? Es domingo y Levy había mencionado que saldría a comprar algunas cosas pero eso era hasta la tarde. Miro preocupada el reloj que está sobre mi escritorio, marca las 3:40 ¿De la tarde? Si Sting está aquí no puede ser de la madrugada. Demonios, dormí más de lo que debía, le prometí que la acompañaría.

-¿Te molesta esperarme en lo que me arreglo rápido?- Le digo y lo invito a pasar. Él asiente y entra en la habitación, le señalo dónde puede sentarse y me meto rápidamente a tomar una ducha y arreglar mi aspecto. No tardo más de media hora para estar lista así que salgo a enfrentar a Sting de nuevo.

-¿Entonces? ¿Todo bien?- Me mira. Por alguna razón la frescura de la ducha me calmo un poco.

-Lo siento Sting, quedé de ir con Levy, ¿qué te parece si hablamos después?- Lo miro con desesperación, quiero que se vaya en parte por lo de Levy, pero más que nada porque no quiero hablar con nadie más del episodio de ayer. Sting me mira intensamente, noto un poco de tristeza en su mirada, pero decido dejarlo pasar porque no quiero preocuparme por eso ahora.

-Si quieres te acompaño.- Dice, supongo que realmente quiere saber si estoy bien. Lo miro un poco irritada, no quiero ser grosera pero no sé cómo decirle que no quiero compañía en estos momentos.

-Oh, no es necesario, créeme.- Insisto, quiero tener un rato a solas. Desde ayer he estado acompañada, necesito pensar un poco las cosas. Espero su respuesta.

-¿Estás segura? Porque puedo acom...-

-Lo siento, ¿interrumpo algo?- Sting se ve obligado a callar por la presencia de cierta persona. Miro rápidamente a quien terminó con nuestra plática cosa que secretamente agradezco. Sé que Natsu está molesto por mi rubio amigo aquí, lo noto en su postura, está tenso y con el pecho inflado, vaya cavernícola. Natsu lleva un pants negro y una playera blanca, creo que toda su ropa consta de esos colores; para mi sorpresa está usando una bufanda de cuadros de los mismos colores. Se ve lindo con ella, parece un niño pequeño.

¡No soy tuya!-NaLu Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora