¡No soy tuya!-NaLu Fairy Tail

CAPÍTULO 11

Siento como el frío viento choca con mis brazos desnudos. Mis labios están secos rogando por algo de agua. No me sale ni una palabra, tampoco lo intento. Coloco la chaqueta de Natsu sobre mis hombros. Me abrazo con desesperación en busca de un poco de calor. Todo sucede en cámara lenta, estoy segura que de ser una serie estaría con música triste de fondo.

Miro a todos lados, espero que aún siga aquí. Me concentro en una persona, Natsu. No entiendo muy bien lo que sucedió, tampoco entiendo por qué me inunda este sentimiento de decepción. No lo sé, tal vez muy dentro de mí quería que él estuviera para mí.

Camino por el lugar, trato de despejar mi mente un poco. Localizo aquella cafetería donde fuimos aquella vez con Sting. Entro, me coloco mis audífonos y dejo que el dulce y melodioso sonido de la música me abrace. Me siento en una mesa un poco aislada, tomo entre mis manos el menú y decido probar un frappé. Un chico con una libreta se me acerca sonriente.

-¿Qué va a ordenar?- Lo miro intimidante y él se sonroja. Me percato de lo grosero de mi acción y le sonrío tímidamente. Estoy segura de haber visto a este chico antes. Cabello entre castaño y dorado. Creo que lo vi ayer en la fiesta, ¿pero cuándo?

-Sí, un frappé de chocolate por favor.- Digo, él anota mi orden en su libreta y se despide para ir por mi pedido. Lo miro partir, es guapo, muy guapo. Veo como cruza torpemente los estrechos pasillos entre las demás mesas tratando de no chocar con nadie. Sonrío pues su cometido no se logró, chocó con una pelirosa y ambos se sonrojaron. Muy tiernos.

Me percato de que olvidé mi celular en la habitación pues no tuve mucho tiempo para pensar en él tras la repentina pelea. Toco desesperadamente mis bolsillos buscando mi cartera, porque si olvidé el celular debí de olvidar la cartera. Busco al menos un poco de dinero para pagar el frappé, pero nada. Como última acción busco en la chaqueta de Natsu y sólo encuentro unas cuantas mentas. Suspiro rendida, supongo que me tendré que quedar a lavar los platos.

-¿Todo bien linda?- Es el mesero quien viene con lo que no puedo pagar. Siento como empiezo a salivar por el antojo. No puedo quedarme con eso, no tengo dinero para pagarlo. El chico deja el frappé frente a mí. Miro cómo pequeñas gotas resbalan por los costados del vaso. Aprecio como poco a poco la acolchonada crema batida se mueve. Miro la deliciosa galleta en la punta de la bebida y suspiro de nuevo. Será a la siguiente.

-Me apena mucho decir esto, pero he olvidado mi dinero en la habitación así que no puedo pagar, supongo que mejor me voy.- Digo y me levanto, el chico me mira y ahoga una risa en su pálido puño. Hago una mueca de enojo.

-No te preocupes, parece que lo necesitas, vamos ¡yo invito!- Dice y me entrega la bebida. Lo miro confundida, pero él se sienta en la mesa dando pequeñas palmadas a su lado. Insegura me siento junto a él y le doy un sorbo al frappé ¡Gloria! Saboreo cada ingrediente, dejo que el frío se transforme agua dentro de mi boca.-Parece que lo disfrutas.-Agrega y yo salgo de mi fantasía.- Te vi ayer en la fiesta, en el juego.- ¡De ahí lo conozco!- Eres la nueva novia de Natsu ¿no?- Dice y yo me sorprendo. Niego rápidamente con la cabeza.

-No, él es mi compañero de habitación, nada más que eso.- Digo.- Perdona la pregunta, sé que es grosero después de que ya haya tomado un poco de este manjar, pero... ¿por qué me invitas esto?- Muevo un poco la bebida con mi mano y él sonríe.

-Ayer parecías muy triste después de volver a la fiesta, de hecho hoy no te ves mejor, pero noté como tus ojos se iluminaron al ver el frappé, no perdía nada invitándotelo.- Dice. Me sorprende su amabilidad, espero que sea desinteresada. Agradezco su acción con una sonrisa sincera y él me la devuelve. Noto que discretamente mira a una chica rubia que está sentada en la mesa contigua a la mía.