¡No soy tuya!-NaLu Fairy Tail

CAPÍTULO 13

 ¿Cómo llegué a la habitación? Recuerdo haber acompañado a Lyon a la enfermería, pero no recuerdo haber salido de ahí. Definitivamente es mi habitación... la que comparto con Natsu. Los libros ordenados por color me indican que yo duermo aquí. Creo que me estoy volviendo loca, tal vez vine hacia acá y no lo recuerdo. Pero no recuerdo haber pasado frente a la cafetería de regreso, tampoco recuerdo haberme despedido de Levy.

-¿Despertaste?- Me sobresalto, un bulto a mi lado comienza a elevarse entre las cobijas y cuando estas se terminan me encuentro con Natsu adormilado. Siento como el calor sube a mis mejillas y evado su mirada. Él lo nota y suelta una pequeña risa. -Supongo que estás algo confundida, no te culpo, dormiste allá y amaneciste a mi lado, vaya sorpresa ¿No? – Sonríe dulcemente y yo siento aún más calor en mis mejillas.

-¿Tú me trajiste?- No sé por que esa frase la digo con timidez pero noto que eso llamó totalmente su atención pues me mira fijamente por varios segundos.- Dime, por favor.

-Supongo que lo correcto es decirte por qué has amanecido al lado de un hombre. – Ayer cuando saliste corriendo en busca de Juvia no dejaste que te dijera que Levy te había marcado para avisarte que Juvia había tenido un conflicto, no me dijo con quién, aunque ahora lo sabemos. – Lo miro esperando a que siga con la conversación. – Oye rubia, no es correcto que hagas una cara tan pura frente a un hombre con quien compartes cama.

Será tonto, su comentario logra sonrojarme aún más, así que me levanto rápidamente de la cama. Él toma mi muñeca y me jala para que caiga sobre él. Siento como su pecho sube y baja, cada vez más rápido.

-Me haces perder el control, rubia. – Trato de levantarme, él no me lo permite. – Si quieres saber todo lo sucedido tendrás que permanecer a mi lado hasta que termine de hablar, si no me veré obligado a guardarme la información. – Suspiro.

-Natsu, no es correcto que me sobornes con algo que en un principio debía saber. – Intento levantarme, pero él toma mi espalda baja y logra que me siente junto a él. Me abraza y me pega a su pecho. "Sólo unos segundos" susurra. Me rindo, no tengo energía, por alguna razón mi cuerpo se relaja cuando Natsu me cuida, cuando me abraza, me siento tranquila. Muevo la cabeza asintiendo y me pego a su pecho.

-Fui a buscar a Gray para preguntarle más detalles de lo sucedido, pero cuando lo encontré estaba muy enojado, tenía sangre en sus manos y un poco en la ropa. Me asusté, quería saber lo que pudo haber pasado así que lo interrogué. Me dijo que se había peleado con un chico que estaba besando a tu amiga. También me dijo que probablemente tú y Juvia lo habían llevado a la enfermería, así que fui para allá. - Deja de hablar. Se deja caer sobre la cama haciendo que mi cuerpo repose sobre el suyo. Me pregunto por qué no trato de irme, ¿por qué me quiero quedar a su lado? – Cuando llegué todos estaban dormidos. Parecías muy incómoda en esa dura silla de espera, así que te cargué hasta tu cama. - ¿Qué? – Estabas tan calmada, tan pacífica, tan bella que no pude evitar acostarme a mirarte dormir. - ¿Qué? – Pero al parecer mis intenciones de dormir en mi propia cama se vieron frustradas cuando susurraste mi nombre dormida. - ¿Qué? Mi mente está en blanco, estoy más roja que un tomate y trato de huir. No puedo. No puedo creer que el chico con el que tenía una relación de odio me diga este tipo de cosas. Es cierto que he tenido sentimientos encontrados por este chico, pero dudo que hayan sido por algún tipo de atracción, no puede ser que me sienta atraída a este playboy.

Me percato de que Natsu ha callado y llevamos un rato en esta posición, me sonrojo aún más y le tiro un golpe en el estómago para que me suelte. Como él estaba desprevenido logré que el golpe lo afectara unos segundos para poder escapar. Rápidamente y con agilidad doy saltos por la habitación, tomo mi celular y salgo del cuarto, Natsu me lanza una mirada de desconcierto, pero decido ignorarla porque no hay forma de que pueda estar más avergonzada ante él. Toco la puerta de Levy esperando que abra antes de volverme a ver con el pelirosa, gracias a mi surte mi pequeña amiga atiende algo asustada y me da el paso para entrar a su habitación. Encuentro que su lado está completamente ordenado, la cama tendida, la ropa guardada y del otro lado, donde se encuentra el grandulón de Gajeel es todo un desorden, pobre de mi amiga.