CAPÍTULO 15

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-Creo que es momento de que les explique lo que sucedió.

-Juvia, en realidad apreciamos que quieras abrirte a nosotras, pero no debes obligarte a hacerlo. – Levy interviene tan rápido como puede. Juvia sólo asiente y sonríe.

-Chicas, no les contaré esto porque me veo obligada a hacerlo, sino que considero que es momento de dejar de hundirme yo sola con esta carga y decir la verdad sobre lo que ha sucedido entre nosotros... me refiero a Gray y a mí. – Dice, toma aire hasta que su pecho se eleva y lo exhala en un profundo suspiro. - ¿Recuerdan que les conté que Gray y yo nos conocemos desde la infancia ¿verdad?

Levy y yo asentimos y esperamos a que continúe.

-Bueno, esa no era la historia completa. Es cierto el hecho sobre nuestra infancia juntos y también que había vivido enamorada de él, pero no les conté por qué Gray me desprecia y me trata de esa forma. - Cambia de posición y se acuesta boca abajo, Levy y yo la seguimos y ponemos unos chocolates que Levy tenía guardados en un oscuro cajón bajo su cama para que Gajeel no se los comiera. – Lo conocí cuando él tenía diez años, por consiguiente, yo tenía nueve. Mi madre trabajaba para su familia. La familia Fullbuster es muy conocida en nuestra ciudad. Tienen la fama de ser personas frías y crueles, por eso cuando mi madre me llevó allá por primera vez tenía unos nervios tremendos y no paraba de llorar.

-Awwwww, me imagino a la pequeña Juvia con los ojos llorosos y no puedo evitar querer protegerla. – Suelto para tratar de aligerar un poco el ambiente. Juvia sólo sonríe y sigue.

-Recuerdo que, al entrar a la mansión de la familia, todo era oscuro y el clima era demasiado frío. Obviamente para una pequeña niña de nueve años eso era terrorífico, pero todo eso cambió cuando lo vi. Era la primera vez que veía a Gray, era muy lindo, estaba jugando con sus juguetes, eran transparentes, de hecho, parecían hielo.

-Te estas desviando del tema, Juvia. - Dice Levy en forma de burla.

-¡Cierto!- Se sonroja.- Bueno, ese ambiente tan pesado no parecía afectarle, él estaba ahí, sonriente y gritando, creando mil historias. No pude evitar sentirme conmovida y más tranquila después de ver esa escena. Luego, fuimos presentados, mi madre era la cocinera, pero tenía un fuerte lazo con el valiente Gray. Cuando tenía un problema nos iba a buscar para hablar, él confiaba mucho en nosotras. – Mientras cuenta esa parte de la historia sonríe como boba. – Inconscientemente comencé a seguirlo, quería ir a donde él fuera. Si iba al patio lo seguía, si estaba cansado le llevaba agua, leíamos juntos historias sobre magos en un lugar lejano que cumplían misiones para ganar dinero. Puedo asegurar que esa etapa fue de las más felices de mi vida. – Su rostro se ensombrece, mira al suelo y sigue. – Todo eso cambió cuando, un día, la madre de Gray fue encontrada envenenada.

Levy y yo ahogamos un grito y esperamos a que Juvia continúe.

-No se preocupen, su madre fue hallada a tiempo y pudo ser rescatada, sin embargo, no lograron que despertara del coma. Como era de esperarse la culpa cayó sobre la cocinera, ¿quién más pudo haber envenenado la comida? Esa misma noche nos echaron de la mansión, no sólo fuimos acusadas injustamente, sino que, ante los habitantes del pueblo, no éramos más que simple asesinas. – Juvia comienza a llorar. – Mi madre, no soportó la carga y se suicidó.

Levy y yo rápidamente abrazamos a Juvia y dejamos que se desahogue lo que necesite.

-Juvia, lo siento mucho. – Dice Levy, la abrazamos más fuerte y esperamos.

-Cuando me enteré de que Gray asistía a esta universidad decidí seguirlo, quería disculparme, quería explicarle lo que había sucedido; pero como ustedes lo habrán notado, él nunca me lo permitió. Comencé a dejarlo ir, a tratar de seguir con mi vida, conocí a Lyon, él es un buen chico, me ayuda a salir de mis tristes pensamientos para hacer cosas nuevas. El día que huí, yo estaba llorando, no sé como fue que él me encontró, pero trató de abrazarme, y yo lo rechacé. Luego, muy enojado, me tiró al suelo, caí sobre mis palmas, pero aún así logré rasparlas un poco. Me levanté, no quería verlo, no quería saber nada de él. Traté de correr, pero me tomó fuertemente de la muñeca, me hizo girar y mirarlo. Lo único que hice fue evitar su mirada, no uería que sus ojos me hicieran más débil, no quería que al mirarlo todo lo que había sentido por él renaciera. Me abrazó de nuevo, yo temblaba, tenía miedo, no era el Gray que conocía, no era aquel chico amable y feliz...

- Y entonces te besó. – La interrumpí. Ambas chicas me miran atónitas, no sabían que Gray me había contado lo sucedido.

-No era lo que yo quería, Lucy. - Continua Juvia. - Siempre, desde que lo conocí, había soñado con unir nuestros labios como símbolo de nuestro amor. No quería que me besara de esa forma, yo sólo quería huir. Así que le di una cachetada y salí corriendo.

-Y entonces ¿cuándo te encontraste con Lyon?

-Yo no lo encontré, él me encontró. –

-Pero, lo que sucedió después, lo de la pelea de Lyon y Gr...

La puerta se abre de golpe y nos encontramos con los tres chicos que nos causan problemas. Natsu, Gajeel y Gray estaban parados frente a nosotras, venían bromeando, pero al vernos a las tres acostadas, dejaron de hablar y se quedaron estáticos. Levy se levanta muy enojada y se dirige a Gajeel.

-¿No dijiste que hoy no llegarías a dormir? – Pregunta con una expresión asesina. El chico sólo la mira de reojo y nos mira a nosotras.

-¿Qué hacen ellas aquí?- Pregunta y deja a Levy esperando una respuesta.

-Oh, creo que los esposos están a la mitad de una pelea de pareja, deberíamos irnos Gray. - Dice Natsu con sarcasmo dirigiendo una mirada divertida a Levy. Mi pequeña amiga mira al suelo y aparece un notable sonrojo en su rostro.

-Creo que ha sido un mal momento, tal vez los chicos venían discutiendo sobre quién la tiene más grande y quién se ha tirado a más chicas. – Agrego con demasiado sarcasmo usando mis dedos meñiques para referirme a su aparato reproductor. Mis amigas se sonrojan por mi cometario mientras que los chicos se molestan y comienzan a soltar una sarta de estupideces.

-Natsu, debes saber controlar a tu fiera, que con esa boca se ganará muchos problemas. – Dice Gray mirando a Natsu con gracia. Natsu y yo cruzamos miradas e involuntariamente ambos nos sonrojamos.

-Al menos ella se atreve a decir algo. – Dice Juvia, mira a Gray con odio, toma sus cosas y sale del lugar. Todos nos quedamos estupefactos y esperamos a que alguien diga algo. Gray se queda pensando y rápidamente sale detrás de Juvia.

Levy y Gajeel siguen con su batalla, pero ahora son miradas y creo que llego a notar que Levy comienza a sentirse incómoda con lo que Gajeel le transmite. Puercos. Suspiro, me trago mi orgullo y tomo a Natsu de la mano para salir del lugar. Nos arruinaron nuestra noche. Como han arruinado nuestra vida desde que entramos a la universidad.

Natsu me mira sorprendido, pero se deja guiar, me despido rápidamente de Levy, y hago que Natsu lleve mi computadora mientras yo tomo el cargador para salir del lugar.

Al entrar a nuestra habitación dejo las cosas sobre el escritorio, sigo sosteniendo la mano de Natsu, su fuerte y cálida mano. Llevo a Natsu a su cama, lo siento ahí y me alejo. Él sigue cada movimiento que hago con la mirada, y yo sólo espero a que decida preguntarme lo que ha sucedido.

-Lucy...- Suspiro.

-Estábamos teniendo una noche de chicas, ustedes llegaron a arruinarlo, cosa que no me sorprende. - Me mira molesto y continuo. - Levy iba a discutir con Gajeel, Gray y Juvia seguramente iban a hablar, si es que él la alcanzaba, y nosotros salíamos sobrando. – Lo miro. - ¿Comprendes?

-Ohhhh, comprendo, así que querías tener un rato a solas conmigo. - Lo miro sorprendida. ¿Cómo demonios llegó a esa conclusión? Se levanta rápidamente y me toma de la cintura. – Chica mala. – Me mira con firmeza. – Nena, si querías estar conmigo sólo debías decirlo y podíamos largarnos de ahí.

Lo empujo pero no me suelta así que ambos caemos en su cama. Nos miramos unos segundos, él se acerca a mi rostro, mira mis labios y lame los suyos.

-Natsu, no. – Hago una distancia entre nosotros estando lmis brazos entre su firme pecho y el mío. – Por favor. - En mi mente comienzo a pensar que me quiere como otra de sus chicas de una noche. Inevitablemente una profunda tristeza me invade y comienzo a querer llorar. Él lo nota y me pega a su cuerpo con firmeza, me abraza, me da pequeñas palmadas en la cabeza y se disculpa.

Esa noche Natsu y yo dormimos abrazados como si fuéramos amantes. 

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¡Oh sorpresa! les traigo otro capítulo para compensar mi ausencia. 

Lov u guys. <3

¡No soy tuya!-NaLu Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora