CAPÍTULO 16

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La mañana siguiente Natsu y yo habíamos acordado pasar la tarde juntos para avanzar con el trabajo que el profesor Laxus nos había encargado. Ya habían pasado cuatro meses desde que nos había dicho y casi era hora de entregar el avance para últimas correcciones, sin embargo, nosotros no llevábamos ni una simple palabra escrita. Ni la trama, ni los personajes, ni el título lo habíamos pensado. Vaya que estábamos en problemas.

Me gustaría decir que al menos yo había imaginado algo, pero la realidad era todo lo contrario. Desde inicio de clases había estado enfrentando un bloqueo que no me permitía estar feliz con mis trabajos. Ciertamente había tratado de seguir mi novela, pero ni eso había logrado. Y como podrán imaginar, a Natsu el trabajo no le interesaba ni un poco.

Sinceramente me encontraba muy presionada y me sentía tremendamente nerviosa porque no creí posible escribir un texto de diez mil palabras en dos días. Es cierto que cuando estoy inspirada mi mano vuela libremente sobre la hoja o las teclas (dependiendo dónde esté escribiendo), pero gracias a mi bloqueo ni siquiera tenía ganas de iniciar un proyecto.

-¿Tienes alguna idea de lo que quieres escribir?- Le pregunté a Natsu mientras mordía descuidadamente la tapa de mi pluma. Estaba sentada en mi escritorio, y él estaba en su cama leyendo un libro. Aún teniendo la hoja frente a mí no se me ocurría nada.

-¿Por qué no iniciamos creando a los personajes?, tal vez así sea más sencillo imaginarnos una historia.- Agregó sin despegar sus ojos del libro. Sentí una gran curiosidad por la lectura de Natsu. Me sorprendía que nada lo distrajera de ese libro, así que decidí preguntarle qué era lo que leía.

-Natsu...- Despegó sus ojos jade del libro y me miró fijamente. Me sonrió. Esperó a que siguiera con mi pregunta. - ¿Qué estás leyendo? - Me removí nerviosa en mi asiento esperando alguna respuesta hiriente de su parte. Lo único que hizo fue alzar su libro para que yo alcanzara a leer el nombre "El príncipe" de Maquiavelo. – Wow, no sabía que tenías interés por la política. – Dije y él soltó una carcajada.

-Nena, no es que tenga algún tipo de interés, simplemente es un libro que todos deberíamos leer en algún punto de nuestra vida, es como... cultura general. – Dijo logrando que me sintiera nerviosa y algo molesta pues, a pesar de amar la lectura, nunca había intentado leer sobre política.

-Lo siento, no lo sabía. – Dije y me quedé callada. - ¿Qué clase de libros son los que disfrutas más? – Esperé unos minutos para preguntar eso. Él dejó su libro para prestarme su total atención. Su mirada estaba fija en mí y podía sentir como un fuerte calor se apoderaba de mis mejillas.

-Leo de todo, me gusta conocer sobre distintos temas. Pero, si tuviera que elegir. – Se quedó pensativo unos segundos y continuo. – Tal vez los textos del romanticismo, naturalismo y realismo literario.

No negaré que realmente me sorprendí por su afirmación. No esperaba que un chico de reputación tan mala como Natsu tuviera gustos similares a los míos. Comencé a formular en mi mente distintas preguntas que probablemente respondería más adelante. Decidí dejar el tema y tratar de seguir con el trabajo.

-Natsu, por favor, hay que comenzar con el trabajo, tenemos que entregar un avance, pero no podremos hacer eso puesto que no hay nada iniciado. – Él se levantó de su cama, colocó su libro en su buró y se acercó a mí. Me volteé para ver la hoja de papel e iniciar a escribir, y me sorprendí al sentir un repentino calor en mi espalda.

-No digas nada... de esta forma puedo ver más claramente lo que escribes. – Dijo y sin más se recostó sobre mí dejando todo su peso en mi espalda. Decidí no discutir y dejar de perder el tiempo. Tomé la pluma y juntos empezamos a planear lo que escribiríamos.

Después de varias horas de trabajo, decidimos tomar un descanso. Como me urgía ir al baño salí corriendo a liberar mis esfínteres. Cuando salí del baño me percaté de que Natsu ya no se encontraba en la habitación. Un fuerte sentimiento de rabia y decepción invadió todo mi ser y salí en busca de él.

Al salir de la habitación a un gran grupo de personas rodeando a dos chicos que estaban discutiendo. Muy en mis adentros deseé que no fuera él metiéndose en problemas de nuevo. Me acerqué más a aquel cúmulo de gente, y me sorprendí al presenciar una escena tan violenta.

Un grupo de personas estaba golpeado a Gray. Él estaba en el suelo, inmóvil y sangrando. Traté de intervenir, pero sólo logré recibir un buen golpe en el estómago que logró sacarme el aire y dejarme inmóvil unos segundos. Cuando menos lo imaginaba el chico que me había golpeado se encontraba en el suelo siendo atacado por un Natsu muy molesto. Traté de hacer algo para detener todo el acto de violencia, no sólo por evitar que salga alguien lastimado; sino también para evitar que los policías de la escuela llegaran y se lleven a todos los perturbadores y apliquen las reglas de la escuela. Hablamos de expulsión por violencia dentro del campus.

Una mano me tomó del brazo y me sacó de aquel grupo de personas. Me encontré con Juvia, Levy y Gajeel quienes acababan de llegar al lugar. Juvia, al ver que Gray estaba siendo atacado se metió sin pensarlo al centro del caos e intentó detenerlo. Pero fue inútil. También salió lastimada, pero puedo asegurar que aquel que se haya atrevido a poner una mano sobre Juvia había recibido un buen castigo por parte de Gray. Natsu seguía atacando al chico que me había golpeado. Gajeel junto con otros chicos más entraron a escena para terminar con aquella discusión. Por suerte lograron separar a todos los chicos, sólo que entre ellos se insultaban y gritaban amenazas y algunas palabras que sería mejor no mencionar. Gajeel había tomado a Natsu por la nuca para evitar que se alterara y reiniciara el pleito. Juvia estaba abrazando a Gray para que este se calmara y dejara de soltar golpes al aire.

Levy y yo estábamos estáticas esperando respuestas a todas las preguntas que formulábamos. Parece que el pleito comenzó cuando uno de los chicos, al parecer de primer ingreso como nosotras, iba a buscar a Juvia para declararle su amor. Gray, que se encontraba pasando por ahí, escuchó lo sucedido y lo atacó tan rápido como le fue posible; por desgracia eran más chicos los que acompañaban al otro y fue así que terminó siendo una pelea.

Al parecer el ruido llamó la atención de Natsu, quien al ver a su amigo ser golpeado, no pudo evitar tratar de defenderlo. Fue así como llegamos a lo que ya he contado. El ruido de los policías corriendo a la escena logró que todos huyeran como locos por los dormitorios tratando de escapar y librarse del gran castigo que les deparaba.

Nosotros cruzamos miradas de miedo y como si todos lo hubiéramos comprendido, corrimos hacia la habitación de Levy y Gajeel. Dentro de la habitación los chicos se escondieron en el baño mientras nosotras montábamos una escena de estar en una pijamada. La puerta sonó y al abrir un policía algo viejo y canoso, con mal aliento, preguntó si nos habíamos enterado de lo sucedido hace unos segundos. Las chicas y yo pusimos nuestra mejor cara de inocencia para fingir no saber nada y así engañar a aquel policía.

Logrado nuestro cometido, Levy, Gajeel, Natsu y yo nos juntamos para hablar de la pelea, necesitábamos detalles y explicaciones. Mientras nosotros hacíamos esto Juvia tomó a Gray del brazo y lo obligó a entrar al baño donde supongo curó sus heridas, pues al salir Gray, estaba lleno de vendas y curitas por todos lados. Noté como entre ellos ya no había ningún tipo de tensión y todo era tranquilo, como si su enojo hubiera acabado por arte de magia.

-Chicos, hay algo que hace tiempo quería contarles. – Comenzó a hablar Natsu y todos prestamos atención a lo que decía. – Dejaré la residencia, mi padre quiere que le ayude con el negocio familiar y debo vivir cerca de allá para llega más rápido en cualquier situación. Seguiré viniendo a clases, pero ya no viviré aquí.

Yo... sólo no supe qué decir.

¡No soy tuya!-NaLu Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora