CAPÍTULO 14

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Contengo la respiración ¿por qué no me fijé si ya había llegado él a la habitación? Natsu me toma por la cintura. Se pega cada vez más a mí, sigo en estado de shock así que él lo aprovecha para acercarse más.

-Has sido una chica muy mala. – Dice y enseguida muerde mi oreja, me sorprendo por tal acto, me despego de él y cubro la zona mordida por el chico. Lo miro con odio, pero sé que tengo un sonrojo que, aunque esté oscuro él puede notar. El parece divertido, realmente se ve lindo con esa expresión en su rostro, sería lindo que esa expresión no lo causara mi sufrimiento.

-Natsu ¿por qué siempre me molestas? – Lo miro y espero a que responda. En este punto ya no me molesta realmente lo que haga, pero no comprendo por qué ese afán de irritarme si yo no he hecho nada. El me sigue mirando con diversión, se queda callado para que yo me impaciente y le vuelva a preguntar. Pero no le daré ese lujo. Lo empujo y me volteo para seguir buscando el cargador. ¡No puedo creer que no lo encuentro! Estaba segura de haberlo dejado sobre el escritorio. Y en el cajón donde siempre lo dejo tampoco está.

-Es porque me gustas, Rubia. – Responde. Por un momento dejo de buscar el cargador y me quedo estática. No puede ser cierto, debe ser otra de sus molestas bromas. No puede ser cierto que Natsu, el playboy de la escuela, el chico que me odia, el que me molesta; se sienta atraído por mí.

-Vamos Natsu, eso no es gracioso. - Digo y me agacho para ver si el cargador no se cayó del escritorio. Me quedo pensando en lo que Natsu dijo. Tal vez haya una posibilidad de que se sienta atraído por mí. Digo, ya hemos tenido acercamientos antes. Me sonrojo de sólo pensarlo. En mi campus visual aparece el cargador ¡así que aquí estaba! Extiendo la mano para tomarlo y cuando por fin lo agarro, Natsu me toma de la muñeca y me levanta de un solo jalón.

El tirón que me dio me lastimó un poco, y la fuerza de su mano sobre mi muñeca también me duele. - ¡Suelta, me estás lastimando! – Hago movimientos desesperados para que me suelte y me deje ir, pero nada. - ¡Ya! ¡En serio me duele! – Natsu me suelta unos segundos y pone su firme mano detrás de mi cintura, en la espalda baja, y con fuerza me pega a él. Lo miro un momento, parece enojado, su pecho sube y baja con fuerza, como si le costara respirar. Cuando estoy a punto de decirle algo, siento como sus labios se estrellan con los míos. Trato de empujarlo, pero aplica más fuerza, en mi espalda, y no me lo permite. Lo que me sorprende es que su beso es agresivo, como si tratara de demostrar algo.

Por un largo tiempo no sé qué hacer. Cuando me doy cuenta comienzo a devolverle el beso, él lo nota y sonríe mientras seguimos con el acto. Me sorprendo de lo buen besador que es, de sus labios sabor a menta, de la protección que siento. Coloco mis brazos detrás de su cabeza para hacer el beso más profundo. Así pasamos unos segundos, hasta que Natsu comienza a bajar su mano lentamente. Yo, como primera reacción me alejo y salgo rápidamente del lugar dejándolo sólo. Cuando salgo me doy cuenta del gran error que he cometido, ¡soy una tonta! Ahora soy una más.

Siento que quiero llorar, pero me contengo, respiro profundo tratando de calmarme. Decido dar rápidamente una vuelta por el lugar. Cuando por fin logro aparentar tranquilidad, me acerco a la puerta de Levy y toco. Juvia abre y me reclama mi tardanza, invento que no encontraba el cargador por ningún lado, lo cual es una mentira a medias. Y sin más entro para ver las películas.

-Ah, definitivamente Mr. Bingley no tiene comparación con ninguno de lo cavernícolas de esta escuela. – Afirma Levy - ¡Es exactamente como Jane dice! ¡Tiene todo lo que un caballero debería tener! -Termina su frase con un profundo suspiro. Juvia sólo la mira sin expresión y se voltea para seguir con la película.

-No lo sé Levy, aunque estoy de acuerdo en que Bingley es un amor, creo que Darcy tiene algo que lo vuelve más atractivo. – Digo.

- Oh Lu, creo que tienes un serio problema con los chicos fríos. ¡Es tan serio que no te percatas de los caballeros que pasan frente a ti! - Dice y señala una escena donde aparece Bingley mirando a Jane. Yo sólo río y dejo que mi amiga se haga ilusiones con un personaje ficticio.

-Chicas, ¿qué les parece si jugamos a algo? – Dice Juvia. Levy y yo la miramos y esperamos su propuesta. – Algo como jugar a las verdades. – Levy y yo aceptamos y las tres nos sentamos en círculo para comenzar a jugar.

-Yo inicio. - Dice Levy. - ¿Qué hay entre Lyon y tú? – Le pregunta a Juvia. Ella la mira sorprendida y se queda unos segundos pensado en su respuesta; sé que recuerda lo que Gray le hizo al pobre chico.

-Es sólo mi amigo, no sé a qué viene la pregunta Levy. – Dice Juvia algo confundida y sin expresión.

-¡Es que se nota que le gustas tanto! – Al decir esto Levy. Juvia se sonroja y abre los ojos, como si no se lo hubiera imaginado para nada.

- ¡No me digas que no lo habías notado Juvia! – Dijo Levy incrédula. – Desde que te conoció toda su atención se centra en ti. – Agrega y Juvia le tapa la boca para que deje de hablar.

-Es... es mi turno. - Dice y se dirige a mí. La miro, me mira, y me lanza una sonrisa juguetona. - Lucy...- Juguetea con sus dedos y se mueve de un lado a otro nerviosa. De la nada su rostro se torna color carmín y pregunta. - ¿Qué... qué hay entre Natsu y tú?

La miro sorprendida, no sé qué responder, ¿cómo le explico que nuestra relación es puro odio y desprecio, pero que a veces él es lindo conmigo y... bueno... y ha intentado llegar más lejos? Muevo mi cabeza de un lado a otro nerviosamente y respondo, sin mucha seguridad. No puedo evitar recordar la escena de hace un rato. Sus labios sobre los míos, el calor de su cuerpo. ¿Qué demonios estoy pensando?

-Nada... entre él y yo no hay nada. – Juvia se sonroja por haber preguntado aquello y Levy me mira dudosa, como si no aceptara mi respuesta. Giro mi cabeza para no ver sus miradas acusadoras y pregunto. - ¿Qué pasó con Gajeel, Levy? – Su rostro se vuelve rojo, hasta las orejas, y comienza a tartamudear diciendo cosas como "Na..na..da" o "Él... él y yo..", pero sin llegar a contarnos ninguna cosa.

Un silencio nos invade y cada una se pierde en sus pensamientos, pero, esto se ve interrumpido cuando Levy dice "¡Él me gusta!". Todas nos quedamos calladas de nuevo, cada una procesado la información a su manera. La pequeña Levy me voltea a ver, sus ojos muestran preocupación, así que sólo le sonrío y la abrazo para agradecer su sinceridad.

Decido cambiar de tema, así que miro a Juvia y espero a que salga de sus pensamientos. - ¿Algo interesante con Gray? – ¡Oh no!, creo que no debí mencionarlo. Lo único que obtengo es una mirada de odio de Juvia, ella cierra sus manos. - ¡Juvia, lo siento! Olvida lo que te pregunté, ignóralo, perdón.

-Creo que es momento de que les explique lo que sucedió.

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¡Hola queridos lectores! y perdonen la tardanza (jeje).

Si les soy sincera no tengo alguna razón o motivo para justificarme, así que les daré una gran disculpa (LO SIENTO MUCHO MINNA). No saben cuánto agradezco su apoyo con mi historia, sus comentarios me suben el animo cuando creo que no debo seguir escribiendo. 

¡Los quiero mucho! 

(PD: Sacaré mi lado friki ¡Arigato minna san!)

¡No soy tuya!-NaLu Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora