Allí esta, la maldita de Daisy, durmiendo, y muy pronto la dejaremos dormida toda su vida. Miro a Jeff y este no lo piensa dos veces y me entrega su cuchillo, cual aún me quedo viéndola indecisa.
Es que, ¿cómo? no se..creo que no tengo la valentía como para apuñalarla. Jeff se queda mirándome extrañado.
-hey, oye, ¿qué pasa? no me digas ahora que no quieres acabar con donde apenas estamos comenzando, ¿o si? - yo sólo niego y mojo mis labios con mi lengua - se que estas nerviosa, pero joder, piensa seguro en todo lo que te hizo ella, en todo el daño y quien sabe más, la odias y se que disfrutarías su muerte - da una media sonrisa - dale, tu puedes.
Comencé a caminar hasta quedar junto a Daisy, quien aún ni cuenta se ha dado de que estamos ahí, al parecer está en un muy profundo sueño, pero de la nada ella comienza a picar sus ojos.
-¿mami? - dice aún sin abrirlos completamente - largate mama déjame dormir - refunfuña ella, si a su mamá le habla asi, creo que ni ella la va a extrañar.
-creo que no es tu mami - no se que me esta pasando, pero siento que comienzo a verla de una manera bastante extraña y a sonreír macabramente.
-¿q-quién eres? ¡N-no te conozco! - fue buena idea la de Jeff ponerme la máscara, Daisy comienza a temblar y abre sus ojos como platos.
-¡maldita sea! clavale el cuchillo antes de que grite, déjame ayudarte - en eso Jeff se acerco y agarro su garganta y ella comenzó a "toser" - ¡¡¡dale ya!!!
No aguante más y comencé a apuñalarle el pecho una y otra vez, mientras más veces seguía más grande era mi extraña carcajada, la sangre de mi más odiada enemiga caía sobre toda mi máscara y sobre todo mi cuerpo, estaba manchada en todas partes, incluyendo Jeff. Cuando acabe de apuñalarla miro a Jeff, quien me mira muy sonriente, me quita el cuchillo y le talla a Daisy una sonrisa igual a la de él, yo lo miro extrañada.
-¿qué? - dice él despreocupado.
-¿por qué ni a mi padre ni a mi hermana le hiciste tu sonrisa permanente? - pregunté.
-porque cuando acababa de matarlos - "matarlos", en cuanto se refiere a ellos, siento que es como si le dieran un patada a mi corazón - para después hacerle mi hermosa sonrisa tu ya habías llegado - sonrió, yo sólo asentí.
De repente la puerta de la habitación de Daisy se abre y entra un anciano con una bata blanca.
-pero que descolorida está esa bata - le dice Jeff a este - ¿qué tal si le damos un poco de color? - el hombre se iba a dar la vuelta para salir corriendo, pero Jeff fue más rápido y le lanzó el cuchillo, el cual le tras paso la cabeza - eso fue un pequeño diseño a tu horrible cara, ahora le daremos color a tu desteñida bata - el me miro y me pasó otro cuchillo que traía de la parte de atrás de su pantalón - mejor lo haces tú.
Me acerque al anciano sin piedad y lo apuñale en el pecho una, y otra, y otra vez. Yo volví a reír como una maniática desquiciada y Jeff me miraba confundido.
-ya ya, lo has hecho bien, pero no te aloques desde ya - me alejó Jeff del anciano y luego le talla la misma sonrisa que a la chica, para después nosotros salir por la misma ventana por la cual entramos.
-fue divertido - comencé a decir mientras caminábamos.
-¿qué? - dice, como 'frío'.
-esta noche, fue divertida.
-ah, si - ni siquiera me mira. ¿Y a este qué le pasa? Hace un rato estaba de lo más contento y ahora está como que....no lo se, pero ¡al parecer es bipolar!
Seguimos caminando hasta llegar a la creepy house, entramos y encendimos la luz de la sala.
-¿por qué tan tarde? - de la nada sale la voz de Slender, para luego un sillón darse media vuelta y demostrarnos su presencia.
Miro a Jeff, y este parece muy despreocupado.
-estábamos divirtiendonos - dicho esto, Jeff subió las escaleras y se trancó en su habitación, haciendo que el 'jefe' y yo quedáramos solos, cosa que me pone nerviosa, ¡¿y si me hecha de la casa?! ay no.
-bueno Amelia, ve a tu habitación y duérmete, ya es bien tarde, mañana hablaremos - yo asentí, me despedí de Slender, subí las escaleras y me encerré en mi habitación, para luego tirarme en mi cama.
Pensé que me iba a dar un tremendo discurso y mucho bla bla bla, pero nada, así está mejor, además en verdad estoy muy cansada.
Poco a poco fui cayendo en un profundo sueño, hasta dormirme.
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Bienvenida a la Creepy House
FanfictionAmelia era una chica normal de unos 16 años, iba a la escuela, estudiaba, tenía familia, y en cuanto a sus amigos, sólo tenía una, ya que su popularidad en la escuela era de 0%, pero eso a ella nunca le importo, porque nunca fue una chica que quiso...