Guiada por el profundo amor que tiene por la fotografía, Anya Ukai conoce al Karasuno, en donde su mundo, que consideraba pequeño, se llena de personas que siempre estarán allí para ella. Ya no mas sola.
El Karasuno la acoge como su nuevo miembro, v...
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- ¡muy bien chicos, ¿ya tienen todo?, ¡nos vamos! - grito Takeda mirando a sus alumnos reuniéndose frente al bus que contrataron para llevarlos.
Los chicos se habían alistado como podían, bolsas, cosas secas y demás, Kiyoko había preparado todo un día antes con Yachi, lamentablemente la rubia no podía asistir por su madre, la mujer debía salir con urgencia esa mañana y se llevó a su hija.
- ¡Hinata, tengo preparado todo por si quieres vomitar! - se burló Tanaka mostrando una bolsa para que el muchacho no cometiera el mismo error que de la última vez.
El pobre peli naranja se avergonzó y vio a su amiga con vergüenza, jamás pensó que Tanaka se burlaría de el de esa manera de su mala suerte con su estómago y sus nervios. Anya estaba ahí, a su lado alentándolo para que no se desesperara.
- vamos enano, estarás bien, si vomitas te golpeare - sonrió la chica tomando una foto de la cara nerviosa de Hinata, el chico la empujó de su costado con resentimiento.
El gimnasio de Sendai quedaba a unas horas de Karasuno, Anya se había quedado dormida en el hombro de Kiyoko en todo el camino, la manager amablemente le entregó una de sus casacas de repuesto para que se pusiera, necesitaba llevar algo para que se cubriera, usualmente en los gimnasios hacía frío así que se preocupó de que la menor no se enfermara.
AL llegar al gimnasio, Anya salió corriendo como perrito a tomar fotos de los alumnos, algunos chicos se sorprendían cuando ella se acercaba a pedirles una fotografía y ellos asentían feliz de ver a una "extranjera". Por un lado, Tsukishima ardía como elmo del meme.
Los chicos sacaban las cosas del bus con rapidez, Ukai veía a su hija desaparecer entre las personas, como si se la hubieran tragado en el gentío.
- debes estar por ahí, no te preocupes - le calmo Takeda con una sonrisa.
Al entrar por las puertas grandes pudieron ver a Anya discutir con un chico, la pequeña parecía estar a punto de morderle el rostro al muchacho que parecía no entender el rostro desfigurado en ira de ella.
Anya escucho como los llamaba "cuervos sin alas" y aquello le molesto, dejo a un lado su cámara y sacó su lado de pandillera latina, como cuando discutía con algunos chicos dota en línea y empezaban a mariconearse.
- estas loquito, como te atreves a llamarlo delincuente, Azumane es la cosa más tierna del mundo mundial pendejo, que te quede claro - repitió mordiendo su lengua para no soltar groserías - con mi ESCUELA nadie se mete pu....
Anya miró en dirección de dónde venían los de Karasuno, sonrió con maldad al ver a Tanaka y Nishinoya con esas miradas de asesinos en serie.
- Anya, ¿te están molestando este? - dijo con voz aterradora Tanaka.
