Guiada por el profundo amor que tiene por la fotografía, Anya Ukai conoce al Karasuno, en donde su mundo, que consideraba pequeño, se llena de personas que siempre estarán allí para ella. Ya no mas sola.
El Karasuno la acoge como su nuevo miembro, v...
Hola hermosas chicas del señor, espero que hayan tenido una hermosa vida entretenida por que ya vienen capítulos llenos de drama, espero que les guste y que comente, vayan a apoyarme con mis otras historias y comenten, los quiero mucho y sigan leyendo, disculpen si demoró, las que me siguen sabrán de mi situación, las que no, ¡que esperan para no seguirme!
Sin más, see you next time girls!!!!!!
*
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
kai veía a su hija como si fuera la cosita más extraña del mundo, la niña llevaba más de 3 horas dibujando colocaciones y extrañas posiciones en diferentes hojas de colores, logró incluso ves que al no tener más hojas comenzó a rayar la mesa.
- no entiendo que haces - soltó de repente.
- ecuaciones papá - respondió - luego de la pelea con los chicos, no volví a hablar con ellos, y como mi orgullo me gana, no lo haré. Así que mientras tanto iré haciendo esto para ayudarlos.
Ukai se golpeó la frente, su pequeñita podía ser muy fascinante a veces, pero en una pelea con sus nuevos no sabía cómo reaccionar, así que lo mejor que pudo hacer fue alejarse.
- que es... - Ukai observo una figura parecida a Hinata, solo que, en diferentes posiciones, una la conocía - esto...
- cuando voy con el abuelo juego con algunos chicos que van a practicar, son los tres tiempos - susurro - el abuelo envió un mensaje de texto, dice que lo vas a ver y que te compres un celular porque hasta él ya tiene uno.
Anya volteó y le guiño el ojo a su padre, luego siguió su trabajo.
El entrenador suspiró y cogió las llaves del auto, se despidió dejándole un café calientito a su hija y salió.
Anya miró de reojo la puerta y suspiro con calma, dejó sus dibujos a un costado y observo el móvil con cuidado.
La presión se le iba a subir a la cabeza, principalmente porque tenía muchas cosas que hacer y una de ellas era ese mismo día que iba a Tokio para el campamento con los chicos. Según su nuevo jefe, tenía que ir a rellenar papeles y presentar su proyecto, podía hacerlo ese mismo día o al día siguiente, sus opciones eran limitadas por el momento así que no iba desperdiciarlo.
Cogió las fotos que tenía del campamento de verano y comenzó a cortarlas, abrió un cuaderno que tenía y empezó a escribir todo lo que su cabeza soltara, pegaba diferentes cosas e incluso mezclaba con algunas imágenes que no eran referentes pero que combinaban.
- bien, excelente, falta... necesito ir a la escuela... - murmuró cogiendo su cámara y revisando los rollos para que no le faltaran, de paso agarró unas cuantas hojas en las que dibujo.
Anya había estado así toda la semana, dividida en dos mundos, incluso no se atrevió a acercarse al gimnasio mientras los otros chicos entrenaban, estaba más que decir que sus motivos eran claras como el agua, no podía verles las caras a Hinata y Kageyama luego de la pelea que tuvieron, su orgullo y su corazón dolido no le dejaban.
