Guiada por el profundo amor que tiene por la fotografía, Anya Ukai conoce al Karasuno, en donde su mundo, que consideraba pequeño, se llena de personas que siempre estarán allí para ella. Ya no mas sola.
El Karasuno la acoge como su nuevo miembro, v...
Nuevo capítulo gente hermosa, este es el mejor que escrito para usted, me inspire bien feo escuchando a mis chinitos, así que espero disfruten de las pendejadas que escribo.
Lean y disfruten ;V
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- ¡ANYA! - gritaron su nombre. Hinata corrió emocionado junto a Kageyama a buscar a Anya en la salida de la escuela, la muchacha había llegado a su casa la noche anterior y no tuvieron oportunidad de ir a verla. Y ahí estaba, con el uniforme de Karasuno que le quedaba de maravilla, Anya era ancha, no como las japonesas delgadas, pero podía verse la cintura que tenía y la forma de su cuerpo, la camisa le quedaba bien y la falda hacía que sus piernas se vieran esbeltas y contorneadas, no llevaba mayas ya que Ukai se olvidó de comprar eso cuando obtuvo el uniforme.
La chica sacó su cámara alegre.
- ¡sonrían! - grito ella saltando. Hinata y Kageyama pararon e hicieron una extraña pose para la cámara de su amiga, Hinata sonrió abriendo la boca como si fuera un león y Kageyama hizo lo mismo solo que su rostro de jodido tsundere salió a relucir.
Y tomo la foto perfecta de ambos chicos llegando hacia ella.
Kageyama se acercó a ella como cachorro y la alzó de la cintura, había extrañado a su amiga como no tenía idea, hasta esa semana no se había dado cuenta de cómo dependía de las palabras de la muchacha o de las sonrisas tiernas que le daba cuando terminaban de calentar.
- ¡bájala, también la quiero abrazar! - dijo Hinata molesto.
Anya palmeó la cabeza de Kageyama y este la dejo en el suelo, Hinata empujó al armador y apachurro a su amiga con todas las fuerzas que su cuerpo enano tenía.
- te habíamos extrañado - susurro Hinata.
- ahora estoy aquí - respondió ella.
- te queda el uniforme bien - susurro Kageyama avergonzado, Anya sintió sus mejillas calentarse ante el cumplido del muchacho - te ves más tierna.
- ya Bakeyama, la avergüenzas - se burló Hinata - tu corbata está torcida Anya-chan.
La chica miró su corbatín y comenzó a arreglar sin tener éxito alguno, el setter de Karasuno se agacho a su altura y la ayudo con cuidado, pudo sentir la textura de la piel del cuello de ella. Era extraño, se sentía raro al estar cerca de su amiga de esa manera, en especial si ella no hacía nada por alejarlo. Había visto un montón de películas en donde los hombres se acercaba de esa manera a sus novias.
Novia.
- atrás rey de la cancha -
La voz de Tsukishima lo sacó de sus pensamientos, vio a Anya siendo jalada por elodioso de su compañero a un lado, noto la molestia en su mirada.
