Guiada por el profundo amor que tiene por la fotografía, Anya Ukai conoce al Karasuno, en donde su mundo, que consideraba pequeño, se llena de personas que siempre estarán allí para ella. Ya no mas sola.
El Karasuno la acoge como su nuevo miembro, v...
Buenas almas hermosas, aquí les traigo un nuevo capítulo de Proyecto Karasuno, espero que lo disfruten, disculpen por no haber publicado antes chicos...
Por fin termine mis finales así que tendré mas tiempo para escribir
Me despido.
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Anya fue la primera en levantarse de toda la casa, alistó su mochila con un rollo de cámara y botellas con agua por si las moscas. Se demoró más de lo debido en el baño para ver si podía retirar la tinta de su rostro, pero fue inútil. Rendida vio como los chicos se levantaban del uno a uno cuando las alarmas sonaron.
Hinata estaba más que emocionado, desayuno a velocidad luz y cuando vio que sus amigos también ya habían terminado decidieron salir a correr.
Anya se puso un polo simple y pantalones deportivos de color negro y en su costado la mochila pequeña de su cámara. Por otro lado, los demás chicos se pusieron el uniforme de deporte de Karasuno.
- ¡corramos Anya! - chillo Hinata.
Ukai iba a protestar, pero cuando vio como el mocoso anaranjado cargaba a su hija en su espalda el miedo desapareció. Después de todo el niño que consumía energizantes hasta en el desayuno podía ayudar a su hija.
- ¿podrás correr conmigo en tu espalda? -
- creo que no sería saludable para la vida de Anya, Hinata - tartamudeo Yamaguchi detrás de ellos.
Por otro lado, Tsukishima y Sugawara no pudieron evitar sentir enojo al ver que tan bien era la relación de ambos pequeños.
Comenzaron a correr en trotadas y Hinata hacía reír a su acompañante con pequeño saltos o tropezones que se daba con Kageyama.
- ¡una carrera Kageyama! -
Y así empezaron a correr, Anya no paraba de reír al sentir el viento chocar con su rostro.
- ¡Gooooooryaaaaa! -
Hinata comenzó a correr con mucha más fuerza sujetando a su amiga para que no se caiga, cuando ya estaban lejos de todos, el muchacho se dio cuenta de que Anya estaba gritando para que parara. Al hacerlo sintió que su cuerpo vibró y se dejó caer al suelo con todo y chica.
- ¡Hinata! - la niña se levantó de encima del chico y con la escasa fuerza que tenía intentó levantarlo - ya déjate de boberías, donde nos has traído.
- estamos lejos de los chicos - susurro, se levantó y sacudió la tierra que le dejo el suelo de las rodillas.
Anya sacó su cámara y le tomo foto a un chico que le llamó la atención, era de su mismo tamaño, su cabello le recordaba al color del pudin por alguna razón y la posición en la que se sentó era igual que la suya cuando por un tiempo de obsesiono con los juegos portátiles. Siguió con su cometido hasta que vio cómo su amigo se acercaba al desconocido. Intentó detenerlo, pero ya era tarde, el peli naranja ya estaba lejos de su alcance.
Con nervios lo siguió hasta que escuchó como le hablaba al otro chico.
- así que también practicas el voleibol - dijo Hinata.
- sí, pero no es mi prioridad, los juegos los son, igual que este nivel -
Anya se acercó a un lado del chico y observo el juego que tenía en sus manos. Era uno de estrategia que había jugado hace un tiempo atrás y pudo pasar los niveles con movimientos que su cabeza le proporcionaba.
- es un patrón, debes saltar varias veces para que el truco te salga, una vuelta en 25x40, con los dos controles debes hacer.... - ambos chicos se le quedaron mirando.
- ¿ya lo has jugado? - aquel chico la miro con cierto brillo en los ojos, conocía pocas chicas que jugarán.
- hace tiempo, lo resolví en dos semanas, pero lo deje cuando llegue al nivel 189 -
- no pensé que eras ese tipo de chica Anya-chan, ludópata -
La chica cogió el cabello de su nuca y lo jalo hacia atrás fastidiada. Dejo de prestar atención a Hinata y se fijó que, al otro lado de la calle, un Kageyama molesto los estaba esperando.
- creo que debemos irnos, el diab... digo, nuestro amigo nos espera -
Hinata también sintió la filosa mirada que Kageyama les obsequiaba desde el otro extremo.
- nos vemos Kenma - río Hinata sujetando a su amiga de nuevo de las piernas.
Anya se subió a la espalda del chico y volvieron a estar en marcha para el entrenamiento.
Al llegar la tarde, Anya miraba como Kiyoko cocinaba de manera profesional para todos, era asombrosa. Ella apenas sabía hacer huevo hervido con kétchup.
- debes enseñarme a cocinar - los ojos de Anya brillaron - no creo que con matemáticas se pueda cocinar.
- si se puede, las medidas, debes medir cada cosa que hechas en la olla para que te salga perfecto - sonrió la mayor. Con gusto sacó un delantal rosa de conejitos y se lo puso a Anya - acercare.
Tsukishima, quien estaba sentado observando todo desde un punto estratégico donde nadie lo podía ver, intentaba no sonreír al ver los torpes movimientos de Anya, le resultaba tan tierno verla no votar ni un poquito de arroz cuando movía el takoyaki.
- estas de acosador Tsukishima - susurraron.
El chico se sobresaltó al ver al papá de Anya junto a él.
¿ahora que hacía?
Asustado se acomodó los lentes por 7 vez y lo miro.
- no señor... estaba escuchando música - levanto sus audífonos y fingiendo colocarlo otra vez, Ukai hablo.
- babeabas por mi hija, se puede notar a kilómetros - río, Ukai sacó un cigarrillo y se lo colocó en la boca - siempre te atrapo mirándola.
Tsukishima negó, no podía quedarse mirando a la enana ¿oh sí?
- no me molesta en lo absoluto... eres el único del grupo, junto a Sugawara, que son los más normales - volvió a reír - no me importaría si intentas cortejarla.
La "palabra" cortejarla ya no existía en ese tiempo.
Pero el chico sabía a qué significaba.
Podía salir con Anya.
Aunque no quisiera, es lo que intentaba creerse.
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