009. Nervios*

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Ya tenía todo listo y solo faltaba guardar su cámara en su mochila de mano, Anya había alistado sólo lo necesario, tres cambios de ropa, toalla y un cepillo, su papá había llevado los utensilios de limpieza; lo importante lo llevó consigo, su cáma...

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Ya tenía todo listo y solo faltaba guardar su cámara en su mochila de mano, Anya había alistado sólo lo necesario, tres cambios de ropa, toalla y un cepillo, su papá había llevado los utensilios de limpieza; lo importante lo llevó consigo, su cámara y un cuaderno para anotar lo que debe mejorar el equipo ya que su papá le insistió en hacerlo. Usaba unos pantalones cortos, una camiseta de Hinata que por casualidad metió en su morral en la última práctica y varios rollos de cámara. El profesor Takeda los recogió en la mañana para poder alistar los utensilios del club de voleibol y meterlos en el auto para que vayan al centro de entrenamiento donde estarían el resto de la práctica.

Kiyoko había podido salir de sus clases ya que el profesor había dejado una serie de ejercicios los cuales había resuelto sin ningún problema, preparaba las cosas que iban a necesitar y las botellas necesarias, ya ella luego se los encontraría en la casa de campaña por su cercanía con esta.

- ya está todo listo papá, las cosas están en el auto - dijo Anya, se había hecho una cola baja y colocado la vincha de su padre para que su cerquillo no le estorbara - señor entrenador, ¿me escucha?

Keishin miraba la cancha de entrenamiento con seriedad, estaba tan concentrado recordando viejos amigos y rivales que no se dio cuenta de su hija quien saltaba frente a él intentando llamar su atención a como dé lugar; no fue cuando ella comenzó a jalar la poca barba que tenía en su quijada que se dio cuenta.

- señor entrenador, ya dejé de mirar al frente como zombie - susurro su hija, Keishin saco un cigarro y lo prendió desordenado el cabello de ella con lentitud para hacer sufrir de molestia - ¡ya, basta!

Pasaron conversando de trivialidades hasta hacerse de noche, Anya se había quedado dormida en una de las colchonetas de lo cansada de haber ordenado los balones, no le importa si alguien la encontraba o la molestarán, solo era un rato.

Solo con Yachi quien no podía venir con ellos ya que su madre se la llevó a ver a su padre ese día.

Sugawara Koushi había salido temprano de clase gracias a la ayuda de su profesor por los entrenamientos, muy a parte ya que era uno de sus alumnos más aplicados. Llevaba en su mano cambio de ropa y sus útiles de aseo, en el camino se encontró con un despistado profesor Takeda buscando las llaves dentro del salón para maestros. Al llegar al gimnasio no encontró a Keishin ni a Anya por lo que decidió ver si ya había llevado los balones al auto. Cuando entró se sorprendió al encontrar un pequeño bulto entre las colchonetas, noto cierto cabello corto que tanto invadía su cabeza.

- ¿Anya? - pregunto incrédulo al vacío, la niña sólo se revolvió como un bebé apretando su mochila contra su cuerpo - te vez tan diminuta así.

Sugawara se concentró en el rostro de la chica, labios rosas, nariz chica y piel pálida, pareciera que a la niña nunca el sol la había tocado, cosa que le agradaba a Sugawara, era el mismo tono que su piel.

Proyecto Karasuno*Haikyuu*(Tsukishima Kei) CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora