Guiada por el profundo amor que tiene por la fotografía, Anya Ukai conoce al Karasuno, en donde su mundo, que consideraba pequeño, se llena de personas que siempre estarán allí para ella. Ya no mas sola.
El Karasuno la acoge como su nuevo miembro, v...
Holi, quieren caramelos niños?, vengan conmigo, les daré todo lo que quieran :D
Que tal pequeños cuervos, espero que bien, me he demorado mucho para escribir esto, debido a que he estado en una zona sin señal, pero regreso con mas fuerzas y mas capítulos chingones, espero les guste.
See you next time :3
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nya iba a faltar a la práctica de aquella vez, Yachi había vuelto de un viaje que había hecho con su madre y de inmediato se había puesto a trabajar con Shimizu en todo lo que podía, a veces podía ser una chica olvidadiza o como ella se llamaba, de segundo lugar o la extra- Yachi era una tonta a veces.
Cansada corrió hacia el centro de cartas, tenía que recoger la invitación del jefe de la revista Orión y algo más que llegó en su correo sobre una sorpresa de parte del hombre. Estaba nerviosa, el señor que la estaba incluyendo en la revista le pidió información sobre ella, sobre por qué le gustaba tomar fotos y de que quería tener una entrevista con ella cuando llegara a Tokio, le sorprendió que le pidiera una foto de ella.
- ¡Señor de las cartas! - exclamó con fuerza al llegar al centro de cartas, emocionada se alisó la falda con cuidado y miró al chico repartidor salir con el cabello desordenado, detrás de él una chica con la falda medio levantada y el pintalabios rojo puta desparramado por todo su rostro - acomódate la falda.
La universitaria, avergonzada, miró a Anya y salió con las mejillas rojas de vergüenza.
- asustaste a mi futura novia - murmuró el repartidor suspirando, Anya siempre hacia eso cuando llegaba y lo encontraba en una situación un tanto comprometedora como aquella.
- no importa eso, puede encontrarse a otra, es guapo - sonrió con inocencia - ¿llegó algo para Anya Ukai?
El joven asintió y sacó un paquete más una carta pegada a esta, Anya se lo arrancó y se sentó en el suelo con emoción, la falda de la escuela se le subió un poco, pero agradeció haberse puesto el short de deporte, si no iba a tener un accidente fatal con sus bragas color amarillo patito.
- ¿qué te enviaron? -
- mierda - soltó.
La portada era genial, lo que más le asombró fue su fotografía en ella.
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