Otro día que me despierto, otro día que estoy viva. Hace ya una semana que guardián se fue. Se siente tan solitario estar sin él. Fueron muchos años acostumbrándome a su presencia y a su carácter. Lo extraño tanto, tanto, es como si me faltara una parte de mi, una gran parte. Pero tengo que levantarme, el día es joven, o al menos eso dice Trixie, Un día después de que Guardián se fuera tuve una recaída delante de Arthur, si me desmaye. Después de eso él me asigno a una doncella para que cuide de mi, lo más curioso es que...
- ¡Buenos días, Ángela!- entro la chica, tendría unos 16 años, alta, morena, con ojos azules. Al principio me llamaba señorita Ángela ya que la conocí cuando era niña, pero ahora hay más confianza.
Ella me miro, y por su cara de preocupación sabia que me veía tan mal como me sentía. El collar engañoso que me dio Merlín se estaba debilitando, cuando la volviera a ver le pediría que me lo recargue.
- Prepárame mi medicina y un baño por favor- le pedí con mi voz de las mañanas, debilitada.
-Claro- se dirigió a la mesita escritorio ahí saco una botella que tenía un liquido verde, tomo una cuchara y se me acerco, lleno la cuchara con ese líquido me lo dio en la boca, como cada mañana. Pobre Trixie, ella no sabe que este jarabe no me cura si no que hace que no sienta el dolor, y después tiene repercusiones gravísimas. Trixie me toco la frente- Está caliente. Su temperatura aumento por la noche, mejor le preparo ya ese baño.- se dio la vuelta y fue para prepararlo, me dio una ultima mirada antes de desaparecer por la puerta.
Odio que me tengan lastima y pena. ¡Lo odio! Prefiero tenerlo a Guardián regañándome por ser imprudente y torpe que esa mirada... Ya he tenido bastante de pena por no tener el nivel necesario. Puedo con todo lo que me tiren a la cara, menos con la lástima,¡ LASTIMA NO!
Mire para la ventana. Era un día hermoso, perfecto para salir, pero... ahora que lo pienso, ¿por que no? Si mi destino es dejar este mundo, nadie podrá detenerlo. Además no a habido señales de Guardián, siento que esta bien, mi intuición me lo dice y mi corazón, pero no me he comunicado con él desde que salió. Trato, pero es como si nuestra conexión estuviera cortada.
- Ya esta, señorita Ángela- voltee a ver a Trixie, ella me estaba extendiendo la mano para ayudarme a incorporarme de la cama. La tome y me ayudo a dirigirme al baño. Al llegar me dejo ahí y yo me dispuse a desnudarme. Me vi al espejo, estaba muy delgada, demasiado. Y no era que no me estuviera alimentando bien es solo que lo de volvía la mayor parte. La marca oscura había crecido por mi brazo y ya me llego al pecho. Había invadido dos de mis corazones. Solo me quedan cinco, si la materia oscura llega a ellos, es mi final...
Me bañé en la bañadera y estuve ahí un rato. Cuando salí ya me sentía mejor, el jarabe estaba funcionando, bien tengo un día muy largo. Me puse el collar engañoso, era color turquesa y me miré en el espejo. Me veía muchísimo mejor, incluso la marca oscura había desaparecido. Me solté el pelo, que lo tenía con una larga trenza y lo peine un poco. Me puse el vestido turquesa que combinaba y unos zapatos bajos. Y ya estaba lista. Salía del baño. Trixie estaba preparando mi desayuno.
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La hermana mayor de Meliodas 2: El renacer del corazón
FanfictionADVERTENCIA: DEBES LEER EL PRIMER LIBRO PRIMERO Libro 2: Estarossa Siempre he pensado que mi número de la suerte era el tres. Tengo tres hermosos hermanitos. Crié a tres hermosas haditas. Tenía tres mejores amigos. Siempre pensé que ese era mi númer...