Después del temblor regresamos a la ciudad. El día fue muy normal. Pero no se me podía quitar el presentimiento de que, algo muy importante acababa de pasar y tendría que estar ahí. Tengo emociones a flor de piel. No sabía que me estaba pasando.
Solo tenía algo claro, algo grande había pasado. Algo de mucho significado. Mi intuición nunca me falla. Es un sexto sentido. Mientras nos encaminamos al castillo un recuerdo de mi pasado se me vino a la mente...
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Estábamos viendo las estrellas.
- Y esa es la estrella del norte.- les dije.
-¿ Angie, y si un día nos perdemos y no hay estrellas?- me preguntó Zeldris.
- Si eso pasa haremos lo siguiente. ¿ Recuerdan la canción que les canto para dormir?- los tres asintieron- Usaré esa canción para llamarlos y así sabrán donde estoy¿ De acuerdo?
- Sí- dijeron los tres al mismo tiempo.
- Tienen alguna idea de cuánto los quiero, ustedes son mi esperanza, mi alegría y mi sostén.- les acaricié a cada uno en la mejilla.
Una estrella fugaz atravesó el cielo.
- ¡ Rápido, pidan un deseo!- cerré los ojos y pedí el mío.
- Hermana...- vi a Estarossa, él estaba con los párpados casi cerrados- ¿Nos cantas la canción para dormir?, cuando la cantas no tengo pesadillas. Es la mejor en auyentarlas
- Ángela, es una hermosa noche, pero por qué nos trajiste ahora.- me dijo Meliodas.
- Porque justo esta noche ocurrirá algo especial.- le dije y mire a Zeldris. Saqué de la bolsa que traía lo que quería, un pastel de cumpleaños y un regalo.- ¡ Feliz cumpleaños Zeldris!
El niño abrió grande la boca por la impresión y se le pudieron ver sus primeros dientes de leche.
-¡ Guau!¡ Pastel de chocolate!- pero su sonrisa se borró- pero es un día triste, no hay nada que celebrar.
Yo me enojé.
- Claro que hay que celebrar. ¡ Es tú cumpleaños! Es el día que llegaste a este mundo.- dije.
- Y el día que madre lo abandonó- dijo Zeldris mirando al suelo. Con una mano le alcé la mandíbula y con la otra señaló al cielo.
- ¿ Crees que ella querías que estuvieras triste en el día de tu cumpleaños? Ella querría que los celebrarás, ella te amaba.- los mire a mis otros hermanos- nos amaba a todos.
- ¿Ella está en el cielo?¿ Ella es una estrella?- pregunto Zeldris mientras me abrazaba y veía el firmamento.
- Algunos dirían que sí. A mí me gusta creerlo. Y que ella nos está observando todo el tiempo desde allá arriba. Vamos salúdala- Zeldris movió su mano hacia el cielo y saludo.-. ¿Entonces celebraremos tu cumpleaños?- le pregunté con una sonrisa, ya conocía la repuesta.
- ¡ Sí!- dijo Zeldris feliz.
- ¡ Sí! ¡ A comer!- dijo Meliodas lanzándose al pastel y yo lo detuve agarrándolo que cuello de su camisa.
- ¡ Ese pastel es de Zeldris animal! ¡ Sí el quiere te va a compartir!- miré a mi hermanito- ¿ Quieres compartir?
Él niño miró a Meliodas y sonrió con malicia.
- Contigo sí, con él no-
- ¡ Comparte animal, no seas avaro!- dijo Meliodas parándose. Zeldris también se paró, agarró
El pastel y empezó a correr con el.
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La hermana mayor de Meliodas 2: El renacer del corazón
FanfictionADVERTENCIA: DEBES LEER EL PRIMER LIBRO PRIMERO Libro 2: Estarossa Siempre he pensado que mi número de la suerte era el tres. Tengo tres hermosos hermanitos. Crié a tres hermosas haditas. Tenía tres mejores amigos. Siempre pensé que ese era mi númer...