- ¡¡¡ Aún así no puedo!!- escuché el grito de Diane y abrí mis ojos de golpe.
La pequeña gigante me tenía entre sus manos. Me incorporé con mucho esfuerzo. Sentí un fuerte dolor en mi pecho... solo me quedaba un corazón. Ya no siento el palpitar de los otros como antes. Diane corría muy asustada de... ¿ muchos "Meliodas"?. Esto tiene la firma de los Escondidos por todas partes.
-¡ Diane Tranquila!!- le grite pero mi voz salió algo ronca. Me la aclaré como pude. Diane se detuvo y me miró con felicidad.
- ¡ Estás bien!- me dió un abrazo contra su mejilla - estábamos preocupados de que no despertabas.
- Diane,- le dije con paciencia y pausadamente- bájame, tengo que hablar con estos señores.
- pero...- se quejó.
- Por..favor- dije en dos respiraciones profundas.
Ella accedió a regañadientes. Reuní toda la fuerza de voluntad que tenía en mi cuerpo para pararme erguida y con la barbilla alta.
- ¡¿ Qué creen que están haciendo ustedes?!- dije con un tono autoritario.Ellos retrocedieron y sus expresiones cambiaron a una de respeto. Bajaron sus cabezas y me hicieron una reverencia.
- Señora Ángela- dijeron todos ellos - discúlpenos. No sabíamos que usted estaba aquí y mucho menos con ellos.
- Está bien...no lo sabían - les dije para tranquilizarlos, pero sentí una gota de sudor bajar por mi espalda, por el esfuerzo que estoy haciendo para mantenerme parada- ¿ Por qué nos atacaron en primer lugar?
- Nos robaron nuestro bosque- dijo uno con enojo.
- No dimos nuestro permiso para hacer este laberinto- dijo otro con rencor.
- ¡ Queremos nuestro hogar devuelta!- exclamaron al unísono tiempo.
- Entiendo- dije con una exhalación, me estoy quedando si aire pero mi voz todavía suena fuerte y decidida- Hablaré con el responsable de este desastre y recuperaré su bosque - me tocó el pecho y aunque ellos pudiera significar que le doy mucha importancia a mi promesa la verdad es que me dolía mucho mi corazón, literalmente- se los juro.
Ellos se vieron entre ellos hablaron durante un momento y luego se volvieron a mirarme
- Confiamos en usted y en su palabra- dijeron y se retiraron pacíficamente.
Cuando desaparecieron de mi visa
Ya noté que mi visión se volvía borrosa y que mis piernas se aflojaba y caían.-¡ Ángela!- gritaron Diane, Elizabeth y Hawk.
Fue entonces que sentí unos brazos fuertes que detenían mi caída.
- Uf....casi no llego- escuché la voz Howzer. Cuando volví a enfocar me lo encontré sonriéndome y a su lado estaba Gilthornder
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La hermana mayor de Meliodas 2: El renacer del corazón
FanfictionADVERTENCIA: DEBES LEER EL PRIMER LIBRO PRIMERO Libro 2: Estarossa Siempre he pensado que mi número de la suerte era el tres. Tengo tres hermosos hermanitos. Crié a tres hermosas haditas. Tenía tres mejores amigos. Siempre pensé que ese era mi númer...